Cultura

Crítica de teatro

“La isla”: Lo que el corazón esconde ★★★★☆

Junto a la labor de Juan Carlos Rubio, autor y director del texto, es extraordinario el trabajo que hacen Gema Matarranz y Marta Megías

"La isla" estará en el Teatro Quique San Francisco, Madrid, hasta el 13 de marzo
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Autor y director: Juan Carlos Rubio. Intérpretes: Gema Matarranz y Marta Megías. Teatro Quique San Francisco, Madrid. Hasta el domingo.

Nueva colaboración de Histrión Teatro con el dramaturgo y director Juan Carlos Rubio, que esta vez se ha decantado por escribir un texto “ad hoc” a la ya veterana compañía andaluza que integran la productora Nines Carrascal y la actriz Gema Matarranz. Y la verdad no podía ser mejor el resultado. Rubio, que ya nos tiene acostumbrados a alternar grandes proyectos comerciales con otros, como este, radicalmente distintos, por ser más íntimos, delicados y personales, no solo se ha sacado de la manga esta vez un texto abismal, audaz y vibrante, sino que, en su faceta de director, ha sabido acomodarlo a las dos actrices protagonistas de tal modo que uno, como espectador, tiene la sensación de estar viendo una de esas funciones que se escriben a partir del trabajo conjunto de toda la compañía en los ensayos.

No quiero decir con esto que esas obras… digamos más “colectivas” sean mejores que las otras; pero sí suelen encontrar su punto fuerte, como le ocurre a esta, en lo bien calibrada que está su oralidad, es decir, en la eficacia puramente situacional, y no tanto literaria, de sus diálogos. De hecho, si hay algo que pudiera sobrar aquí, que no lo tengo claro, serían precisamente ciertos giros del lenguaje en algunas escenas hacia otro plano más metafórico, menos realista. En cualquier caso, ese empuje desde lo natural y espontáneo hacia lo poético es tan leve y ocasional que no llega a restar ni un ápice a La isla de su fuerza dramática, ni tampoco de esa verdad, llana y desnuda, que rezuma en su nivel más profundo.

Y, de que la cosa fluya y llegue con fuerza al espectador, tienen tanto mérito como el autor-director, sin duda, las dos actrices. Es extraordinario el trabajo que hacen Gema Matarranz y Marta Megías, administrando con precisión la intensidad emocional a la que han de estar sometidos sus personajes, en esta historia, sobre la gestión del amor cuando este va asociado de manera ineluctable al dolor, que tiene como protagonistas a dos mujeres que atraviesan una crisis de pareja y que aguardan, en la sala de espera de un hospital, el dictamen médico sobre el gravísimo accidente que ha sufrido el hijo de ambas. Pero mejor no contar nada más sobre el argumento de una obra, valiente y compleja desde el punto de vista moral, que habla en definitiva de lo que sentimos y de lo que no nos atrevemos a decir que sentimos.

Lo mejor

La obra tiene contundencia, energía y profundidad en todos sus aspectos artísticos.

Lo peor

Hay un juego de metateatralidad que debería recuperarse en el desenlace para que la estructura fuese del todo coherente.