«Verdad o reto»: La mentira se nota en la cara
En esta película, que se estrena el próximo viernes, los protagonistas se enfrentan a la muerte. Deben confesar para vivir, aunque esto haga daño a sus seres más queridos.
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En esta película, que se estrena el próximo viernes, los protagonistas se enfrentan a la muerte. Deben confesar para vivir, aunque esto haga daño a sus seres más queridos
El thriller «Verdad o reto», que se estrena el próximo viernes, nos habla de las consecuencias de no decir la verdad. “No hay nada que temer, lo prometo”. El juego comienza con una mentira y un grupo de jóvenes que disfrutan del «spring break». Lucy Hale y Tyler Posey destacan en el reparto de “Verdad o reto”, un thriller de Blumhouse Productions. En su dirección, Jeff Wadlow nos invita a seguir las reglas y a conocer las consecuencias más temerosas de la mentira.
Durante una semana, Olivia (Lucy Hale) y sus amigos se marchan a México para disfrutar de las vacaciones en primavera. Alcohol, música, cámaras selfie y noches largas, todo indica a ser una semana inolvidable hasta que empiezan a jugar a “verdad o reto”. Llegan a una iglesia abandonada, es de noche y rondan los turnos hasta que la diversión se convierte en realidad.
Quien entra en el juego ya no puede salir y está condenado a “seguir las reglas”. Si mienten, mueren y si no cumplen el reto, mueren. Un inofensivo pasatiempo entre jóvenes se convierte en una partida letal, no tienen escapatoria y pronto empezarán a sufrir graves consecuencias. Las verdades duelen, pero ahora mentir es mucho más que un riesgo.
Esta maldición que condena a los protagonistas de la película podemos transferirla a la actualidad. María Pocoví, especialista en análisis emocional de la empresa pionera española Emotion Research Lab, y Patricia Fernández de Landa, psicóloga forense y experta en poligrafía, nos explican las diferentes maneras que, gracias a la tecnología, existen para cazar una mentira. En la película, la maldición era quien se encargaba de castigar a quienes no cumplían las reglas del juego. En la realidad, ambas profesionales coinciden en que se trata de la tecnología.
Con el uso de una cámara web, María Pocoví detecta microexpresiones faciales a través de una visión artificial a tiempo real. Explica que “emociones hay muchas y la tecnología es capaz de medirlas”, y aunque la mentira no tenga una expresión facial concreta “tiene una discrepancia entre lo que decimos y lo que sentimos, y a partir de ahí es donde puedes encontrar el inicio de la mentira”.
Patricia Fernández hace uso del polígrafo para la detección de cambios fisiológicos en el sujeto a la hora de confesar. Ejemplifica que los personajes de la película “se tienen que enfrentar a verdad o reto y si mienten tienen reacciones como la elevación del ritmo cardíaco, aumento de la frecuencia respiratoria o de las sudoraciones”.
En “verdad o reto” se enfrentan a la muerte, deben confesar para vivir aunque esto haga daño a sus seres más queridos. ¿Tendemos más a mentir o a elegir la respuesta más correcta? “La mentira es parte de nuestra vida, la cuestión es saber si haces daño”, opina María Pocoví, coincidiendo con Patricia Fernández en que muchas veces “hay que ser diplomático y para ello hay que lanzar pequeñas mentiras”.