Berlín

El festival de Lucerna abre sus puertas con notas de revolución por sus 75 años

El festival de Lucerna abre sus puertas con notas de revolución por sus 75 años
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El Festival de Lucerna abrirá sus puertas mañana, durante cuatro semanas, para celebrar sus 75 años de existencia, en los que se ha posicionado como uno de los eventos más prestigiosos en el competitivo mundo de la música clásica.

Con la decoración natural que le ofrecen los alpes suizos y el lago de Lucerna, entre los más hermosos de Suiza, este festival llama este año a una "¡revolución!", con una apuesta particular por la creación, pero sin menospreciar los conciertos concebidos como tributo a la rica historia de la música clásica.

Richard Wagner será uno de los compositores centrales en la programación de esta 75 edición del Festival de Lucerna, ciudad que, no por coincidencia, acogió durante seis fructíferos años al alemán y donde éste solía reunirse con prominentes figuras, como Franz Liszt, Friedrich Nietzsche, Gottfried Semper o el rey Ludwig II de Bavaria.

En este año tan especial, el español Pablo Heras-Casado tendrá la responsabilidad de reemplazar al director francés Pierre Boulez, una de las piedras angulares del festival y de su academia, en la conducción de los conciertos de los días 7 y 9 de septiembre.

Debido a una fractura del hombro, Boulez no podrá cumplir con estos compromisos, aunque estará presente en las discusiones previas a cada uno de estos conciertos y asistirá, como director artístico, a los ensayos de la orquesta de la Academia del Festival.

El día 7, al frente de esa orquesta, Heras-Casado, dirigirá una reciente creación del suizo Dieter Ammann: "Unbalanced instability for violin and orchestra", un encargo de la radio WDR y del festival, y un trabajo del propio Boulez: "Le Soleil des Eaux".

Dos días después, el español conducirá a la orquesta por los senderos de Anton Webern y sus "Cantata No. 2, Op. 31", "Variaciones para Orquesta, Op. 30"y "Cantata No. 1, Op. 29"; de Igor Stravinsky, con su "Le Roi des Etoiles", y de Béla Bartók y su "Cantata profana, Sz 94".

Esa velada será larga para Heras-Casado, pues adicionalmente dirigirá otros trabajos de la programación original, en la que ya estaba previsto que participe como reconocimiento a la importante evolución de su carrera en los dos últimos años.

En este periodo ha sido nombrado director principal de la Orquesta de Saint Luke's y trabajó con la Filarmónica de Berlín, la Orquesta Sinfónica de la Radio de Bavaria, la Filarmónica de Múnich y la Orquesta Sinfónica de Chicago, y este otoño debutará en el Metropolitan Opera.

La nota revolucionaria que este año se ha propuesto el Festival de Lucerna se reflejará el próximo día 29, cuando la Filarmónica de Berlín y su director más habitual, el británico Simon Rattle, presenten el que fuera hace ya cien años uno de los estrenos más escandalosos en la historia de la música: "Le Sacre du Printemps".

El público salió conmocionado de aquel concierto, y esta obra sigue siendo uno de los símbolos más vibrantes de la subversión y del alineamiento de los valores de aquella época y de principios del siglo XX.

Otro compositores que emprendieron radicales innovaciones y cuyos trabajos respondieron a su vez a revoluciones políticas, sociales y culturales estarán igualmente en el corazón de esta edición del festival: Carlo Gesualdo, Beethoven, Hector Berlioz y Arnold Schoenberg.

También estarán presentes las obras de Dmitri Shostakvich, cuyos trabajos se inspiraron en la Revolución de Octubre y dieron voz al sufrimiento y triunfo del pueblo soviético en uno de los periodos más turbulentos de su historia.

Igualmente, sonarán las notas del contemporáneo alemán Helmut Lachenmann.