Literatura

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Vidal-Folch se confiesa

«Lo que cuenta es la ilusión». Ignacio Vidal-Folch. Destino. 324 páginas. 19,50 euros

Vidal-Folch se confiesa
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En los últimos años se ha afianzado Ignacio Vidal- Folch con novelas como «La libertad» (1996), «Turistas del ideal» (2005) o «Contramundo» (2006), como un escritor con clara voluntad de estilo, comprometida actitud civil y una particular habilidad para conjugar lo anecdótico con lo trascendente. Quizá esto último justifica una obra de apariencia rememorativa, el dietario «Lo que cuenta es la ilusión», señaladamente subtitulado como «Notas 2007-2010». Porque este libro no es exactamente un diario, mucho menos unas memorias, sino más bien un creativo ejercicio de anotación y comentario de la propia vida cotidiana. En la línea de su admirado Proust, Vidal-Folch parte de un instante memorable o una noticia significativa para activar la máquina de la literatura, en un discurso narrativo que incluye pintorescas andanzas por calles y barrios de Barcelona, referencias críticas a la actualidad política, presentaciones de libros, exposiciones de arte, incidencias del mundo editorial, tertulias literarias o encuentros entre amigos, inmerso en la crónica periodística y el comentario ético. La vocación narrativa de estos textos es innegable: la costumbre de fumar obligadamente en los umbrales de locales públicos, la semblanza del actor Arturo Fernández, la admirativa evocación del aristócrata antinazi Von Boeselager o el recuerdo de un encuentro amoroso con una muchacha del pasado bastarían para acreditar su excelencia literaria.

Un tono de vaga melancolía y mesurado escepticismo, desengañada mirada sobre el problemático presente, completa la riqueza sociocultural de una obra de sensata inteligencia e inmejorable calidad estética.