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Estreno
La epifanía de Alberto Velasco con el Siglo de Oro: "Han creado un monstruo"
Empujado por el Festival de Almagro, el actor y bailarín se entrega a los textos áureos y descubre con su 'Jácara' que "las disidencias de género siempre han estado ahí", señala

Alberto Velasco está feliz. Terminó su trabajo en el 'Orlando' de Marta Pazos (en el CDN) y salió corriendo para Almagro para inaugurar el festival de la mano de Rakel Camacho (y de la CNTC) con esa 'Fuenteovejuna' que tan buen sabor de boca ha dejado entre el público. Está "agradecido y emocionado", sonríe el vallisoletano.
Pero tras dos montajazos, por el nivel demostrado y también por el despliegue técnico y por la amplitud del elenco, llega un momento de recogimiento, de hacer algo más pequeño. Atrás quedan dos personajes como Mengo y la Reina para dar paso a una función íntima. Un proyecto muy personal en el que Velasco ha descubierto el Siglo de Oro a sus 42 años y tras el que amenaza con no dejarlo: "Es una historia de amor nueva para mí que no se va a quedar aquí. Han creado un monstruo".
El actor y bailarín ha desarrollado una pieza que firma Ruth Rubio –apoyada en varios autores áureos: Tirso, Pérez de Montalbán, Lope, Vélez de Guevara, Monroy y Silva, Guillén de Castro, Ricardo de Turia y Calderón–, pero que lleva su sello desde la idea hasta la actuación, pasando por la escenografía, la iluminación y el movimiento.
Volar libre como un abejorro
Se trata de 'La jácara de los cuerpos imposibles', un título que puede recordar a aquella 'Inopia' que presentó en el Teatro Pavón de Madrid, en 2017, y en el que mostraba diferentes coreografías "para un bailarín de 120 kilos" apoyadas, entre otros, por tres Premios Nacionales (Sol Picó, Chevi Muraday y Daniel Abreu). Y aunque Velasco ya no es aquel bailarín, sí aprendió entonces a volar libre, "como un abejorro", decía de un animal que no sabe que sus alas no están capacitadas para volar, pero que, no obstante, lo consigue; igual que él: "Bailo y hago todas las variaciones porque no soy consciente de lo que peso".
Fue una lección que le llevó a donde está hoy con su 'Jácara' repleta de música, sátira, danza, poesía, teatro y humor. Pero también llena de transgresión, picardía, travestismo y cabaret, libertad y escena, lo popular, lo gozoso, lo sorprendente y lo equívoco. "Lo masculino y lo femenino diluidos en lo diverso", presenta el programa de mano de esta "fiesta del cuerpo a través de los tiempos" (y viceversa). "Una función en la que hay mucha piel y en la que se funden los cuerpos", añade el intérprete y director.

Los textos del siglo de oro pondrán sobre el escenario del Teatro Municipal de Almagro (18 y 19 de julio) los múltiples juegos de identidades en las tramas de sus obras, en un contexto en que la transformación de lo masculino hacia el ideal cortesano convivía, no sin tensiones, con las polémicas moralistas sobre travestismo y género en las tablas de los corrales.
Irene Pardo, directora del Festival de Almagro, invitó al actor a sentirse interpelado por el Siglo de Oro; y de esa residencia surge este "alumbramiento" para Velasco: "Sinceramente, 'a priori' no había nada que me motivase, pero era prejuicios. Según fui introduciéndome, descubrí un montón de cosas que me interpelaban, emocionaban e interesaban. No tenía que hacer un esfuerzo para que me llegara. Era natural. Me di cuenta de que hablaba de cosas que habían estado ahí todo el tiempo. Las disidencias aparecemos en muchas obras de manera evidente: la crisis de masculinidad, la censura, el travestismo...".
"Soy Alberto Velasco,/ estoy aquí porque, a veces,/ los proyectos lo eligen a uno./ Irene, -quizá no la conocéis,/ la que está detrás de todo esto-/ me lanza un guante hace unos años", inicia el prólogo. La réplica se la dan sus compañeros de escenario, Joan Galo y Lucía arestegui: "Yo creo/ que una mezcla del Siglo de Oro/ y Alberto Velasco/ sería interesante".
"Tomo como propia la misión de ir al pasado y ensanchar la historia. Como autor, debo volver al Siglo de Oro para contarlo de nuevo"
Atrás quedan los miedo iniciales: "¿Qué tiene lo viejo/ que tanto me asusta?/ Que no arda nada,/ que nada me suene, que nada me excite,/ hablar lenguas distintas,/ no tener nada que contarnos/ el Siglo de Oro y yo".
Velasco comenzó a ser consciente de que "lo que te pasa hoy ya le ocurrió a una señora barroca hace 400 años". Solo cambia el tono, la atmósfera y la sociedad; lo demás, "lo fundamental", añade, "sigue siendo lo mismo, que no deja de ser emocionante y desolador al mismo tiempo". Así lo ha comprobado de primera mano en 'Fuenteovejuna', estrenada el 3 de julio en la misma calle que presenta ahora 'La jácara...'. "No hace falta contemporaneizar nada".
Así da forma a un "cabaret sicalíptico" –como lo define– en el que se convierte en el maestro de ceremonias y que pone el dedo sobre esas disidencias de género que le apelan directamente. "Me he dado cuenta de que han estado siempre, que no son invento del siglo XX; ya estaban si miramos cuatro siglos atrás e incluso más atrás y en culturas no occidentales. Mi viaje al Siglo de Oro ha sido para dar con huecos en la historia en los que encontrarnos", reconoce quien ha tomado como "leitmotiv" una frase del mismísimo Lope de Vega ('La varona castellana', 'Mujeres sin hombres'...): "No siempre suya ha de ser la historia y la pluma".
"Mujeres travestidas de hombres/ hace más de cuatrocientos años/ clamando fuerte en los escenarios", celebrará Lucía sobre las tablas. Enfrente, Joan recita: "Hombres que desean a otros hombres/ excusándose en banal enredo/ bajo capas de simulación". Y, el director, por su parte, invita al público al que "será un cabaret travesti/ de tantos huecos la historia/ que es también la de nosotres./ Llamo a Joan entonces, elle/ es capaz de fascinar/ con cada cual de sus nombres/ Joan es Marina y recuerda/ que deberíamos ser/ todas nuestras propias diosas,/ Joan es Guzmán y Deidamia,/ y es Lauro, Febo y Ocaña/ que arde ataviada en bengalas".
"Tomo como propia la misión de ir al pasado y ensanchar la historia. El pasado ha sido contado de una manera determinada y mi labor como autor es volver al Siglo de Oro para contarlo de nuevo. Abrir nuevos espacios para que otras personas se puedan ver interpeladas", cierra Velasco.
- Dónde: Teatro Municipal, Almagro (Ciudad Real). Cuándo: 18 y 19 de julio. Cuánto: 21, 27 y 29 euros.
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