Chambao, fase II
El grupo liderado por Lamari da por terminada su primera etapa, la del “flamenco chill”, tras 15 años, con la publicación de un álbum de raíz latina: “Nuevo ciclo”
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El grupo liderado por Lamari da por terminada su primera etapa, la del “flamenco chill”, tras 15 años, con la publicación de un álbum de raíz latina: “Nuevo ciclo”
Ya lo dice desde el título: “Nuevo ciclo” de Chambao. Lamari, cantante y líder del grupo, describe la nueva etapa así: “Tenía ganas de cambio. Añadir a mi música lo que hasta ahora he ido encontrándome por el camino y que he ido incorporando a mi vida. Se debe a eso, a dar por cumplida la primera quincena de Chambao y a las ganas de rumbear por otros territorios”, cuenta la “inventora” del término “flamenco chill”. “Mi idea ahora es expandirme con todo lo que me he cruzado en 15 años del grupo. Tratar de decir que esto ha sido fantástico y he aprendido mucho, pero cuando llega el momento en que dejas de divertirte, pasar a otra cosa”. El grupo presenta esta nueva etapa de gira en el Viña Rock (Albacete, 30 de abril) en Cabo de Plata (Zahara de los Atunes, 3 de julio), el Cruïlla (Barcelona, 8 de julio), La Mar de Música (Cartagena, 16 de julio) y Cultura Inquieta (Getafe, 17 de julio).
Es lo malo de inventar una etiqueta, que se te puede quedar estrecha: “Siento que me he encorsetado especialmente en el directo. Ensamblar lo orgánico y lo electrónico no es tan fácil, tienes que llevar una claqueta inevitablemente para que haya armonía en el directo. Y esa parte me empujó mucho que el disco sea orgánico”, explica. En todo caso, la artista no reniega de la etapa anterior. “No, aunque realmente solo hicimos dos discos bajo esa premisa del ''chill out''. Y todo empezó como una guasa. Porque sabíamos que nuestra música era una fusión pero no sabíamos cuál ni cómo llamarla. Y mira, salió así porque nos gustaba fusionar estilos musicales y artistas. En Málaga hay hay una tradición dictada por el flamenco y otra por el turismo, y esa es la parte de apertura. Pero cuando me preguntan por las etiquetas, hay veces que ya ni sé lo que digo en las entrevistas...”, ríe la cantante.
Todo empezó “como una especie de juego y por medio estaba la Sony, porque no sabían en qué estantería ponernos. Y claro, como no éramos ni lo uno ni lo otro, pues surgió esa etiqueta que me ha pesado un poco. Es muy difícil sentir una interpretación emocionante con sonidos electrónicos grabados. Si los lanzas al momento, pues sí. Por eso, ahora vamos a llevar algunos samples que se van a lanzar en el momento, como si lanzas una cuerda de guitarra o una conga”, explica.
Hablando de congas, el nuevo disco del grupo es un claro viraje a la música de raíz latinoamericana. “He intentado hacer viajes sólo de vacaciones, pero no puedo. Al final todos terminan convirtiéndose en algo productivo. Y uno de esos me llevó a Argentina y Uruguay, y otro a Puerto Rico. Me enamoré de Uruguay, me quedé prendada del ''paisito'', como ellos lo llaman. Y conocí a una familia, los Núñez, que me acogieron”, cuenta Lamari sobre el tema “En la raíz”, que cuenta la experiencia. En ese tema empezó a experimentar con el candombé y después llegó la chacarera. El disco está producido por el gran Eduardo Cabra, “Visitante” en Calle 13, pero Lamari se rebela contra la idea de que Cabra es el artífice del disco. “Me lo han dicho en otras entrevistas y no es así.