
Próxima temporada
El plan de Plaza 1 para 2026: menos rejones, más toros y apuesta por el aficionado
La empresa gestora de la plaza de toros de Las Ventas modifica su hoja de ruta para responder al pulso de la afición, entre ajustes, reivindicaciones y una fuerte carga simbólica

La temporada 2026 en Las Ventas no será una más. Plaza 1 ha movido ficha y lo ha hecho con decisiones que rompen inercias. Rafael García Garrido, cabeza visible de la empresa, ha confirmado que habrá más corridas de toros durante los meses de verano, reduciendo así el protagonismo que hasta ahora tenían los rejones y las novilladas en esa franja estival. La idea es clara: ofrecer más donde más se necesita y apostar por lo que verdaderamente conecta con el tendido.
En ese sentido, la sustitución de una corrida de rejones por una de toros marca un giro de timón. No es casualidad. El empresario no esconde que el verano necesita estímulos, y la forma de dárselos es con más toro y menos adorno. Plaza 1 busca ajustar el calendario a lo que funciona. Y si algo está funcionando, según sus propias palabras, es el tipo de festejo que genera implicación real entre los aficionados.
Más allá de números y cuadrantes, hay una lectura que no se puede obviar: el torismo recupera protagonismo en el coso más exigente del mundo. Ganaderías como Cuadri, Saltillo, Palha, Partido de Resina o Dolores Aguirre volverán a poner sobre el albero de Madrid esa emoción áspera que tantos reclaman. Son nombres que, por sí solos, construyen cartel. No estarán todas —Miura, Santiago Domecq o Baltasar Ibán se caen por falta de reses que cumplan con la exigencia de Madrid—, pero el gesto es inequívoco.
Menos novilladas de las que marca el pliego, sí, pero con una intención: equilibrar el conjunto de la temporada. La empresa justifica que no se trata de una renuncia, sino de una necesidad operativa. San Isidro y la Feria de Otoño están consolidados; el foco ahora está en fortalecer la temporada ordinaria, en la que la asistencia fluctúa más, pero también se mide mejor el pulso de la plaza.
En ese terreno, García Garrido lanza una reflexión que rompe con el triunfalismo fácil: “A mí me gusta ver un festejo de temporada con diez o doce mil personas; tiene más mérito que poner un ‘no hay billetes’ en San Isidro”. Es ahí donde la plaza late sin maquillaje, donde el aficionado de verdad se expresa y donde se construye afición desde lo auténtico.
Con todo esto, Las Ventas se prepara para una temporada más estructurada, más valiente y más conectada con el aficionado exigente. No habrá revoluciones, pero sí reajustes que tienen una lectura clara: la expresión cultural del toreo necesita verdad, compromiso y una mirada larga. Y la temporada 2026, al menos en su planteamiento inicial, parece querer honrar esa responsabilidad.
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