Yo, pirata

Por la mañana de este sábado lluvioso de febrero, es decir, ayer, apetece ver un capítulo de la serie «House of Cards» recién estrenado. Lo ofrecen en plataformas de pago, pero también en series.ly o seriesyonkis.es, gratis y con subtítulos. Como no escampa, después, con un solo clic, podemos acceder a un pack de prensa española que incluye la generalista, la económica, la deportiva y algún diario de provincias en páginas web como descargasmix.net, donde hay también libros de cocina, títulos de bolsillo, y videojuegos. Después de comer, jugaba el Atlético de Madrid. En Rojadirecta.me, 54 enlaces a televisiones de todo el mundo te conectan con su señal y comentarios, y, al terminar, con el partido del Barcelona-Rayo Vallecano. Por la noche, «Vivir es fácil con los ojos cerrados», ganadora de los Goya, se ha colocado entre las películas más buscadas en la última semana. Al usuario no le cuestan un céntimo, a veces estas webs ni exigen estar registrado, pero todos estos sitios incluyen publicidad. Frenar la proliferación de webs que enlazan contenido protegido es el primordial objetivo de la Ley de Propiedad Intelectual que se aprobó el viernes en Consejo de Ministros y que pretende ser más ágil que la regulación predecesora para eliminar contenidos que causan el mayor perjuicio en las primeras horas que se suben a la red. El contenido audiovisual se ha convertido en el rey indiscutible del «pirateo», y eso que acceder a él a veces supone una auténtica «gymkana» de pantallas. Hay que conocer la mecánica, igual que se esquivan los obstáculos de un videojuego. Nunca pinches en el botón de «play» más grande: ése te lleva a una publicidad. Se abre otra ventana y un «display» de vídeo con un contenido que no es el buscado. Puede que pidan el número de teléfono móvil para resgistrarte, pero cualquier usuario de internet sabe que ésa es una información que jamás debes facilitar. O no lo sabes, y entonces te suscribirás a un servicio premium telefónico que trae consigo una enorme sorpresa en la próxima factura.

Volvemos atrás. En la pantalla que supuestamente nos da acceso al capítulo de «The Walking Dead» que tenemos tantas ansias por ver, hay que buscar muy abajo para hacer clic en el «continúe para el vídeo» escrito en un cuerpo pequeñito, e ignorar los demás botones de «play» que nos llevan a más anuncios. Franqueada la primera puerta, incluso para los iniciados en la materia, no es sencillo. Ahora surge una lista de enlaces, ordenados por idiomas de audio y subtítulo y, a veces, calidad de imagen. Pero que nadie se emocione: la mitad de los enlaces ya no funciona, han sido retirados o no cargan, pero al cuarto o sexto intento, ahora sí, el capítulo empieza a cargar. La calidad ya es otra cosa. Aunque a veces sea un proceso desesperante que no dé ningún resultado o el contenido se interrumpa, no importa: podemos probar muchos.

Recapitulando en la historia «pirata» hay que distinguir épocas. Mientras los contenidos audiovisuales no estaban presentes en internet, que carecía de la capacidad para difundirlos, la música era el botín favorito de los que buscaban contenidos gratis. Ésa fue la era de Napster, y su cierre no supuso el final del intercambio, sino la aparición de cientos de sucesoras. Con el aumento de capacidad de las redes, llegó el momento de las películas y las series, y de los alojadores de contenidos. El más famoso de ellos, antes de su cierre en enero de 2012, fue Megaupload. En una operación digna de superproducción, el FBI detuvo a Kim Dotcom y clausuró su web. Los siguientes meses marcaron el punto más bajo de las páginas de enlaces, eso sí, sólo temporalmente, mientras éstas encontraban sustitutos como proveedores, pues, como su nombre refleja, sólo son índices, no albergan contenidos. Seriesyonkis, seriespepito, series.ly, seriesvk.net, seriesdescarga, peliculasyonkis y otros sitios que capitalizaban el tráfico «pirata» de España se quedaron congelados, pero no por mucho tiempo: desde el cierre de Megaupload han surgido Uploaded, allmyvideos y un sinfín de «ciberlockers» más. Y las páginas citadas han vuelto a operar, incluso por encima de su capacidad en la era Megaupload. Desde septiembre de 2012, el número de visitantes a estas páginas se ha vuelto a disparar, según datos de Alexa. Mantienen su actividad a pleno rendimiento, y eso que algunas de estas páginas fueron apercibidas por la Comisión de la Propiedad Intelectual para que retirasen contenidos ilícitos. Durante 2012, esta comisión resolvió 338 expedientes, un 83 por ciento del total de las solicitudes presentadas, y de las 152 webs requeridas, todas ellas retiraron los contenidos denunciados (aunque es evidente que muchas los han vuelto a poner) y 21 han cesado su actividad. Ayer mismo, un usuario de Descargas Mix anunciaba: «Buenos días a todos, hoy sale ''Robocop'' en cines y la podemos ver entera y en español. A ver si alguien la sube en billion y avi, que es la única manera de bajarla con la ps3. Un saludo». El caso de esa web es especialmente significativo, porque estuvo cerrada tras un aviso de la Comisión de Propiedad Intelectual, pero ayer estaba absolutamente operativa, como pudo comprobar este diario.

Lo novedoso de la recién aprobada ley es que apunta a los mecanismos económicos de las páginas. Algunas no operaban desde España, pero otras ni siquiera se molestaban en esconderse en otros países. Lo que era común a todas es que insertaban publicidad en territorio español y ahí hay terceros que están involucrados y que son conocidos. Agencias de publicidad y anunciantes son la llave para el «estrangulamiento» financiero de estos sitios que facturan millones de euros y que incluso piden donaciones a los usuarios. Es evidente que seguirán quedando campos abiertos en el terreno de la protección de la propiedad intelectual. Uno de ellos es el intercambio de archivos por las redes de p2p, es decir, entre particulares, que es difícilmente perseguible si no hay un enlace de por medio que anuncie que se intercambia un contenido protegido. Otros problemas son las redes sociales, donde los enlaces se camuflan en mensajes de Facebook, Twitter o en foros. Incluso sitios perfectamente legales como YouTube alegan no poder controlar todo el contenido que suben sus usuarios y entre los que se cuelan películas o series.

Uno de los mitos es que la «piratería» no afecta al cine español. Según «seriesly», una de las webs de enlaces más frecuentadas en nuestro país, no es del todo cierto. Al menos, durante los días previos y posteriores a los Goya algunas de las cintas nominadas (especialmente «Tres bodas de más» y «La gran familia española») se vieron gratis al mismo nivel que «El lobo de Wall Street». La ganadora, «Vivir es fácil...», que apenas había tenido demanda, se disparó.

- La norma fijará que enlazar a contenido protegido sin permiso es ilícito, por tanto deberá identificarse a la IP que cometa estos hechos. MULTAS DE 30.000 A 300.000 EUROS

- En caso de que quede acreditado que se indexan enlaces ilícitos y de no retirar el contenido, podrán ser multados por Cultura.

- La ley fuerza a aquellos que se anuncien en este tipo de webs a facilitar información sobre los dueños, si no pueden ser también sancionados.

- Hasta ahora había que denunciar título a título. En el futuro se podrán someter a vigilancia todas las obras de un autor o de un catálogo.