Ulises Bértolo: «Internet ha democratizado la literatura»
Ulises Bértolo / Escritor
Ulises Bértolo (Madrid, 1967) llegó a la literatura como una «vía de escape» de su trabajo de abogado. Gracias a internet, su primera novela, «La sustancia invisible de los cielos», consiguió atraer al público e hizo que su versión on-line se acabara transformando en formato físico. Ahora publica la segunda, «Orthodoxia» (Ediciones Carena), un libro de suspense en el que los misterios sin resolver y los secretos guardados de la historia atrapan al lector en cada página.
–¿De dónde sacó la idea para escribir «Orthodoxia»?
–Participo habitualmente en proyectos de promoción cultural e hice algunos que tenían que ver con el Camino de Santiago, tanto la ruta tradicional como la marítima. Eso provoco en mí una curiosidad especial para construir este «thriller» y situarlo precisamente en el Camino. Hay ciertos claroscuros en su historia, sobre todo con la antigua Orden del Camino, y me parecía que era un caldo de cultivo fantástico para una novela.
–¿Todavía quedan misterios por resolver en la historia del Camino?
–Sí, y, de hecho, algunos los desvelo a lo largo de la obra. Aunque es una novela de corte policial, profundiza en muchos de estos casos. Por ejemplo, uno que está muy presente es la destrucción del antiguo Monasterio del Hoyo, que era donde los monjes prestaban sacramentos y protección a los caballeros de la Orden de Santiago. Tienen esos hechos carácter histórico, pero «Orthodoxia» no deja de contar acontecimientos de la actualidad, porque sus protagonistas trabajan en el departamento de la Guardia Civil que investiga un asesinato.
–La documentación habrá sido una tarea difícil con tantos siglos a sus espaldas...
–Sí, estuve investigando durante dos años buscando la verdad de los hechos en textos, algunos de ellos manuscritos, lo que dificultaba mucho su lectura. Y, claro, cuando llega un momento en el que el proceso de historiador no da con las respuestas, me puse la gorra de novelista para ofrecer respuestas desde la ficción.
–La novela negra y el «thriller» cada vez ganan más adeptos –lo hemos visto, por ejemplo, con el premio Planeta para Dolores Redondo–. ¿Qué tienen que enganchan tanto?
–Bueno, es un género muy complicado. En el «thriller» todos los elementos tienen que estar completamente equilibrados para que den un buen resultado. Cuando funciona todo, el lector se introduce en el relato y le crea esa adicción que realmente busca un escritor, generar un suspense tan grande que el lector no se pueda despegar de las páginas hasta saber cómo termina.
–Al final, el lector es un detective más de la investigación.
–Por supuesto. En el libro intento hacer un juego intelectual con él para que prácticamente sea un miembro más del equipo y posea los mismos elementos de juicio que tienen los protagonistas. A lo mejor la gente que lo lea es más inteligente que los investigadores y llega a resolver el misterio antes que ellos. Además, los personajes se van a meter en un lío muy gordo, porque se verán involucrados personalmente en los hechos. Quiero que el lector sufra con ellos y que pase unos buenos «malos» ratos.
–¿Cómo llega un abogado y profesor al mundo de la literatura?
–Ejemplos de letrados, como de periodistas, que den el salto a la ficción hay muchos. En mi caso, el proceso de escritura lo he llevado dentro y un buen día te decides a probar a publicar, que fue lo que ocurrió con mi primera novela, que tuvo un largo recorrido on-line y una buena vida en papel. Lo que busco en la literatura es algo distinto de lo que obtengo de mi profesión, porque escribo de cosas que están fuera del mundo de la abogacía. Los abogados somos escritores monotemáticos, estamos todo el rato redactando de temas jurídicos muy aburridos para cualquier persona. Laureilo, abogado y escritor también, decía que la literatura judicial es a la literatura lo que la música militar a la música en general (risas).
–Parece que publicar vía on-line le ha merecido la pena antes de transformarse en papel.
–Creo firmemente que internet ha generado una forma de democratización de la literatura. Una novela que realmente consigue conectar, cualquiera que sea el género, sale adelante, y hay muchos ejemplos de estas plataformas donde escritores anónimos han podido salir a la luz.
El lector
A pesar del reducido tiempo que tiene debido a su trabajo y su labor como escritor, Ulises Bértolo lee Prensa «a menudo, todo lo que puedo», tanto en papel como en versión digital, «mucho más cómoda cuando estoy en un viaje». De LARAZÓN destaca fundamentalmente la sección de Cultura.