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Dani Martín: «No se me ocurre fingir que soy un chico de 25»

larazon

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A Dani Martín le precede su imagen pública. Se la haya creado él solo o no, en la distancia corta no es como lo pintan, y eso que el desafiante chulito de barrio que algunos tienen en su cabeza ha madurado huyendo de la falsa modestia y trabajando duro. Acaba de publicar nuevo disco, sin título, o mejor dicho, con el más personal posible: «Dani Martín». La gira de presentación, que arranca el 25 de octubre, tiene 12 fechas ya confirmadas por toda España. Está en el comienzo de algo nuevo, dice, porque ha cerrado una etapa en lo personal y, en cualquier caso, nunca reniega de nada. Y, por cierto, eso de que ha madurado puede decirlo él, pero no te atrevas a decirlo tú.
-Han sido tres años desde el anterior trabajo, ¿se ha dedicado sólo al disco este tiempo?.
-Sí. Creo que he hecho el álbum de mi vida, el mejor que he hecho y por eso no tiene nombre. Siento como si fuera el primero, aunque agradezco lo que me ha pasado hasta ahora, todo lo anterior, porque así he llegado aquí. En este tiempo estuve viajando por México, Colombia, Argentina, EEUU, empapándome para tener cosas que contar. También donde vivo, en España. He grabado incluso con una orquesta entera. Nunca había hecho algo así, sino estilos más inmediatos porque no correspondían al momento que estoy viviendo ahora.
-Habla de una grabación elaborada y del momento... ¿Es éste un disco de madurez?
-Pues es que me da un poco igual si es de madurez. Es el presente de un ser humano, que soy yo. Y del final de un ciclo en una relación, y en nuestro país. Las canciones que hemos grabado buscan sonrisas, disfrute. Apoyémonos, que somos un país de puta madre. Creo que hay una ciudadanía increíble, una juventud que lo puede todo. Hay universitarios excelentes, tenemos un tesoro que se llama España y que se merece estar en un lugar diferente al que está en cuanto a autestima y sonrisas en la calle.
-Pero a lo mejor hay que empezar de cero, como canta en el disco...
-Hay que hacerlo, tío. Los lugares de confort cambian, las cosas se acaban y eso también es necesario. Pero cada uno puede hacer mucho por ayudar al vecino. Escribo canciones para conseguir una cosa: la sonrisa de la peña, la caricia al ciudadano. Puede que sea utópico...
-Y también fácil de decir...
-Mira, a mi padre le va mal. Él montó una empresa y no le funciona como le iba. Pero tiene salud, me tiene a mí, y la ruina verdadera es que te echen de casa o termines en un hospital o que los bancos te engañen. Eso es lo que me jode. El mensaje de este disco es la positividad, la alegría, y por eso he ofrecido la oportunidad de escuchar el disco antes de que salga para que cada uno decida si le mola o no le mola, porque no quiero que nadie gaste un dinero en algo que no le vaya a gustar. Por eso pongo las entradas de la mayoría de recintos a 17,50, con el 21 por ciento de IVA.
-Pero las letras del disco no son positivas, ni mucho menos.
-Son realistas. La mayoría hablan de caminar, y de que aunque se haya terminado una relación de pareja, te invito a que te pongas guapa y salgas a bailar, porque eres muy guapa. Aunque entre tú y yo no haya funcionado, me sigues pareciendo guapa. De eso habla. De «te deseo lo mejor, pero esto se ha acabado». Pues dejemos de decir que se ha acabado y busquemos alternativas.
-Las canciones que escribe brotan de sus experiencias...
-Todas. Por eso tardo tres años en hacer un disco. Las canciones las vivo y las siento y me las duelo. A lo mejor el día que me case y tenga hijos y una vida estable no me salen. Vivir en una montaña rusa me hace tener más cosas que contar.
-Canta con más seguridad estilos diferentes.
-Me siento más seguro que nunca. He trabajado mucho en ello con la gente adecuada. Si no hubiera aprendido nada en 14 años...
-Hay que ser humilde para aprender, ¿no?
-Hay que ser como se es. Si eres humilde, pues así, pero si no, la falsa humildad me da mucho por culo. Y, además, en el recorrido sale siempre la verdad.
-Ese pecado de falsa humildad no lo tiene, ¿no?
-Ni lo quiero tener, ni lo quiero cerca de mí. Me encanta que un amigo mío me diga una barbaridad. Porque él es así, como es. Y a mi alrededor tengo gente que es verdaderamente humilde, y claro, prefiero a la gente así que a la prepotente.
-Canta que no quiere ser «rockstar».
-Esa canción es un chiste sobre mí mismo. Soy un compositor de música, punto. No soy un rockero ni quiero serlo y no creo que la credibilidad de la música esté en la pose. No me gustan las poses.
-¿Cree que se han dicho muchos tópicos sobre lo que usted es?
-Me da igual, prefiero pensar en las cosas buenas y de las que he aprendido. Y he reconocido cosas que me han dicho desde lo constructivo.
-A usted se le asociaba una imagen provocadora.
-Tenía veintitantos años... y lo importante es vivir lo que tienes que vivir. Con 36 años no se me ocurre fingir que soy un chico de 25, sino vivir lo que soy.