Lope de Vega: del manuscrito al on-line
Será accesible a través de Prolope. «Mujeres y criados», la obra recién descubierta del autor, se edita al mismo tiempo en libro y en versión gratuita en la red
Lope de Vega fue, entre otras muchas cosas, un malabarista del enredo. Por necesidades del guión, es decir, porque en su época había que entretener al vulgo toda la tarde en el teatro, sus personajes se enfrentaban a peripecias inesperadas una y otra vez que hacían ver al público que peligraba el objetivo final (culminar el amor prohibido, consumar una venganza...). El hallazgo de «Mujeres y criados» hace unos meses fue enredado, pero quizá más cercano a una trama de Agatha Christie que al buque insignia de nuestro Siglo de Oro. Así lo contó ayer Alejandro García Reidy, el autor del hallazgo, durante la presentación de la edición crítica del manuscrito, que publicarán al mismo tiempo Gredos en papel y Prolope en su web con una versión enriquecida y despliegue audiovisual. Por si fuera poco, durante el acto se escucharon por primera vez en público, al menos en dos siglos, los versos de la obra redescubierta en boca de los actores que la llevarán a escena, los de la Fundación Siglo de Oro.
García Reidy explicó el hallazgo como una «conjunción del azar y la investigación. Una de las grandes virtudes de nuestro teatro áureo es el elevado número de testimonios que ha generado, lo que puede convertirse en una gran rémora», comenzó explicando. Pero, ¿cómo es posible recuperar a principios del siglo XXI una comedia de Lope de Vega? «El trabajo de archivo requiere de mucha paciencia, pero en el caso de "Mujeres y criados"el proceso fue más parecido al de un detective que halla una primera pista y luego usa la intuición para llegar al final», argumentó el especialista. Lo primero fue haber conocido a través de la base de datos de las comedias mencionadas en la documentación teatral, Catcom, que existía una obra del dramaturgo que tenía ese título. Concretamente, el único documento que se conservaba con esta referencia a un poder notarial en el que el director teatral Pedro de Valdés otorgaba en Toledo en 1615 un poder a Juan Saavedra para que denunciara a cualquiera que representara las comedias del repertorio de su compañía. Pues en aquel tiempo, lo más preciado de cada «troupe» de cómicos eran los títulos cuya representación ostentaban en exclusiva. En la lista de esas obras por las que debía velar estaba «Mujeres y criados», el mismo título que figuraba en el manuscrito. Pero esto no era más que un indicio, no había nada definitivo. Trató de buscar en los catálogos de referencia qué alusiones había a aquel texto, pero no encontró nada más que, efectivamente, pertenecía al autor pero de la que no se conservaba ningún documento.
Las pesquisas le llevaron hasta el propio autor, que al ser tan prolífico y tener tanto éxito, se vio obligado a elaborar una lista de sus comedias verdaderas, para que sus imitadores no se llevaran un pedazo de su fama y tampoco hicieran caja a su costa, pues, en aquel momento, cuantas más comedias estrenaban con su firma, más cola hacían los espectadores. Ese listado se publicó en el prólogo de la segunda edición de «El peregrino en su patria» (1618) y allí figuraba una con el mismo nombre.
En busca del copista
«Después accedí directamente al manuscrito en la Biblioteca Nacional –continúa García Reidy con su relato detectivesco–. Comprobé que tenía un tamaño habitual, 46 folios, contaba con un buen estado de conservación, que había sido copiado con una sola mano, con letra del siglo XVII y con pocas tachaduras por parte del copista». Fue importante que estuviera fechado en 1631, aunque no era una pista definitiva para conocer al copista. Le llamó poderosamente la atención el signo con el que éste identificaba la «erre vibrante», que era algo así como una «v» cruzada por un trazo horizontal. Así que consultó «Manos teatrales», una base de datos de manuscritos dramáticos del Siglo de Oro, y constató que se trataba de un signo tan poco habitual que fue fácil identificar que esa misma persona había copiado otras comedias, entre ellas una de Juan Pérez de Montalbán, que, curiosamente, contenía una anotación final en la que además de la fecha, «en Perpiñán a 10 de mayo de 1631», se identificaba al autor, «Pedro de Valdés, autor de comedias por Su Majestad», es decir, el mismo director que había otorgado el poder notarial en el que aparecía el nombre de la comedia. «Pero esto era sólo un indicio», comenta el autor, siempre precavido en sus investigaciones. Así que continuó en busca de más pruebas. Halló que en los versos finales de la comedia había una alusión explícita al seudónimo de Lope de Vega: Velardo. Pero tampoco esto le pareció definitivo: «En ocasiones, durante el XVII, las compañías cambiaban el nombre del dramaturgo por el de otro más famoso para que sus comedias tuvieran más éxito», apostilla. Así que trató de hallar una razón objetiva para atribuir definitivamente la autoría de la pieza y pensó en revisar la estructura métrica de la obra. Como también de esto hay bases de datos, pudo constatar que «la versificación se ajusta a los usos métricos de Lope, así como el número de pareados, entre los años 1613 y 1615». Es decir, esa fecha coincidía con la del poder notarial en el que se nombraba la obra. Después observó que la obra tiene ecos de una novela del «Decameron» de Bocaccio, que también sirvió de inspiración para componer «El Perro del Hortelano», que se escribió en las mismas fechas. «Ya estaba todo», sentenció en este punto el investigador.
Más hallazgos, seguro
Hay descubrimientos que catapultan una carrera. Ese podría ser el caso de Alejandro García Reidy (en la imagen), profesor de la Universidad de Syracuse, formado en la Universidad de Valencia, que recibió el premio a la mejor tesis doctoral sobre el teatro áureo en el curso 2009/10. Está relacionado con todos los colectivos que han sido tan definitivos en la localización de este texto: Prolope, el Grupo de Investigación Teatral Dicat (dirigido por T. Ferrer) y el proyecto colaborativo Manos Teatrales. Lo más esperanzador de la presentación fue la coincidencia de los expertos presentes en que es posible que haya otros hallazgos similares muy pronto, pues existe un buen número de manuscritos dramáticos que custodia la Biblioteca Nacional, que según los propios miembros del grupo Prolope, está volcada en este tipo de investigaciones: «En otras bibliotecas ponen muchas trabas a las consultas; en las nuestras se puede investigar con los documentos originales sin problemas», asegura Alberto Blecua, director del grupo de investigación que ha publicado ya 125 obras del autor.
El detalle
UN PRÓLOGO AUDIOVISUAL
El libro virtual, que se puede visitar en www.prolope.es, ha sido posible gracias a la colaboración de la Biblioteca Nacional con Prolope. Incluye un videoclip sobre el hallazgo así como un prólogo audiovisual y contiene el texto y la transcripción del manuscrito. Recoge además una introducción del investigador que la descubrió.