Muñoz Molina irá a Israel a pesar de las presiones

Sus nombres son: Stephane Hessel,el autor del panfleto «Indignaos», el músico Roger Waters, de Pink Floyd; el director de cine, Ken Loach; el crítico de arte y escritor John Berger; el poeta Luis García Montero; la escritora Alice Walker, el Breyten Breytenbach, y Paul Laverty.

Sus nombres son: Stephane Hessel,el autor del panfleto «Indignaos», el músico Roger Waters, de Pink Floyd; el director de cine, Ken Loach; el crítico de arte y escritor John Berger; el poeta Luis García Montero; la escritora Alice Walker, el Breyten Breytenbach, y Paul Laverty. Todos ellos han solicitado por carta al novelista Antonio Muñoz Molina que rechace el Premio Jerusalén de Literatura 2013, dotado con 10.000 euros, y que concede el Ayuntamiento de esta ciudad. Este galardón ha sido centro de una fuerte polémica durante los últimos años.

A pesar de que lo han recibido entre otros Mario Vargas Llosa, Don Delillo, Jorge Semprún, Susan Sontag, Haruki Murakami, Ernesto Sábato, J. M. Coetzee y, en la última edición, Ian McEwan (en cuyo discurso fue muy severo y crítico con algunas políticas israelíess), la concesión está siendo objeto de una intensa discusión debido a la situación política de la zona. Según algunos, el galardón no significa más que un intento para lavar la imagen del estado de Israel y ocultar lo que sucede en el franja de Gaza. Por eso se han promovido un boicot cultural por parte de ciertos intelectuales y plataformas que han mostrado sus abiertas discrepancias por la situación de Palestina. Sostienen, en esta carta (en la que dan por hecho que el anuncio de que recogerá la distinción «ha decepcionado a muchos de sus lectores y lectoras»), que ser un creador conlleva «la obligación de revelar al público lo que los opresores intenta mantener oculto, renunciar a que les hagan cómplices de sus violaciones y crímenes, y reclamar en voz alta: justicia, libertad y dignidad para los oprimidos». En este movimiento están implicadas organizaciones de varios países propalestinas y también otra israelí que se denomina «Boicot desde dentro» y que sostiene sin la menor matización, en líneas generales, que si una persona recibe este galardón «será cómplice de los crímenes de Israel contra los derechos humanos y de su política del «aquí no pasa nada». De hecho,, en la carta, señalan al Ayuntamiento de Jerusalén, como «cerebro e instrumento de la colonización ilegal de Jerusalén Oriental». Muñoz Molina, en una nota remitida a Efe, aseguró que «hay muchas personas y organizaciones que militan a favor de la paz» y puso como ejemplo la orquesta de Daniel Barenboim, que agrupa a músicos israelíes, palestinos y españoles. «Elijo estar de parte de esa gente antes que boicotear a un pueblo entero», señaló.

Estas airadas reacciones se suma al reconocimiento reciente del estado Palestina en la sede la ONU. Uno de los propósitos de esta iniciativa es intentar persuadir a las personas que han sido elegidas para que no recojan esta distinción. Antonio Muñoz Molina, miembro de la RAE y uno de los mejores escritores españoles actuales, ha mostrado su preocupación por el debate y admite que la discusión le ha creado cierto desasosiego, pero eso no le ha desanimado y que el próximo 10 de febrero, recibirá este premio al igual que lo han hecho otros escritores.