Viviana Rivero: «Las vocaciones las traemos grabadas en el ADN»
Presenta su más reciente novela, «La magia de la vida», sobre la Segunda Guerra Mundial y una periodista que rehace su vida en Madrid.
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Presenta su más reciente novela, «La magia de la vida», sobre la Segunda Guerra Mundial y una periodista que rehace su vida en Madrid.
En casa de Viviana Rivero su padre escribía mucho, pero no podía vivir de la literatura. Era un buen escritor, con premios y libros importantes, pero no bastaba. Así que su madre advirtió en su casa que nadie iba a seguir carreras relacionadas con la literatura, porque para locos, ya estaba su padre. Y ni ella ni sus hermanos lo hicieron pero, como dice la autora: «Las vocaciones las traemos grabadas en el ADN». Y ella, a los 51 años, decidió echar la llave. Tenía un estudio de Derecho Tributario en su país, Argentina, pero Rivero decidió dejarlo todo para lanzarse a conseguir su sueño: ser escritora. Esto ocurrió en 2010. Siete años más tarde, cuenta con nueve obras y se ha convertido en la mayor «best seller» de su país. Cada nuevo libro cosecha éxito de inmediato, el último «La magia de la vida», nada más salir a la calle vendió quinientos mil ejemplares en el continente americano.
La entrevisto en Madrid, ha cruzado el charco para presentar su última novela. También lo hace su nueva protagonista Emilia, que es una periodista. «El libro surge precisamente de eso, del viaje. Está dedicado a mi abuelo. Yo tengo abuelos italianos, españoles y checoslovacos. De los tres, porque es común en Argentina. Abuelos que llegaron en el tiempo que iban mucho los inmigrantes para allá. Y bueno, mi abuelo se fue a los 33 años a América y no volvió. Tampoco lo hizo mi madre. Yo fui la primera, la nieta más grande que regresó. Entonces es fuerte reencontrarse con el pasado. Porque mi abuelo se fue a los 33, era carabinieri, y yo podía estar en la estación central que está frente a la de Padova, donde también estuvo él. Fue una experiencia, y pensé que quería hablar de esto. Además, acababa de llegar a mis manos un libro que habla de que las experiencias marcan los genes –todo lo que uno vive marca los genes–, que es algo bastante nuevo, un descubrimiento de un británico. Entonces pensé que no solo me emocionaba porque volvía yo, sino porque también volvía algo de mi abuelo y, a partir de ahí, monté toda esa historia del conde Berni», explica.
El conde Berni, la II Guerra Mundial y los nazis. Temas recurrentes en las novelas de Rivero: «Sí, en este caso, cuando llegan los nazis y toman todo lo que es Italia y el rey de ese país huye en medio de la noche. Siete vehículos huyen de la ciudad de Roma y esta clase, que era la nobleza italiana, queda desprotegida en ese momento. Se han expropiado sus castillos, sus obras de arte y yo voy contando la historia de un niñito que ve todo eso, que lo sufre de una manera especial por las situaciones traumáticas por las que tiene que pasar. Luego van pasando los años y cuento cómo sucedió todo, porque lel libro abarca hasta que él es un hombre mayor. Ahí es donde engancho con la otra historia». Se refiere a la actual, a la de la la periodista viajera que huye del amor. «Emilia llega a Europa huyendo de un amor contrariado del hombre con el que vivía, que le ha dicho que no la quiere más. Y llega conmocionada, tratando de olvidar. Como periodista, tiene que visitar restaurantes, entre ellos el Bongiorno, cuyo dueño es Fedele, un italiano que vive al día. Alguien que persigue la felicidad de una manera diferente a lo que ella conoce». Fedele cambiará la vida de la protagonista emergiendo, a su vez, de una pérdida: la de su mujer y su hijo en los atentados de Atocha, que le da a él una mirada muy distinta en la vida.
Emilia se enamora. O se ilusiona, hasta que estando en lo mejor de la relación descubre que ha llegado embarazada desde América. «Es una historia de amor diferente, especial. Solamente un hombre como Fedele, con su pasado, puede llegar a aceptar todo lo que van a vivir de ahí en adelante y que, además, compartiéndolo, van a terminar llegando al conde Berni, que es ese niñito de la II Guerra Mundial, que en el momento de ellos es ya un hombre», afirma Rivero. La historia y la trama principal son muy envolventes, pero no lo son menos los sentimientos de los hombres que rodean a la protagonista, entre ellos, Manuel. El mismo que abandona a Emilia, pero que luego, al saber que está embarazada y más aún que hay otro hombre en su vida, no quiere ni oír hablar de dejarla escapar. «Ahí se hace un triángulo y hay que ver qué va a decidir Emilia, ¿no? Hasta qué punto pesa una cosa y la otra. Hay algo que fue muy fuerte escribir para mí. Yo quería describir lo que sentía Fedele con ese pasado que tiene. Quería contar cómo es alguien con el corazón roto por algo tan grave, tan fuerte como eso. Y entonces usé el recurso de unas hojitas entre medias de todo el argumento, con otra letra, que llevan por título “El hombre joven” y que es el alma de Fedele hablando. Cómo es la vida de él cuando está en su cuarto, de la puerta del cuarto para dentro, lo que no ven las personas, sus dolores, sus pesadillas, sus pensamientos. Y después, tal vez, de la puerta para afuera sale un hombre común para el resto de los mortales».
Viviana Rivero habla en «La magia de la vida» de los sentimientos, de la II Guerra Mundial, de esa nobleza olvidada, de sus castillos de la Piacenza y de sus habitantes, pero también de los olores y sabores de las cocinas italiana y española. «Sí, incluyo recetas en el libro. Y eso que Emilia era una mujer que no se daba permiso en las comidas, siempre estaba cuidándose, a dieta. Hasta que aparece Fedele, que le enseña a ver la vida de otra manera. Y bueno, creo que los alimentos en algún momento no solo tienen que ver con la comida, sino que se conectan con el alma, porque hay aromas, alimentos, comidas, que nos transportan a la niñez».