Historia
Prueba de un viaje en el tiempo: un iPhone descubierto en una pintura de Robert Burns de 1882
Estas imágenes continúan fascinando a quienes buscan indicios de anacronismos tecnológicos en la historia visual de la humanidad.
Una pintura del siglo XIX ha desatado una ola de teorías sobre viajes en el tiempo tras revelarse lo que muchos aseguran es la representación de un iPhone. La obra The Betrothal of Burns and Highland Mary, finalizada alrededor de 1882 por R. Josey y James Archer, muestra al célebre poeta escocés Robert Burns junto a su amada Mary Campbell, en un momento romántico a orillas del río Ayr.
Lo que ha captado la atención del público no es solo la ternura de la escena, sino un curioso detalle: ambos personajes sostienen un objeto rectangular oscuro con esquinas redondeadas que guarda un asombroso parecido con un antiguo modelo de iPhone. Este hecho ha llevado a algunos entusiastas del arte y de lo paranormal a preguntarse si el poeta nacional de Escocia habría tenido acceso al viaje en el tiempo, ya que el dispositivo representado parece adelantarse 125 años al lanzamiento del primer smartphone de Apple.
La teoría ha sido recogida por el Daily Star, donde incluso se sugiere, con humor, si Burns estaría compartiendo un meme con su amada.
Sin embargo, existe una explicación más terrenal para el misterioso objeto. El encuentro entre Robert Burns y Mary Campbell, que tuvo lugar en 1786, incluyó un gesto tradicional escocés para sellar su compromiso: el intercambio de Biblias sobre un arroyo. De este modo, todo apunta a que el supuesto "iPhone" no sería más que un libro religioso.
Este no es el primer caso en que se ha señalado la presencia de aparentes dispositivos modernos en obras de arte anteriores a la invención de los smartphones. En la pintura Mr. Pynchon And The Settling Of Springfield de 1937, realizada por Umberto Romano, algunos observadores aseguran ver a un hombre en la esquina inferior derecha usando un objeto muy similar a un móvil. El artista falleció en 1982, antes de que estos dispositivos se hicieran comunes, por lo que la verdadera naturaleza del objeto sigue siendo un misterio.
Asimismo, una fotografía tomada en septiembre de 1943 en Cornualles también causó revuelo. En ella, un hombre en una playa llena de gente parece estar completamente absorto en un objeto que sostiene en las manos, lo que le valió el apodo de “saltador cuántico” en redes sociales.
Aunque las teorías sobre viajes en el tiempo siguen siendo materia de debate, estas imágenes continúan fascinando a quienes buscan indicios de anacronismos tecnológicos en la historia visual de la humanidad.