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Nixon y Mao, a bofetadas en el Teatro Real

La producción de John Fulljames recrea el histórico encuentro del presidente estadounidense con Mao Tse-Tung en 1972
Estrenada en 1987, «Nixon in China» cuenta con materiales de apoyo sacados de la Fundación y el Museo del presidente norteamericano
Estrenada en 1987, «Nixon in China» cuenta con materiales de apoyo sacados de la Fundación y el Museo del presidente norteamericanoCamilla Winther

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En el aeropuerto de Pekín, contingentes del ejército chino esperan la llegada del avión presidencial «Spirit of '76», que lleva a Richard Nixon y su grupo. El coro militar canta “Las tres reglas de la disciplina” y los “Ocho puntos para la atención”. Nixon aparece junto a la primera dama Pat Nixon y su secretario de Estado Henry Kissinger. El presidente intercambia saludos con el primer ministro chino, Zhou Enlai, que encabeza la bienvenida. Esto ocurría el 21 de febrero de 1972 y era la primera vez que un presidente estadounidense visitaba China. Un gesto lleno de significado y una petición tácita de disculpas, puesto que en 1954 el entonces secretario de Estado, John Foster Dulles, había negado el saludo a Zhou en Ginebra. Un desprecio que China no había olvidado.
El viaje de Nixon inició la distensión entre ambas potencias después de dos décadas sin relaciones diplomáticas y la cumbre, que duró una semana, cambió el curso de la Guerra Fría y dejó imágenes históricas, como el encuentro de Nixon con Mao Tse Tung, presidente del Partido Comunista. La idea de hacer una ópera sobre este acontecimiento, se la dio al compositor John Adams (Massachusetts, 1947) el director de escena Peter Sellars. Adams abordaba el deshielo político fomentado por la llamada “diplomacia del ping-pong”, nacida de la invitación de los jugadores de mesa estadounidenses por sus homólogos chinos un año antes del viaje. Unas partidas con importantes implicaciones políticas porque marcaron el comienzo de relaciones entre la China comunista y los EE.UU allanando el camino para la histórica visita de Nixon. El libreto se lo encargó a la poetisa Alice Goodman, que realizó una amplia investigación sobre el encuentro. Si esta era la primera vez que un presidente estadounidense visitaba el país, “Nixon en China” era la primera ópera que utilizaba un evento mediático escenificado como base de su estructura dramática. Goodman indaga sobre el papel real de ambos líderes en el devenir del orden mundial, a través de un juego dialéctico entre la parafernalia propagandista del poder y las reflexiones íntimas de sus protagonistas.
“Nixon en China” tardó dos años en componerse. Fue estrenada en la Grand Opera de Houston el 22 de octubre de 1987 en una producción de Peter Sellars con coreografía de Mark Morris, y ahora lo hace en el Teatro Real, justo en un momento donde las relaciones diplomáticas entre ambas superpotencias parecen volver a la máxima tensión con incidentes como el supuesto globo espía o el conflicto sobre Taiwán. La ópera, dividida en tres actos, es una producción del Real en coproducción con Den Kongelige Opera de Copenhague y la Scottish Opera, y supone su estreno absoluto en España. El teatro pondrá en escena 7 funciones entre el 17 de abril y el 2 de mayo con John Fulljames en la dirección de escena y la coreana Olivia Lee-Gunderman y el griego Kornilios Michailidis alternándose en la musical. Ambos estarán al frente del Coro y Orquesta Titular del Teatro, junto a los barítonos Leigh Melrose (Richard Nixon), Jacques Imbrailo (Chou En-Lai) y Borja Quiza (Henry Kissinger), las sopranos Sarah Tynan (Pat Nixon) y Audrey Luna (Chiang Ch’ing, Madame Mao), el tenor Alfred Kim (Mao Tse-Tung) y las mezzosopranos Sandra Ferrández, Gemma Coma-Alabert y Ekaterina Antípova.
Para acercar ese momento histórico al público actual, 50 años después, el director John Fulljames, junto al escenógrafo Dick Bird, utilizan abundante material documental e iconográfico. Un monumental archivo acoge la trama de la ópera, en la que los protagonistas actúan con trajes similares a los originales, reforzando el realismo de la propuesta con multitud de documentos originales. “Nos ha sido muy útil disponer de muchos elementos históricos de esta visita, tuvimos acceso a los archivos de Nixon, a muchas horas de filmación del viaje, fotos, postales y objetos directos que hemos incorporado en la producción, nos interesaba que quedara claro que se trata de una ópera inspirada en la realidad, que no es ficción”, subraya.
"Nixon en China" se estrena el 17 de abril en el Teatro Real
"Nixon en China" se estrena el 17 de abril en el Teatro RealCamilla Winther
La partitura, de reconocible atmósfera estadounidense, evoca el universo real y mediático de la visita, con arias, dúos, concertantes, coro y ballet. Para el director Kornilios Michailidis, “Adams es un compositor minimalista influido por Philip Glass, pero aquí hay muchas más influencias, referencias al jazz y sonidos de big band, también neoclásicas, postrománticas, así como ecos de Stravinski, Wagner y Johann Strauss, incluso iría más lejos, hay ritmos que suenan a ópera barroca y esto está hecho a propósito porque es una ópera histórica y quiere reflejarlo con un tratamiento especial del sonido, con una orquestación muy exigente, tanto para la orquesta como para los cantantes, un verdadero maratón –asegura-. Por ejemplo, no aparecen fagot ni trompas, pero hay cuatro saxos, dos pianos y un sintetizador eléctrico que crean una sonoridad muy especial. Además -prosigue Michailidis-, esta ópera está basada en los textos, no en la acción, con lo cual es muy importante que esos matices sonoros aparezcan claramente, y eso supone un reto”. Para conseguirlo el trabajo de conjunción con Olivia Lee-Gundermann ha sido exhaustivo. “Mi objetivo es que todos los músicos toquen como si fueran uno solo. Adams emplea multitud de escenas y ritmos repetitivos, cambiantes, que alargan o respaldan el sentido del suspense. Yo creo que el público no es consciente de la enorme dificultad que tiene esta partitura –asegura-, hay continuos cambios de color en la música y la orquesta debe estar concentrada al máximo, especialmente los cantantes, por eso nuestro papel como directores en esta ópera es, en mi opinión, extremadamente importante”, concluye.
Adams es uno de los compositores vivos más importantes. Su vena política le viene por su madre, demócrata liberal. Según cuenta: “La ciudad de Concord, donde asistí a la secundaria, fue el centro neurálgico de las campañas presidenciales de la ciudad. Allí estreché la mano de JFK la noche antes de ganar las primarias de New Hampshire en 1960, y mi primer voto fue para el inconformista McCarthy. Así que fue natural que me propusieran el encuentro de Nixon y Mao, como tema de una ópera”.
  • Dónde: Teatro Real, Madrid. Cuándo: del 17 de abril al 2 de mayo. Cuánto: de 17 a 470 euros.