«Los videojuegos son mejor que la MTV»: cómo la industria está impulsando la música
Steve Schnur, presidente del Música del gigante de los videojuegos Electronic Arts, habla sobre el rol creciente de la industria en la difusión musical
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Cada año, el FIFA vende 15 millones de copias en más de 50 países. Cada vez que un jugador selecciona a su equipo favorito de fútbol, celebra la victoria al término de un partido, o espera para conectarse en línea con otro jugador, suena una canción. Y (casi) siempre es sorprendentemente buena. A veces es Rosalía y otras se trata de Gorillaz, pero la mayor parte de los temas que saltan cuando esperamos a que la acción del juego regrese no las hemos escuchado en la vida. La lista de reproducción de Spotify de la nueva entrega del FIFA 2023 tiene millones de escuchas que lo atestiguan. «No perseguimos las tendencias musicales globales, sino que las iniciamos», dice Steve Schnur, ejecutivo mundial y presidente de música de Electronic Arts, el gigante de los videojuegos que está detrás del título de fútbol, seguramente el que más impacto en la música ha tenido en la historia. Pero no solo eso: la compañía produce sus propias bandas sonoras para títulos de terror, misterio o acción, confiando en artistas nuevos o desconocidos y apostando por creaciones electrónicas o ambientales vanguardistas. Ahí está por ejemplo la banda sonora de «Battlefield 2042» elaborada por Hildur Guðnadóttir y Sam Slater, una partitura industrial y orquestal firmada por la chelista islandesa, ganadora de un Globo de Oro y un Oscar por la banda sonora de «Joker».
El grupo británico Glass Animals publicó su canción «Heat Waves» en 2020. Durante prácticamente un año, el tema pasó desapercibido. Bueno, era el año de la pandemia, nuestra atención estaba en otros asuntos. Sin embargo, fue incluido como uno de los cortes centrales de FIFA 21 y, entonces, enlazó 59 semanas en lista Billboard hasta alcanzar el número uno, algo difícil de soñar siquiera para el grupo «indie» de Oxford en condiciones normales. Algo parecido le sucedió a «Busy Earnin», de Jungle, en 2015. Era una canción completamente desconocida hasta que apareció como banda sonora del juego de fútbol. También ayudó al despegue de «You Should See Me in a Crown», de Billie Eilish. Desde hace años, los videojuegos (no solo el «FIFA», sino muchos otros como «Fornite» o «Call Of Duty») son un instrumento muy poderoso para moldear el gusto. En la productora EA tienen solo un criterio de selección: «Elegimos artistas cuya música suene genial en nuestros juegos. Punto. Nuestras bandas sonoras son el lugar al que acuden las superestrellas y en el que las promesas sueñan con ser escuchados por primera vez. Millones de jugadores descubren canciones en nuestros títulos», dice Schnur. Para el ejecutivo de este gigante empresarial (con franquicias como la NBA o «Star Wars» en su catálogo) «las bandas sonoras de EA han logrado lo que la radio nunca consiguió y lo que MTV ya no puede lograr: establecer la cultura de los videojuegos como el principal destino mundial para descubrir música». Schnur puede decirlo, porque trabajó en la MTV anteriormente y en la discográfica Elektra.
Audiencia mundial
La experiencia musical en los videojuegos tiene un componente añadido, el de la experiencia compartida. Los oyentes lo hacen simultáneamente en lugares distantes. Pero, además, no es un público homogéneo: hay jugadores en Bombay, México, Oslo y Dakar. «Incluimos todos los géneros, sin excepciones. Intérpretes desconocidos y estrellas reconocidas por igual. En los videojuegos es donde los fanáticos del ‘’britpop’' pueden descubrir EDM australiano, donde los entusiastas del rock francés pueden estar expuestos a los DJ brasileños, donde los jugadores nigerianos pueden escuchar hip-hop español», proclama Schnur. Según este ejecutivo, «el 95 por ciento de la música de sus juegos procede de novedades. Estamos creando nuevas oportunidades de ingresos para artistas en desarrollo, muchos de ellos sin contrato discográfico. Y estamos estableciendo el nuevo estándar de la industria para licencias justas».
Por supuesto, la compañía tiene su propio departamento de producción musical: «Nos involucramos desde el principio, desde el tono del proyecto. Y así decidimos qué tipos de orquestación encajarán mejor para transmitir la visión del director creativo. Elije el compositor adecuado y todo empezará a encajar. Actualmente tenemos a compositores trabajando a tiempo completo en juegos que saldrán en dos o tres años». La compañía publica la música original y la licencia para terceros. «Cada banda sonora está seleccionada para enriquecer un juego, pero también para existir culturalmente fuera del juego. Cuando se trata de nuestras partituras originales, están en el mismo nivel creativo y usan los mismos compositores que los éxitos más taquilleros de Hollywood».