Colombo: «La Copa Chenel no era para mí, pero me ayudó a llegar aquí»
El venezolano, tras triunfar en América, abre temporada europea hoy, con la corrida de Pedraza en la Feria de San Isidro
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La radical reducción de festejos supuso un frenazo para la progresión de jóvenes toreros que estaban en plena carrera por hacerse un hueco en el escalafón. Uno de ellos era el venezolano Jesús Enrique Colombo, reconocido por ser de los pocos que domina también el tercio de banderillas y por su valor seco. Después de ser de los últimos novilleros más recordados, lucha ahora por consolidarse en las ferias españolas, una vez que en Sudamérica ya goza de gran cartel. Precisamente, el venezolano regresaba hace unos días del continente americano, donde ha visitado todos los países taurinos de allí (Colombia, Perú, Ecuador, México y su Venezuela natal). Incluso, en Venezuela llegó a ejercer de anfitrión en uno de los compromisos de Emilio de Justo. Hace unos días invitaba a 250 aficionados a acompañarle a un día de entrenamiento en el campo. «Las plazas se agotaron en las primeras 4 horas», cuenta Colombo.
¿Cómo ha visto la salud de la Fiesta en América?
El balance general es que la gente ha ido a los toros. Especialmente, me ha sorprendido mucho la gran asistencia que ha habido en Venezuela, después de lo afectada que se ha visto por la pandemia y la clase política. Hacía mucho tiempo que no metíamos 12.000 personas en una plaza.
¿Cuánto tiempo pasó sin poder visitar a su familia?
Pues los dos años de pandemia. Aunque mi padre sí pudo venir a verme cuando actué en Las Ventas en Otoño.
¿Cómo es hacer de anfitrión tan joven de toreros tan consagrados como Emilio de Justo?
Sentí el peso de recibir por primera vez a una fi gura en casa, pero fue un mano a mano muy bonito en el que pudimos triunfar ambos. Cuando tuvo el percance en Madrid estuve muy pendiente de su evolución.
¿Sorprendió verle anunciado en la Copa Chenel 2021 (dirigida a toreros en busca de oportunidades), tras ser una de las irrupciones de antes de la pandemia?
Es cierto que el formato estaba hecho para otro perfil de torero, pero era una oportunidad que me ha ayudado a llegar aquí. Al final decidieron también contar con otros toreros que toreábamos un poco más y no dudé en decir que sí. Me parece un circuito innovador que tiene su propia competitividad y que apuesta por la variedad de encastes. Pero desde que me llamó mi apoderado con la propuesta tuve claro que lo importante era ir ganar (aunque fi nalmente el triunfador del certamen fue Fernando Adrián).
Después de tantos meses de espera, la corrida de Victorino en Otoño no embistió.
Es evidente que la dificultad estuvo ahí, pero la carrera de un torero no solo se mide por las tardes de gloria, sino también por las complicadas, las que curten. Me quedo con que era mi primera tarde con los de Victorino y fui capaz de matarla muy dignamente. Ahora en San Isidro tengo otra oportunidad con la de Pedraza de Yeltes el 18 de mayo (con López Chaves y Diego Carretero, que confirma).
¿Una tauromaquia tan vistosa como la suya se aprecia igual en América como en Francia?
La tauromaquia es universal y el descenso del número de toreros que banderilleamos no es culpa del público, sino un problema que nace de las escuelas. Aunque estos centros forman sobre todos los tercios, las banderillas requieren una dedicación muy exigente. Pisar esos terrenos no es fácil. Aunque en tardes importantes pueda perjudicar, yo voy a seguir siendo fi el a mi concepto.
También ha compartido cartel con Carla Otero.
Sí, en Ecuador. Tengo mucha fe en que crezca el número de mujeres en unos años en los escalafones taurinos. Viendo novilleras con condiciones como Carla, no me extrañaría nada competir con varias de ellas dentro de poco.