Muere Toni Negri, referente filosófico del neomarxismo europeo

Prestigioso filósofo para algunos y un «mal maestro» para muchos por su militancia política, que le llevó a ser cofundador y teórico de las organizaciones de extrema izquierda, Poder Operario y Autonomía Operaria. La muerte en París de Toni Negri, pensador italiano referente del marxismo europeo, dividió a la opinión pública transalpina tanto como su vida. El intelectual nacido en Padua, norte de Italia, el 1 de agosto de 1933, falleció a los 90 años en la capital francesa, donde se exilió después de que su nombre fuera vinculado con el secuestro y asesinato del ex primer ministro y líder de la Democracia Cristiana Aldo Moro.

Negri comenzó su carrera en la década de 1960 como profesor de Ciencias Políticas en su ciudad natal, donde entró en contacto con varias figuras del entonces influyente Partido Comunista Italiano. Durante su etapa adulta, el filósofo combinó su actividad intelectual publicando obras referentes del marxismo europeo del siglo XX e inicios del XXI, como «Anomalía salvaje», «Europa y el imperio» y «Multitud», con un intenso activismo político que le hizo coquetear con las Brigadas Rojas (BR), el grupo terrorista que sembró el terror en Italia en la década de 1970, que culminaron con el magnicidio del político democristiano en 1978.

Años de plomo

El filósofo fue acusado de colaboración y encarcelado durante cuatro años y medio en prisión preventiva por el asesinato de Moro. Y aunque la Justicia italiana finalmente le absolvió por este delito, si le condenó a 12 años de cárcel por su implicación con varios movimientos subversivos durante los llamados «años de plomo». Elegido diputado del Partido Radical en 1993, consiguió salir de prisión gracias a la inmunidad parlamentaria y se exilió a Francia, donde permaneció protegido por la conocida como «Doctrina Mitterrand» impulsada por el entonces presidente galo François Mitterrand, que rechazaba la extradición de los condenados por terrorismo en Italia que no tuviesen delitos de sangre.

En París, Negri dio clases en la Universidad París 8, en La Sorbona, en L’École Normale Supérieure y en el Colegio Internacional de Filosofía. A pesar de haberse convertido en un reconocido intelectual, en 1997 decidió regresar voluntariamente a Italia para cerrar sus cuentas pendientes con la justicia y cumplió seis años de prisión. En 2002 publicó una de sus obras más recordadas, «Imperio», junto al filósofo estadounidense Michael Hardt, que se convirtió en uno de sus mayores ensayos contra la globalización liberal.

Tras salir de la cárcel regresó a Francia donde se convirtió en uno de los referentes intelectuales del movimiento «altermundialista» y de la refundación de una izquierda internacionalista, favorable a una mayor integración europea y a la renta universal básica.

«Toni Negri fue un mal maestro porque, después del 68, la transición desde los movimientos juveniles a la página oscura de ‘‘los años del plomo’’, con el terrorismo de derechas e izquierdas, causó muchas víctimas inocentes», declaró el ministro italiano de Cultura, Gennaro Sanguliano, quien reconoció, sin embargo, que era necesario «valorar su historia en toda su complejidad».