Lo más eficaz es el bloqueo

«No nos molestan las actitudes de los usuarios. Ninguna. Las comprendemos porque cada uno se comporta como le dejan que lo haga, ya sea en cuestiones de seguridad vial o de civismo», señala Carlota Navarrete, directora de la Coalición de Creadores, una asociación que representa a las industrias culturales y que ayer presentó un informe desalentador en materia de lucha contra la «piratería». Primero, porque el 51 por ciento de los españoles confiesa que se descarga contenidos ilegalmente, y porque en internet sólo funciona el «todo gratis»: el 84 por ciento de los contenidos digitales consumidos es ilegal. Para Navarrete, «mientras siete de cada diez usuarios ven normal no pagar por algo que pueden tener gratis, también hay los datos del estudio que evidencian que hay más concienciación. Dos de cada diez admite que, si no pudiera descargarse el contenido gratis, pagarían por él». Sin embargo, falla la respuesta legal. En el estudio, que recibió ayer las críticas del Ministerio de Cultura, los creadores lamentaban la ineficiacia de la Comisión de la Propiedad Intelectual, cuyos resultados califican de «terriblemente escasos».

Basta buscar en Google

El panorama sigue siendo desalentador y, hablando de cifras globales, en 2013 las descargas ilegales de contenidos fueron nada menos que 3.192 millones, un 4,6 por ciento más que el año anterior. El valor de lo «pirateado», según los autores del informe, ascendió a 16.132 millones de euros, un 6,5 por ciento más. Por áreas de actividad, 6.067 millones corresponden a contenidos musicales; 3.814, a películas; 4.418, a videojuegos y 1.837 millones se refieren a libros. Todos los contenidos suben a excepción de la música, «que ya se encontraba en unas cotas de ''piratería'' muy elevadas», según Navarrete.

Sin embargo, una de las principales novedades del estudio está en lo cualitativo. La consultora Gfk, que es la que ha llevado a cabo la investigación y el informe, ha preguntado a los usuarios por sus actitudes al respecto del consumo de contenidos protegidos. La primera conclusión es que el camino hacia las descargas es sencillo y directo: una búsqueda en Google sirve para acceder a la mayor parte de las descargas ilegales. Y si el camino está claro, también se ha preguntado a los internautas acerca de las medidas para evitarlo. Según admiten los encuestados, «piratean» porque «es rápido y fácil» en la mayor parte de los casos (en torno al 60 por ciento de respuestas) frente a la urgencia por ser el primero en conseguir determinado producto (un tercio de ellas). Un 55 por ciento de los usuarios conoce las campañas de concienciación social para prevenir la «piratería» y un buen número de ellos señala que tienen una efectividad media, mientras que el bloqueo de páginas ilegales, de las que ha oído hablar un 41 por ciento de los internautas, es, con diferencia, la medida que consideran más efectiva: un 37,5 por ciento (ver gráfico en página 39).

Lo cierto es que estos mecanismos para el bloqueo de páginas web ya existen, pero, según los autores del informe, que representan a una amplia mayoría de las editoriales (ya sea de música, libros o cine) no están funcionando adecuadamente. Así, desde su puesta en marcha a comienzos de 2012, la Comisión de la Propiedad Intelectual, que es el organismo que se encarga de actuar contra el cierre de estas páginas ilegales, no funciona al ritmo esperado. «Entendemos que es una cuestión de los escasos medios disponibles, y nuestra posición es la de la crítica constructiva, pero los datos son los que son», señala Navarrete. De las 145 solicitudes que han presentado desde la Coalición de Creadores, 64 siguen sin iniciarse, es decir, el 45 por ciento. Del resto, según señalan desde la asociación, «muchos de los contenidos se han retirado de manera voluntaria al recibir la notificación de la comisión y sólo en algunos casos ha habido una resolución formal ordenándolo». El conjunto de las actuaciones han supuesto la retirada 50 álbumes musicales, 67 películas, 14 libros, 21 videojuegos y 4 capítulos de series de televisión. «Estamos hablando de 156 contenidos en un universo de descargas superior a 3.000 millones... Los datos lo dicen todo», comenta Navarrete, que admite que «es posible que haya otras empresas culturales o particulares que hayan hecho sus reclamaciones al margen de la coalición y que éstas hayan corrido mejor suerte, pero rechaza que se contabilicen como retirada de contenidos los enlaces que un día se eliminan pero al siguiente vuelven a estar ahí. El otro dato que que hicieron público y referido a sus propias denuncias es que el tiempo medio de inicio de cada uno de los expedientes es de 400 días. Es decir, tortugas en la carrera de la fibra óptica.