En 2024, la escritora Eva García Sáenz de Urturi (Vitoria, 1972) publicó la reedición revisada de «La Vieja Familia», el libro que vio la luz en 2012. En febrero de 2025, hizo lo mismo con «Los Hijos de Adán», que ya fue publicado en 2014. Ahora, la autora española que más libros vende en todo el mundo trae nueva novela debajo del brazo, «El camino del padre», la obra que completa el cierre de la trilogía «La saga de los longevos».

Esta historia de tres generaciones de personas dotadas con el don de no envejecer nunca, recorre miles de años desde la prehistoria hasta nuestro presente. El abanico de contextos históricos y de transformaciones en las relaciones familiares es tan amplio que el lector siente que se sumerge en un océano infinito en el que todo es posible.

García Sáenz de Urturi, Premio Planeta 2020 con «Aquitania», se mueve como pez en el agua en el manejo de la intriga. Una vez más, lo vuelve a demostrar. Historia, misterio, muerte, un amor que pervive a pesar del paso del tiempo y una elaborada construcción de personajes que ya forman parte del imaginario de miles de seguidores de la saga, son algunos de los ingredientes que la autora agita con acierto para volver a enganchar a su legión de lectores, deseosos de volver a saber sobre La Vieja Familia.

Igual de deseosa por presentar su nueva creación, se mostró la autora ayer, cuando nos recibió en el Restaurante Bancal de Madrid. No lo pudo hacer de mejor manera. En la Escuela de Cocina MOM, de la mano del chef del local, Miguel Vidal, llevaban meses ideando un menú basado en la trilogía. Finalmente, prepararon unos bocados inspirados en las civilizaciones por las que transitan los personajes de «La saga de los longevos». La idea de esta presentación en clave gastronómica tenía mucho significado para la escritora, quien aseguró que «en todas mis novelas aparecen personas comiendo. Soy vasca y llevamos en el ADN lo gastronómico. Disfrutamos cocinando y comiendo alrededor de la mesa. Todo el mundo cocina bien, hombres, mujeres, desde las abuelas hasta los nietos. Eso ha permeado en mi literatura. Por eso queríamos hacer este recorrido, en clave gastronómica, de todas las culturas donde han pivotado, han nacido, han crecido, han luchado y se han enfrentado los longevos».

Así, la Prehistoria, el Paleolítico, los escitas y celtas, los ritos vikingos, el mundo clásico del mediterráneo o la cultura norteamericana, fueron evocados con tartares de ternera, empanadillas de cordero especiado con comino y yogur de cabra, bocados de salmón con eneldo, pulpo a la brasa con puré de garbanzo y minicrabcakes con alioli de mostaza.

Una vez sentados en la mesa, decorada con conchas de cauri (el objeto que en la novela dejan como huella cada vez que asesinan a algún descendiente de Lür, patriarca de la Humanidad), cada plato servido representaba una etapa del viaje recorrido por esta saga: pastel de setas, trufa y queso; lubina; cordero; y tarta de Santiago. Para la autora, el Camino de Santiago es un espacio importante en su literatura: «Apareció ya en “Aquitania” y me quedé con las ganas de escribir algo más, pero desde el punto de vista del peregrino, del tránsito del camino».

En esta tercera entrega de «La saga de los longevos», se descubren los secretos que guarda desde hace milenios La Vieja Familia. Muchos giros en la trama y un desenlace realmente inesperado harán, sin duda, que «El camino del padre» vuelva a enganchar al lector. Afirmó la autora que, para ella, este cierre de su famosa trilogía «ha sido muy satisfactorio porque he dado a cada personaje lo que pienso que merecía, tanto en el buen sentido como en el mal sentido de la palabra. A nivel narrativo, estoy muy orgullosa. Ahora solo me queda averiguar si para toda la gente que llevaba doce años esperando el desenlace, también es satisfactorio».

El impulso del propio lector

¿Por qué ahora el cierre de esta trilogía? La propia escritora explicó que fueron sus lectores las que le impulsaron a hacerlo: «La insistencia en redes sociales, en las firmas, después de doce años, un año tras otro, de que se volviese a publicar la primera y segunda parte, porque no la encontraban en papel, y de que sacara, al fin, el cierre de la trilogía, hizo que tanto la editorial Planeta como yo nos pusiésemos manos a la obra».

En cuanto a enfrentarse al cierre de la trilogía, Eva García Sáenz de Urturi, que, como es lógico, ha evolucionado como escritora, mostró su satisfacción por el hecho de haber dado con el tono adecuado a nivel literario que tuviera un recorrido coherente con los dos libros anteriores: «Ha sido satisfactorio ver que tenía mi caja de herramientas de escritora llena, que tenía recursos narrativos como para continuar esa historia poniendo el foco en lo que yo quería. Es una novela que trata de lealtades familiares, de padres e hijos, de madres, hijas, duelos, reencuentros y, sobre todo, de lo que callamos en familia, de la falta de comunicación».

En un bonito formato estuche que reúne los tres ejemplares, recibirán los fanáticos de «La saga de los longevos» las tres partes que la componen. «¡Skål!», brinda su autora con ellos, de manera simbólica y a lo vikingo.