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Standstill, esto no es una canción de amor

El grupo de Enric Montefusco vuelve en estado de gracia con "Hacia la luz", un disco luminoso que es la celebración del amor, aunque no lo parezca
larazon

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Después de "Adelante Bonaparte", un triple EP tan ambicioso como perfecto, era difícil volver. Todas las miradas estaban puestas en Enric Montefusco, quien, tras una maratoniana gira, había demostrado ser una de las voces más originales de la escena española -capaz, incluso, de hacer todo un espectáculo audiovisual asociado para la puesta en escena del disco-, y que además preparaba su nuevo disco dando un salto adelante en cuanto a los medios materiales para el nuevo disco. Así ha llegado "Dentro de la Luz", que sigue publicando con su sello BuenaSuerte, pero que distribuye Sony y cuya gira promueve Primavera Sound. Un disco que abre la puerta a otro microcosmos, sin corsés de estilo, sin las fronteras artificiales de los géneros. Un álbum que no se acaba y que los catalanes presentarán en tres importantes citas del verano que queda: el Low Cost (Benidorm, sábado 27 de julio), el Arenal Sound (Burriana, sábado 3 de agosto) y el Sonorama (Aranda de Duero, viernes 16 de agosto).
Puestos a explicarlo, Montefusco mantiene el misterio, la extrañeza ante la propia obra. Pero tiene claro que sí hay un cambio en la descripción que se puede hacer del sonido del álbum, que coincide en señalar que es algo "más luminoso". "No nos identificamos con un estilo, una estética o un color. Hacemos algo y le buscamios un vestido a su medida. Lo más importante era escucharme a mí mismo, saber lo que tenía que decir y hacerlo con honestidad", explica. Y lo que tenía que decir era algo así como la celebración del amor. "El redescubrimiento de uno mismo y del mundo a través del amor. El amor incluso te permite revisar tu pasado y tu horizonte. Ver ambas cosas con más luz". Pero que nadie se imagine algo así como un disco de baladas. Es el estilo Standstill. Galopadas de percusión, coros de fondo que suenan a iglesia, vientos en "crecendo", sintetizadores que van subiendo tan poco a poco que ni los oyes llegar... Y un juego con la voz: "Me interesaba traducir de alguna manera ese alma que intenta salir o que lucha por deshacerse de muchas cosas desde la infancia. Y para defender ese alma, lo mejor que podía utilizar era la voz humana, y por eso es el disco en el que hay más trabajo de coros". Porque la voz, además de comunicar con versos como "¿Cuál es el precio de un beso que nunca te negaron?", lo hace con el timbre y el tono de Montefusco. "Me gustaba escuchar la voz en contraste con la percusión y los sintetizadores, como un conflicto en el que la voz trata de abrirse hueco porque se le echan encima muchas cosas".
Y por supuesto los textos van mucho más allá de una "canción de amor". Hablan del conocimiento de uno mismo, del miedo a sufrir, a la soledad, a lo desconocido, y a conocerse. Hay en el disco multitud de preguntas directas o indirectas que hacen referencia a ese pulso. La impresión es que el proceso de Standstill es laborioso y lento. "Aciertas. Y añadiría que caótico. No he conseguido tener un método. Administro impulsos que me llegan y que no son racionsales y la verdad es que pueden pasar muchos meses hasta que me atrevo a enseñarolos en el local para trabajar con ellos", dice. Montefusco no cree que sea música "para cultos". "Me apenaría que haya quien piense así. Nunca hemos tenido una vocación elitista o endogámica, sino que siempre hemos buscado varias capas de lectura y cómo trabajar seriamente cada cosa que hacemos y que tenga un impacto inmediato y otro más profundo, que requiera más asimilación. Pienso que lo que hacemos le puede gustar a cualquier persona. Pero muchas veces es frustrante las barreras que hay para llegar con tu obra al vecino del segundo. Y es una pena, porque esa persona es como cualquiera y necesita más variedad de estímulos que los de la televisión", afirma.
EL «CÉNIT»
"Supongo que a mi me gusta que me estimulen, que me acerque a discos que sean interesantes y reveladores. Yo los hago porque creo que es un ejercicio para aclararmem, aunque cada uno tendrá sus motivos". Así se refiere Montefusco al ejercicio de crear un disco, que primero concibe en ese formato y luego amplía hacia un espectáculo completo, con audiovisual. "Cénit"es el nombre del que pondrá sobre el escenario en la próxima gira. "Una manera de relacionarnos con el público que nace de mi curiosidad por las artes escénicas".

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