Repercusión mundial

En Francia, José Manuel Lara era, no sólo el presidente de Planeta, sino el propietario de Editis, el número dos de la edición francesa. En marzo de 2009, el magnate había sido nombrado presidente de Editis, diez meses después de que Planeta tomara el control del grupo hasta entonces en manos de Wendel Investissements. Lara se hizo con una de las casas más prestigiosas de la edición gala, con marcas tan conocidas como La Découverte, Robert Laffont, Le Cherche Midi, Bordas o Plon, por la que desembolsó más de mil millones de euros. La Prensa gala recogía ayer el fallecimiento del empresario catalán recordando que había iniciado su carrera profesional en París, en la editorial Librairie Larousse (convertida después en Larousse), donde comenzó a trabajar hace más de 50 años, y que ya en 1970 declaraba que él quería ser «como Hachette», el número uno de la edición en Francia. La empresa familiar creada por su padre en 1949 se había convertido con él en un imperio. Como recogía ayer «Le Monde», «sus adquisiciones a lo largo de los años de editoriales, periódicos, cadenas de radio y televisión, y sociedades de producción y de distribución de cine, le han valido ser comparado con el magnate Rupert Murdoch». La revista «ActuaLitté» anunciaba ayer la muerte de Lara con un «Descanse en paz» en español, y subrayaba su postura «contra toda tentativa política de Cataluña de ganar su independencia».

Las muestras de cariño también llegaron desde el otro lado del charco. Latinoamérica era su El Dorado, pero también su segundo hogar. Como un mecenas y padre editorial, así le despidieron de norte a sur los ilustrados latinos. Se fue un editor, pero también un precursor de las letras. Hoy muchas de las grandes firmas del Nuevo Mundo no tendrían el lugar que merecen si no fuera por él. Obras para el recuerdo habrían acabado en el cajón del olvido. Su memoria quedará grabada en letras de tinta. El diario «Universal» de Venezuela resaltaba: «Uno de sus hitos es el Premio Planeta, el de mayor dotación económica en España, con 600.000 euros». En el «Universal» de México titulaban: «Muere el empresario que expandió un imperio editorial». «El Tiempo», principal periódico de Colombia que José Manuel Lara adquirió en el año 2007, destacaba: «A Lara se le reconocía su sagacidad para los negocios y especialmente su olfato para conocer hacia qué temática se desplazaba el gusto de los lectores».