Buscar Iniciar sesión

Los hermanos argentinos de Los Planetas

larazon

Creada:

Última actualización:

Lo mejor de estar de gira por España este mes triunfal para una banda argentina es intentar vivir en un verano que dure un año, huir del invierno austral. Eso dice Santiago «Motorizado», y casi puede colar como gesto de humildad, pero lo cierto es que se toma el proyecto de Él mató a un policía motorizado (el anticomercial nombre de su grupo) como una pasión muy seria. Mientras los saltos de charco de grupos españoles empiezan a ser frecuentes, las ocasiones para el viaje inverso son contadas. La banda de La Plata empezó hace diez años («ni siquiera podíamos tocar en Buenos Aires») y ahora, bendecidos por J, líder de Los Planetas, han fichado por un sello madrileño, Limbo Starr. Concluyen en Madrid con dos noches seguidas una gira que ojalá sea el comienzo de una buena amistad por nuestro bien. El parentesco de El mató –abreviando el nombre– con Los Planetas es patente en el sonido y en la forma de escribir directa, emocional. Frases sencillas con muchas vísceras. «No reniego de ningún tipo de arte, que puede ser más conceptual o abstracto, pero el que me emociona es el que abre las entrañas. Lo que no se puede negociar es la sinceridad, la poesía de cada uno se nota cuando hay ese contenido», dice Santiago. «A mí la música me cambió la vida. Consiguió que tome un rumbo inesperado que me ha traído hasta aquí, y que hace que esté viviendo algo que no puedo describir bien. Pienso que con el arte es difícil conseguir algo, pero si logro que un pibe de la otra acera se acerque a mi arte, o sea, a mí, no puedo aspirar a nada más», dice el cantante y principal compositor del grupo, que tiene otra pasión: la ilustración. Quizá por eso, algunas de sus letras parecen diálogos de una novela gráfica o un tebeo. «Puede ser. Creo que en los diálogos de cómic hay una fuerte limitación de espacio con respecto a los textos de otras artes, y a mí me gusta escribir corto, así que tiene que ver».

Dibujante de Marvel

Santiago diseña el arte de los discos. Su hermano, que vive en Pontevedra, es ilustrador de la Marvel nada menos. Puede que por eso, sus canciones hablan del magnetismo, de ondas de profundos sentimientos que vibran en el alma mucho tiempo después, y de pérdidas sin drama. También aparecen conceptos poderosos como «mujeres bellas y fuertes» o situaciones que quedan ambiguamente «más o menos bien», cantados por una voz en baja fidelidad que sale del gran volumen anatómico del bueno de Santiago. Sobre el futuro, el líder del grupo alarga las íes del «tranquiiiiiiílo» ritmo de su carrera. Ese puede ser otro signo que emparenta al grupo con Los Planetas, pues dicen que La Plata es en Argentina un equivalente a Granada, por la forma de tomarse la vida. Probablemente otro signo de su carácter es que además de cantar, toca el bajo, ese instrumento casi siempre gris pero imprescindible en sus temas. En cuanto a su futuro, Él mató ha logrado popularidad en países donde sus discos no se editan (como México o Perú, donde «se sabían las letras, fue increíble») y en Chile, Uruguay y Brasil, mientras abren camino en España y en EE UU, pero no aspiran al hermético mercado anglosajón. «Crecimos con su música, y culturalmente nos influyeron, vivimos con ello intentando entrar en su sensibilidad. Pero no nos ha preocupado tanto entrar allá. Lo que verdaderamente me da rabia es que haya esa falta de intercambio entre países que compartimos el idioma español y que no escuchemos más en Argentina lo de España y viceversa. Yo necesito más de la sensibilidad de acá y del idioma que compartimos. Eso sí me da lástima», comenta.