Buscar Iniciar sesión
Sección patrocinada por
Patrocinio Repsol

Pepe Viyuela: "El timo forma parte del carácter humano"

El actor celebra un doblete veraniego con el que pasa de la mística en el Corral de Comedias de Almagro a la comedia en el Teatro Romano de Mérida: "Las dos mecas", aplaude
Sara Águeda (izquierda) acompañará a Pepe Viyuela y Elena González, en el Corral de Comedias de Almagro, con el sonido de su arpa
Sara Águeda (izquierda) acompañará a Pepe Viyuela y Elena González, en el Corral de Comedias de Almagro, con el sonido de su arpaCía. El Vodevil

Almagro Creada:

Última actualización:

Dos noches antes de las elecciones generales, Pepe Viyuela y los suyos suben al Corral de Comedias de Almagro para dejar claro «el valor de la palabra» –cuenta– en un espectáculo, Toda la noche m’alumbres, en el que se confronta la palabra «como arma arrojadiza e insulto» –continúa– con «esa otra que contribuye a la convivencia y a iluminar». Le preocupa al actor «la intención deliberada de engañar», pero todavía más «que la gente no se dé cuenta de ello, que vivamos ajenos a lo manipulables que somos, sobre todo, desde las redes, que es donde más basura se vierte a la mente». Denuncia su «miedo» a la batalla del relato: «Depende de cómo cuentes la historia, te van a creer o no, y lo de menos es si mientes; eso no importa si te quieren...». Reflexiona Viyuela con cierto punto de pena sobre la vulnerabilidad a la que estamos expuestos: «La publicidad es experta en envolver discursos de mentiras con un envoltorio que los haga apetecibles. Luego el problema también está en que decidimos informarnos siempre en los mismos abrevaderos».
Es esa deriva uno de los motivos por los que Pepe Viyuela se ha decidido –junto a Elena González, su pareja– a dar un paso en pro de todas esas palabras «buenas». Hace ya un lustro que tuvo una epifanía con San Juan de la Cruz, y desde entonces no ha parado de profundizar en su alma. «Llevo disfrutando con él muchos años e intenté memorizarlo entero. Ahora, no me lo sé todo, pero me he esforzado en llenarme de su palabra».
Por momentos, la admiración de Viyuela al Santo recuerda a la devoción que profesa a la misma figura Lluís Homar, quien inauguró el Festival de Almagro el 29 de junio en ese mismo Corral y con este mismo autor. Incluso los dos han optado por acompañar a San Juan con otros autores: Homar se arropó con los Ibn Arabi, Ramón Llull, Jacint Verdaguer y Santa Teresa de Jesús; y en esta ocasión, Toda la noche m’alumbres apoya su recital en «las más insignes plumas de la literatura castellana», presentan de Lope, Garcilaso, Quevedo, Góngora o, de nuevo, Santa Teresa; además del arpa de Sara Águeda.
Es la base de un espectáculo que se renombra a partir del verso de una canción prerrenacentista («Ay, luna que reluces») que para Viyuela «recoge la idea de la noche, el momento en el que vamos a representar la pieza, y la idea del alumbramiento». Y es que, como él mismo señala, es un año muy especial en el clan, «es un año que tiene que ver con el alumbramiento», dice quien hace apenas dos meses ha sido abuelo por parte de su hija Camila, también actriz. «Mira que no soy religioso, pero me gusta mucho la tradición belenística, que digo yo que tendrá que ver con que sea una manifestación escénica, y este año no lo hemos quitado porque es el año de la Navidad, de la luz», dice con el orgullo y la baba chorreante del abuelo primerizo.
Remarca de nuevo que no es religioso, pero que la mística «va más allá», «de ahí que se ha vuelto a poner de moda porque va a lo esencial. Está llena de imágenes hermosas y, con el paso del tiempo, me he hecho más sensible al poder de la palabra como ayuda a vivir», confiesa. Se entrega el intérprete a esa vida inmaterial que transita de San Juan de la Cruz a La utilidad de lo inútil, de Nuccio Ordine: «¿Qué valor tiene un poema?», se pregunta. «El que quieras, porque no puede ser cuantificable. Y ahí ninguno se ha acercado a la belleza de San Juan. Cuando las palabras están bien escogidas son un deleite», añade el actor de un montaje con el que promete «no solo pasarlo bien, sino también iluminar espacios interiores».
Y tras su debut en el Corral (que no en el Festival de Almagro), Viyuela celebra el doblete del verano: «Es la primera vez que voy a los dos grandes festivales, a las dos mecas». Hoy y mañana en Almagro, y del 26 al 30 en el Teatro Romano de Mérida con Las nubes, de Aristófanes, bajo la dirección de Paco Mir. «A ver si no nos la cargamos», ríe de la que, para el propio autor griego, fue su mejor obra. «Un clásico no lo puedes destrozar. Si lo haces mal al que te cargas es a ti», explica de una pieza llena de retórica: «Coincide con las elecciones, así que el tema estará vivo. Los sofistas han existido siempre, como los charlatanes, que nunca se irán. El timo forma parte del carácter del ser humano».
Un nuevo proyecto en el que el actor vuelve a estar acompañado de la familia, esta vez, de su hijo Samuel, con el que ya ha «perdido la cuenta» de las veces que han coincidido sobre las tablas. Viyuela Senior será Estrepsíades y el Junior Hipocomiso, padre e hijo también en la ficción. «Pero por suerte nos llevamos mejor en la vida real. Ya paso la adolescencia y me permite ser su padre –bromea–. No le gustaba que fuera ni tan conocido ni un payaso. Al final aprendió a valorarlo».
  • Dónde: Corral de Comedias, Almagro. Cuándo: 21 y 22 de julio. Cuánto: desde 20 euros.
  • Dónde: Teatro Romano, Mérida. Cuándo: del 26 al 30 de julio. Cuánto: desde 14 euros.