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Una peculiar historia de los animales y seis libros más

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Una peculiar historia de los animales y seis libros máslarazon

Nuestras críticas de libros de esta semana te traen una peculiar historia de los animales, una nueva traducción de “El final del affaire” de Greene, 86 cuentos inéditos de Kipling...

Nuestras críticas de libros de esta semana te traen una peculiar historia de los animales, una nueva traducción de “El final del affaire” de Greene, 86 cuentos inéditos de Kipling...

¿En qué se parecen el caballo de Troya y Milú?; por David Hdez.-de la Fuente

Pastoureau propone una peculiar historia de los animales llena de anécdotas y buen humor

Se diría que poco tienen en común la serpiente del pecado original, el Minotauro, el elefante de San Luis, el rinoceronte de Durero, el osito Teddy, el pato Donald o la oveja Dolly aparte de ser, parafraseando el título del apasionante libro de Michel Pastoureau que nos ocupa, «animales célebres». Huelga decir que, silenciosa, abnegada o aviesamente, los animales han acompañado al ser humano en su devenir histórico desde tiempo inmemorial, desde que los pueblos nómadas de las estepas domesticaron el caballo hace 6000 años o, desde incluso antes, cuando el gato y el perro comenzaron su amistad con el hombre, acaso hace 10.000 y 30.000 años, respectivamente.

Como compañeros, auxiliares, rivales, enemigos, predadores o presas, nos hemos visto rodeados de animales, que han sido también fundamentales para la vida espiritual y, sobre todo, para nuestro pensamiento simbólico. Ese “alter ego” del hombre que es el animal nos ha acompañado siempre en nuestra aventura sobre este planeta, también en mitos de los orígenes, cuando éramos hermanos y hablábamos un mismo idioma. No solo la historia económica, cultural o política están marcadas por la indeleble huella de estos peculiares parientes –sobre todo cuadrúpedos o mamíferos, domesticados, cazados, pastoreados o simplemente alimenticios–, sino que también hemos modelado nuestro lenguaje simbólico y nuestro pensamiento al hilo de la interacción no siempre exenta de problemas con ellos.

Entre analogías, riesgos y desafíos, la historia universal queda iluminada por las actitudes registradas en el pasado ante nuestros colegas del mundo animal. Hoy día su estudio está más en boga que nunca y hay diversas aproximaciones acerca de su importancia para la lingüística, la sociología o la historia de las emociones o de las ideas políticas (utopías y animales son temas ligados), por poner algunos rápidos ejemplos. El excelente ensayo que nos ocupa, firmado por Michel Pastoureau, realiza un recorrido muy personal por la historia de animales especialmente simbólicos para nuestro pensar simbólico. Profesor en la Sorbona es un conocido historiador de la cultura, las mentalidades y el simbolismo, especializado en la Edad Media, que comenzó su andadura con una tesis sobre los bestiarios animales del medievo.

Tirar de los hilos

Desde entonces este investigador nunca ha dejado de interesarse por estos silenciosos coprotagonistas de la Historia con mayúsculas, cuyas peripecias permiten seguir muchos hilos de historias con minúsculas pero no por ello menos reveladoras de aquélla. Animales como el Caballo de Troya, Nessie o Milú, se revelan indispensables para entender la historia de las mentalidades en la antigüedad, el medievo o el mundo moderno. Pastoureau se ha convertido en uno de los historiadores imprescindibles para obtener un panorama global de aspectos que pueden parecer marginales, pero que tienen una importancia decisiva para entender un momento histórico determinados. No se pierdan este libro. Pocas veces se aprende tanto en tan breve espacio como entre estas «celebrities» del mundo animal.

sobre el autor:

Michel Pastoureau es un medievalista francés especializado en historia cultural y simbólica

ideal para...

darse cuenta de la importancia simbólica de las figuras animales en la historia de la cultura desde la antigüedad a nuestros días

un defecto

Lástima que las ilustraciones de esta larga historia de convivencia con los humanos célebres sean tan pequeñas

una virtud

El libro destaca por su erudición noticiosa, como dirían nuestros clásicos, sazonada con un inteligente sentido del humor

puntuación

10

«Animales célebres»

Michel Pastoureau

PERIFÉRICA

256 páginas,

18 euros

Leer para escapar del mundo; por Ángeles López

El acierto, nada fácil, de Schlink pasa por saber enhebrar una historia desde puntos de vista distintos en lugar de hacerlo de forma lineal. En este caso se servirá de tres ángulos: la tercera persona, el testimonio de un joven que la conoce en los años cincuenta y las misivas que Olga envió a su amado durante años –aún sabedora de que no estaba en este mundo–, siempre sin obtener respuesta. A esta construcción sutil y compleja, se suma la mirada del escritor sobre finales del siglo XIX y principios del XX de una Alemania estrangulada por su deseo de grandeza, en tiempos del fatal Bismarck, que sueña con la «civilización» de África. Vaya por delante que las almas sensibles deberían leer esta historia de orfandad, duelos y desamor con un pañuelo de hilo de los de siempre. «No te va a estorbar nada, lo que más le gusta es mirarlo todo». Así arranca la novela, como una declaración de intenciones sobre Olga. Huérfana, a caballo entre dos siglos, es criada por su abuela. Contra todo pronóstico obtiene una buena educación hasta convertirse en maestra y soportar los envites de su tiempo pertrechada de una buena cultura.

Una expedición polar

Es una observadora singular. Puede permanecer inmóvil horas, cultivando su propia soledad así como los viajes de piel hacia dentro. Pronto conocerá a su mejor amigo, que pertenece a una clase distinta a la de ella pero que solo piensa en convertirse en explorador. Entusiasmado con las guerras coloniales decide alistarse en el ejército. Viajará por África y por América del Sur y más tarde formará parte de una expedición polar... Y Olga se refugiará en los libros para escapar del mundo hostil que solo tiene espinas para ella desde que nació. Es bueno recordar que igual que la protagonista está inspirada en una mujer que durante la guerra fue costurera en la familia del autor durante su infancia en Heidelberg, su amado, se basa en una figura histórica: el desaparecido oficial alemán Herbert Schroeder-Stranz.

Olga es presa de su tiempo. No obstante, repite pautas avaladas en novelas anteriores de Schlink: mujer mayor y experimentada frente a joven con hambre de vida. Esa fue la receta del éxito de «El lector», la película del mismo nombre en la que Kate Winslett ganó un Oscar. Esta vez no hay ningún elemento erótico, pero ella sabe hacernos partícipes de los crímenes más horribles del siglo XX. «No me aferro a ti», escribe nuestra protagonista, y añade «debes seguir tu camino. Solo te extraño». ¿Qué se puede esperar del amor? ¿Qué se le puede exigir? Pregunta eterna que no responde el autor, pero nos hace reflexionar.

sobre el autor

Bernhard Schlink (Bielefeld, 1944) ejerce de juez. Su novela «El lector» obtuvo numerosos galardones

ideal para...

conocer el panorama alemán desde finales del siglo XIX hasta la década de 1970 un defecto

En ocasiones hallamos un exceso de moralismo

una virtud

Su poder real se deriva de su estructura inteligente y sus giros de trama

puntuación

8

«Olga»

Bernhard Schlink

ANAGRAMA

320 páginas,

23,70 euros

Tanto enredo para casi nada; por Lluis Fernández

Erin Kelly no acierta con esta historia que, aunque escrita con pulso, resulta tramposa

Lo que tenía toda la apariencia de la clásica intriga de atracción fatal acaba convirtiéndose en un canto a la sororidad feminista, un término tan horrible como su significado. En «Él dijo, ella dijo» Erin Kelly toma prestadas dos tramas que siempre funcionan en las novelas de intriga familiar: el extraño que se introduce en el hogar y acaba convirtiéndose en un peligro y el juego de las apariencias engañosas de «Rashomon» (1950), donde se establece la resbaladiza relación entre la verdad y los prejuicios que alteran la percepción de los hechos. Huelga decir que la trama de «Rashomon» es más compleja que la simplista «Él dijo, ella dijo», donde en vez de cuatro testimonios opuestos se alternan dos narraciones en primera persona que más que confrontarlas las complementan. El punto de vista dual se ha extendido desde que Gillian Flynn lo puso de moda con «Perdida» (2012).

En el fondo, es un relato sobre el remordimiento y la culpa por los actos indignos que nos condenan moralmente a una vida de recriminaciones internas hasta lograr redimirse mediante la confesión. Los protagonistas, una pareja un tanto idealista y con un complejo de culpa puritano, esconden sus mentiras hasta que lo reprimido estalla como un globo. En un mundo tan relativista como el actual, llama la atención que la pareja viva en el fondo tan obsesionada por la culpabilidad y todas sus decisiones estén condicionadas por unos actos que, o bien pudieran haberse perdonado, o bien relativizado.

Hay un punto de infatuación en la moralina de la protagonista, necesaria para sostener el grave tema de la violación y la mentira en un juicio. En cuanto a las consecuencias del engaño resulta todavía más pueril. Sobre todo, si ambos viven inmersos en los festivales musicales o «raves» de los años 90, persiguiendo eclipses, metáfora de las fases de la relación de esta pareja. El resto es una acumulación de acontecimientos manipulados por la autora hasta enredar al lector en una trama tan contradictoria como ilógica. No es que Kelly se haga trampas en el solitario, que las hace, es que no las oculta. En todo relato de intriga doméstica es lógico que una vez suspendida la incredulidad del lector la autora lo zarandee, hasta que unos giros imprevisibles lo devuelven al punto de partida sorprendido. En caso contrario, el lector desconecta o se enfada.

Proyectar los miedos

Cuando el relato se sostiene entre lo siniestro, «lo familiar vuelto extraño» de Freud, y la culpa, en un clima más bien introspectivo y calmo, no merece un enredo tan rocambolesco e ideológicamente vengativo como el que remata Kelly. Y menos cuando lo siniestro, mera proyección de los miedos y deseos reprimidos del drama familiar, se transforma en un canto a la liberación del malvado varón, que cuando no es un violador es un peligroso mentiroso, mientras que ella, tan vengativa como culpable, sale purificada del eclipse total. Lástima, porque la novela tiene momentos brillantes y está escrita con pulso y dominio.

sobre la autora

Erin Kelly (1976) es una novelista inglesa cuya primera novela, «El dice, ella dice», ha conseguido muy buenas críticas y el elogio de nada menos que Gillian Flynn y Marian Keyes

ideal para...

amantes de la literatura feminista, con un enredo típico del «domestic noir»

un defecto

La morosidad detallista de la novela, centrada, sí, en la persecución de eclipses, una tarea excéntrica

una virtud

El libro está muy bien ilustrado, con fotos de la autora y sus coetáneos, o caricaturas que salieron en la prensa

puntuación

7

«Él dijo, ella dijo»

Erin Kelly

HARPERCOLLINS

480 páginas,

19,90 euros

(e-book: 9,90)

Kipling, por el bien de todos; por T. Montesinos

Con traducción de Victoria León, se presentan ochenta y seis cuentos inéditos de uno de los maestros del género que ha dado la historia. Desde muy pronto, en 1891, Kipling destacó con «El hándicap de la vida», conjunto de historias ambientadas en la India donde se mezclan las religiones, las lenguas y las razas siempre con un trasfondo de misterio y exotismo. Dan fe también de su talento como cuentista los dos maravillosos volúmenes de «El libro de las tierras vírgenes» (1894 y 1895), que Walt Disney llevaría al cine con el nombre de «El libro de la selva».

No lo pudo decir más claro uno de los más tempranos admiradores de Kipling, Jorge Luis Borges: «No hay uno solo de estos cuentos –dijo en referencia a cierta antología de relatos– que no sea, a mi parecer, una nueva y suficiente obra maestra».

También aseguraba el argentino que los primeros del autor anglo-indio podrían ser «ilusoriamente sencillos», y este «Por el bien de la humanidad» significa un buen ejemplo, pues se trata de cuentos donde el punto de vista narrativo es franco y directo, a menudo recurriendo a diálogos de corte teatral o a páginas donde el formato epistolar cobra protagonismo.

Vivir con intensidad

Son textos pertenecientes a la década de 1880, años pues de formación periodística y literaria, de uno de esos escritores que viven con intensidad la evolución de su país, en paralelo a su propia trayectoria, vital y profesional; ello, en su caso, resultaba especialmente significativo al nacer en Bombay, en 1865, pasar la infancia en Londres y volver a la India en los años ochenta para trabajar como redactor de la revista «Civil and Military Gazette», donde justamente aparecieron cincuenta y uno de estos cuentos.

Este trabajo, como dice León, «lo llevó a viajar por toda la India en busca de noticias y que le proporcionó una impagable riqueza de tipos, asuntos y escenarios para alimentar su prolífica producción literaria de esta época». Por todo lo dicho, el lector encontrará textos de carácter híbrido, de diferente calidad literaria, donde sobre todo se palpa el terreno y sus gentes, donde la vida ordinaria y las anécdotas imperan, como si Kipling estuviera entrenando su mirada hacia el ser humano para los maravillosos cuentos que el destino le deparaba escribir en un futuro. La sátira política y el humor, el «nonsense» de Lewis Carroll o la descripción costumbrista de un lugar y su población se van abriendo camino en un volumen que se convertirá en indispensable para los incondicionales del autor de «Kim» o «Capitanes intrépidos».

sobre el autor

Rudyard Kipling (Bombay, 1865-Londres, 1936) escribió relatos, ensayos, novelas y poesía, y fue Premio Nobel en 1907

ideal para...

conocer la primera época de la juventud narrativa del escritor

Un defecto

El ambiente del todo localista puede no conectar con el lector

una virtud

El breve prefacio con imágenes llamativas

puntuación

8

«Por el bien de la humanidad»

Rudyard Kipling

Reino de Cordelia

656 páginas,

29,90 euros

Chirino y el viento hecho hierro; por J. Ferrer

El pasado marzo moría el escultor Martín Chirino (Las Palmas de Gran Canaria, 1925-Madrid, 2019). Con él desaparecía una figura capital del arte abstracto español. Destacado integrante del grupo El Paso, su obra plástica representa, junto a la de Manolo Millares, Antonio Saura, Pablo Serrano y Rafael Canogar, la máxima expresión del informalismo vanguardista, marcado aquí por un simbolismo geométrico de fuerte implicación existencial. El escritor, periodista y crítico literario Antonio Puente acaba de publicar, bajo el título de «La memoria esculpida», una extensa entrevista que se constituye en el testimonio, de viva voz, de la trayectoria vital y creativa de un artista irrepetible. Encontramos así, destacando su carácter estoico y apasionado, su dedicación al hierro forjado como material de adusta sencillez metafísica, la importancia del viento y el mar en el contexto de su natal ambiente, la admiración por el minimalismo de la Bauhaus y el estilo arquitectónico de Mies van der Rohe, el impacto de la contracultura estadounidense, la influencia de Julio González, o la fascinación por el primitivismo étnico africano; diversas etapas y referencias que componen el elaborado prisma de unas sugestivas propuestas estéticas.

La configuración de algunas de sus obras, como las series «Reinas negras» (1952), «Afrocanes» (a partir de 1975) o el conjunto «Lady Harimaguada» (1996) obedece con mantenida coherencia en el tiempo a un asumido criterio: «Mi concepto del arte parte de que hay que embellecer lo que nos rodea para sobrevivir». La eficacia de este libro radica en la perspicacia con que se sondea en el carácter e identidad artística del entrevistado, convirtiendo estas conversaciones en un estudio sobre quien pensara, siguiendo a Ortega y Gasset, que es la obra artística la que busca obsesivamente a su creador.

«La memoria esculpida»

Antonio Puente y Martín Chirino

Galaxia Gutenberg

135 páginas,

15,90 euros

Greene: por encima de todo, Dios; por Sagrario Fdez.-Prieto

Se recupera con una nueva traducción la excelente «El final del affaire», que trata sobre el amor y la fe

Si los espectadores de las salas de cine tuvieran la buena costumbre de leer los títulos de crédito con atención, Graham Green sería uno de los escritores más conocidos de la historia. La mayoría de sus novelas, y escribió muchas, han sido llevadas a la gran pantalla y «El final del affaire», dos veces, en 1951 y 2000, protagonizada esta última por dos actores con especial talento para papeles atormentados: Ralph Fiennes y Julianne Moore (un fotograma de ambos ilustra la atractiva cubierta del libro), que encarnaron a Maurice y Sarah, un hombre y una mujer que viven una relación adúltera en el Londres acuciado por las bombas de la Segunda Guerra Mundial.

Narrada en primera persona, primero es Maurice el que cuenta una historia de amor tan centrada en los celos que siente del marido de ella, que ese parece ser el tema de la novela durante bastantes páginas. Es precisamente el marido el que se encuentra con el antiguo amante y le habla de sus sospechas de la infidelidad de Sarah a la que encuentra extraña, lo que lleva a Maurice a contratar a un detective privado: un hombre investigando a una ex amante por petición del marido, un comienzo sorprendente, pero no en Green que es el maestro de lo sinuoso, de las narraciones con meandros imprevistos que despiertan la intriga, de modo que tras un cambio de voz y de tiempo, cuando ya ha terminado la guerra, es Sarah quien toma la palabra a través de su diario íntimo en el que descubrimos, al mismo tiempo que Maurice, lo que ha sucedido entre los amantes.

Green se convirtió al catolicismo en su juventud y mantuvo hasta el final de sus días una relación tortuosa y llena de dudas respecto a la fe. Precisamente fue íntimo amigo de un sacerdote católico español que le atendió en sus últimos momentos. Algunas de sus mejores novelas, como «El poder y la gloria», giran en torno a las dificultades del ser humano para creer en Dios y aunque «El final del affaire» sea un libro de amor, de adulterio y de amistad, es, ante todo, una obra sobre la fe, sobre las dificultades que encuentran unos desvalidos seres humanos para poder creer en un Dios que apenas da pruebas de su existencia.

Todo un personaje

Es el «querer y no poder creer» que clamaba Unamuno, al que se recuerda a menudo durante la lectura, sobre todo en los perturbadores momentos en que algunos de los protagonistas, creados con una magistral autenticidad, afirman odiar o amar a alguien cuya existencia niega. Gran acierto recuperar esta novela de mediados del siglo XX en una nueva traducción. Graham Greene es un autor fundamental con el que lectores y cinéfilos tenemos una gran deuda. Sus libros propiciaron varias de las mejores secuencias de la historia del cine y leyendo este se comprende hasta qué punto es bueno el material visual de sus novelas. Lo que no se acaba de entender es cómo un hombre tan prolífico y vividor tuvo tiempo para ser espía del MI6. Todo un personaje.

sobre el autor

Graham Greene (Inglaterra, 1904 -Suiza, 1991) fue autor de una amplísima y variada obra y también crítico de cine y subeditor de «The Times»

ideal para...

lectores que amen las tramas intensas, profundas y salpicadas de momentos conmovedores

un defecto

Ninguno para quien esto escribe. Además, esta edición se enriquece con un epílogo de Mario Vargas Llosa

una virtud

La creación de la protagonista, uno de esos personajes que permanecen en la memoria lectora debido a la autenticidad de su forma de actuar y de sentir

Puntuación

9

«El final del affaire»

Graham Greene

LIBROS DEL ASTEROIDE

220 páginas,

20,85 euros

¿El arte sigue imitando a la naturaleza?; por Jesús Ferrer

Contando en su haber con algunas apreciadas novelas y libros de cuentos, Ignacio Ferrando (Trubia, Asturias, 1972) publicaba en 2017 «La quietud», una historia donde abordaba el tema de la paternidad masculina vinculada a una adopción internacional en medio de desencuentros sentimentales. Se afirmaba entonces como un sólido narrador, inserto en un realismo que integra el intimismo psicológico, patentes desajustes sociales, ásperas temáticas familiares y la arraigada frustración personal de los protagonistas. Con estas premisas publica «Referencial», que incluye propuestas acerca de la influencia del arte en nuestra cotidianidad. Partiendo de la idea de que las diversas estéticas se relacionan entre sí, encontramos a Ismael, un fracasado pintor que palía esa frustración dedicándose a la docencia universitaria; su esposa Elena, perspicaz y sensible; Julia, la depresiva y preocupante hija de ambos; Pablo Domás, amigo de la pareja y con ciertas pretensiones amorosas respecto a Elena, y, en la distancia temporal, la figura omnipresente de Vicente Kelner, autoritario y adocenado profesor de Ismael, e Inés, la hija de éste.

Subtramas con dramatismo

Entre estos personajes se establece un emotivo vaivén de equívocos y recriminaciones con la sensibilidad artística como motivo central de sus decisiones morales. Y siempre bajo el postulado que Ismael plantea a sus alumnos desde las primeras páginas de la novela: «La historia del arte –les digo– es un entramado en el que unas obras modifican a las otras y las repiten y duplican...». Alienta un conjunto de subtramas de acusado dramatismo: la latente crisis matrimonial de Ismael y Elena, la distancia vital entre un maduro profesorado y la juventud de los alumnos, el valor de la experiencia intelectual frente a la espontaneidad del especialista novel, la posible tiranía de los cánones artísticos, el voyeurismo inherente a la contemplación de la realidad y la relatividad a la hora de opinar qué debe asistir al desempeño de la crítica. En el fondo del libro late el aserto estético que, procedente de la poética aristotélica, ha regido las mentalidades artísticas durante más de 20 siglos: el arte imita a la naturaleza; en la adhesión o el rechazo a este principio se fragua el recorrido histórico de tal mímesis, base conceptual de estas páginas.

De igual modo, la fluctuación entre tradición y modernidad sugiere un debate aquí de polémica vigencia, con Courbet y Balthus como señeros referentes plásticos. Resulta relevante la agilidad de los diálogos, el matiz psicológico de los personajes, así como el buen ritmo narrativo en una historia de ocultas reflexiones y que exhibe una sencilla prosa realista.

Sobre el autor

Ignacio Ferrando es un reconocido novelista realista que combina muy bien la trama narrativa con la reflexión conceptual

ideal para...

meditar sobre la presencia del arte y su dimensión social en la esfera de lo cotidiano

un defecto

En algún momento la acción se demora digresivamente

una virtud

La incidencia de la relación entre ética y estética

Puntuación

9

«Referencial»

Ignacio Ferrando

TUSQUETS

364 páginas,

19,50 euros