Patrimonio
La masificación turística amenaza el estatus de Machu Picchu como una de las siete maravillas del mundo
Advertencias internacionales sobre la gestión del santuario
Machu Picchu, el emblemático sitio arqueológico del Perú, atraviesa una situación compleja que ha generado preocupación internacional. La fundación New7Wonders ha advertido sobre deficiencias en la gestión y conservación del lugar, señalando riesgos asociados al turismo masivo y a posibles irregularidades administrativas que, de no corregirse, podrían afectar su estatus como una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno.
El Ministerio de Cultura de Perú respondió con rapidez a estas observaciones, defendiendo los avances alcanzados en la protección del santuario y rechazando que exista un riesgo inmediato para su reconocimiento internacional. Además, recordó que la UNESCO ha validado parte de las mejoras implementadas en el monitoreo y la gestión de visitantes, lo que respalda los esfuerzos recientes por preservar el sitio.
A nivel local, sin embargo, persisten tensiones. En Cusco, representantes del sector turísticocritican la centralización de la administración y denuncian deficiencias que afectan la experiencia de los visitantes. El presidente de la Cámara de Turismo de Cusco, Carlos González, ha subrayado que Machu Picchu genera cerca de 200 millones de soles al año, pero solo una fracción se reinvierte en su conservación. Desde el sector privado, se plantean reformas estructurales más profundas para garantizar una gestión sostenible.
El debate muestra la necesidad de equilibrar tres aspectos: cuidar el patrimonio, mejorar la experiencia de los turistas y asegurar beneficios económicos. Para lograrlo, se consideran claves medidas como organizar mejor la llegada de visitantes, mejorar la infraestructura, usar con transparencia los recursos y aplicar planes de conservación adecuados. El futuro de Machu Picchu dependerá de encontrar ese equilibrio para seguir siendo un lugar histórico, atractivo y sostenible.