The Strokes: no hay quinto (disco) malo

Con cuatro discos de estudio y cerca de trece años de carrera, han vendido más de cinco millones de copias en todo el mundo. Y no lo tienen fácil a pesar de los imitadores que surgen a su alrededor como champiñones. Ahora vuelven con un nuevo trabajo, «Comedown Machine». El disco, grabado por completo en Nueva York en los Electric Lady Studios, ciudad natal de sus miembros –Julián Casablanca, Nick Valensi, Albert Hammond Jr., Nikolai Fraiture y Fabrizio Moretti–, recupera la esencia de esta banda, tan naif como callejera. A pesar de la buena noticia, y como todo tiene su cara y su cruz, fue precisamente Fraiture quien ha roto el silencio sobre la pregunta que sus seguidores se hacían de modo insistente: ¿Habrá gira de presentación? La respuesta lacónica ha sido «no». Lo dijo en un programa de radio y evitó entrar en detalles sobre las relaciones entre los miembros de la banda. ¿Algo no funciona como debería?

El disco llegará a todas las tiendas (tanto virtuales como físicas) mañana, pero se pueden conseguir dos de sus temas ya en varias plataformas (www.thestrokes.com). Hay ya críticas en la red sobre uno de los sencillos que han regalado, pero lo cierto es que el viaje que ofrece este nuevo trabajo te transporta a un lugar concreto; la voz vuelve a dirigir esas guitarras a la vez que se centra en contar vivencias. Quizá podamos notar un poco de claridad, que no es sino madurez. Mientras sigan ofreciendo un disco bien trabajado en el estudio cada dos o tres años, The Strokes seguirá teniendo ese público fiel que ya ha crecido, pero que no deja de ampliarse. Hablamos de una banda que hace un rock alternativo bastante convencional y que resulta melódico, lo que le ha hecho poder llegar sin problemas a una cantidad de público mayor que si fueran tan estrictamente alternativos como se venden. De hecho quizá sea eso lo único que les falta, un punto canalla que, en definitiva, es la esencia no escrita del rock. Y es que hay grupos que sin saber tocar una nota, han arrasado en ventas tan sólo por tener una actitud de cárcel (Sex Pistols).

Lo mejor que tienen The Strokes son ellos mismos, cada uno de sus integrantes. Todos saben que Queen no vendía por la cabellera de Brian May, o que U2 sin Bono se queda cojo, o un largo etcétera que demuestra lo importante que es el líder de una banda para generar fans. La banda ha editado cuatro álbumes: «Is this It» (2001), «Room on Fire» (2003), «First Impressions of Earth» (2006) y «Angels» (2011) y puede considerarse el primer grupo que abrió las puertas al mercado comercial de un puñado de bandas que han surgido en estos últimos quince años, como Artic Monkeys, The Killers, Frank Ferdinand, The Kooks, Kings of Leon o Kaiser Chiefs, cuyo precedente fueron The Strokes.