La cultura intenta frenar el «todo gratis»
El Congreso Internacional sobre los Derechos de Autor y la Propiedad Intelectual reúne a un panel de legisladores, creadores y sectores de la cultura.
El Congreso Internacional sobre los Derechos de Autor y la Propiedad Intelectual reúne a un panel de legisladores, creadores y sectores de la cultura.
El primero en plantearlo fue el anfitrión de las jornadas, el ex ministro César Antonio Molina: «Todo se resume en educación. Con más educación y cultura, nos ahorraríamos muchos conflictos y daríamos menos trabajo a los abogados. Hay que educar en el respeto a los creadores tanto como el que se les tiene a médicos e ingenieros», añadió el que es también socio del despacho de abogados Cremades & Calvo Sotelo, firma organizadora de I Congreso Internacional Sobre los Derechos de Autor y la Propiedad Intelectual en Madrid. El evento arrancó ayer con unas palabras de Mario Vargas Llosa: «Es necesario alertar a la opinión pública sobre la injusticia que se comete discriminando el trabajo de un escritor. La gran revolución digital es importante para las comunicaciones, pero plantea injusticias sobre los derechos de autor y no protege a los profesionales», decía en un mensaje grabado. Durante ayer y hoy, dos jornadas de intensas conferencias, legisladores, expertos en Derecho, sectores de la cultura y medios de comunicación debaten sobre las incertidumbres de la proteccion de derechos de autor en la era digital.
La cuestión de las ideas fue puesta de relieve también por Javier Cremades, presidente de la firma de abogados que organiza la cita. Cremades se refirió al doble enfoque de unas jornadas «humanísticas y técnicas», y recordó que la cultura debe entenderse como una industria. «La cultura es el hombre y la mujer, es un corazón vibrante que conecta a las personas. Crea mundos alternativos, nos dice quiénes somos y con esa actividad se ha constituido una industria», dijo el jurista, que recordó que ese ámbito de trabajo con las ideas no se reduce solo a escritores, músicos y cineastas, sino que chefs o diseñadores también parten de la estética para hacer su profesion.
Asimismo, Cremades recordó que el derecho a la creación artística, científica y tecnica está recogido en el artículo 20 de la Constitución y que por lo tanto está conectado con el derecho a la libertad de expresión y es uno fundamental. Este experto insistió en desmontar el primer malentendido: «Hay que luchar contra la ideología moderna que intenta instaurar la creencia de que en el mundo digital no existe la propiedad intelectual, que todo es de todos. Eso es inhumano», señaló este experto.
Por su parte, Darío Villanueva, director de la Real Academia Española, ofreció su versión académico-literaria de los derechos de autor repasando el anecdotario de autores españoles, desde Alvar Núñez Cabeza de Vaca hasta Quevedo, pasando por Valle-Inclán y Camilo José Cela. Villanueva defendió que los autores puedan compatibilizar el cobro de derechos de autor junto con el cobro de una pensión.
Cuatro libertades básicas
En las jornadas, que dieron cita a un amplio panel de expertos, también tuvo su espacio los medios de comunicación. Ernesto Real, director de gestión de derechos de RTVE, destacó que la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual ya valora como más importante en términos monetarios los activos intangibles, es decir, los contenidos, que el soporte que los distribuye y la materia prima de los procesos industriales. «A las cuatro libertades fundamentales de la Unión Europea de libre circulación de bienes, personas, capitales y servicios, se está tratando de desarrollar la quinta: la del conocimiento y el contenido». Por su parte, Francisco Hiraldo, director de la asesoría jurídica de LA RAZÓN, señaló que la falta de proteccion de los derechos de autor de la prensa redunda en la «banalización de lo que cuesta un esfuerzo. Un periodico es una obra de autoría colectiva, y si no se defiende esto, afecta a la función social que cumplen los diarios en democracia. La consecuencia de ese modelo son las noticias falsas, porque la defensa de la propiedad intelectual está relacionada con la defensa de la veracidad de las informaciones».
Por su parte, Teresa Martínez Belli, subdirectora de la asesoría jurídica de Atresmedia, señaló que se han difuminado las barreras entre los emisores de contenidos de los usuarios, que no son profesionales, y de los periodistas o publicistas que se someten al rigor y al control de la ética de sus oficios. «Se está jugando con reglas asimétricas. Una cadena de televisión tiene que cumplir con una serie de compromisos con las entidades de gestión y con la inversión cinematográfica, y plataformas como Netflix o Google no pagan impuestos ni tasas o derechos a los actores. Nosotros vamos en desventaja y el legislador tiene una tarea pendiente en regularlo», dijo Martínez Belli. «En Atresmedia hay una campaña que se llama CreaCultura y que trata de explicar a la gente que la cultura no es gratis, que cuesta mucho trabajo hacerla y hay que concienciar a la gente de eso».