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Copa del Rey

Unionistas: El equipo que paga con pizzas

Sin una estructura plenamente profesional un grupo de voluntarios gestiona el equipo salmantino, que hace unos días alcanzaba los 3.000 socios

Instalaciones de Las Pistas, durante un encuentro de Segunda B
Instalaciones de Las Pistas, durante un encuentro de Segunda BlarazonUCF

Cómo convertir una pista de atletismo en un campo de fútbol en poco más de una hora, ese es uno de los retos al que se enfrentan cada dos semanas el grupo de voluntarios que administra el Unionistas. Mañana lo volverán a hacer, pero ante el Real Madrid y en dieciseisavos de final de la Copa del Rey, tras eliminar al Dépor. Como Unionistas quería, el partido se disputará en el campo anexo al Helmántico, estadio en el que juega el otro equipo de la ciudad. «En Las Pistas no hay ni bares ni taquillas, lo tenemos que montar todo nosotros antes de cada partido y desmontarlo después», narra Gorka Herrero, encargado de la contabilidad y la facturación y miembro de la junta directiva.

Como el resto de voluntarios, él tampoco cobra nada del club: «Si nos lucrásemos de Unionistas el equipo perdería toda su esencia, nacimos así y hemos llegado hasta aquí así». Todo el presupuesto va dirigido a la plantilla, al cuerpo técnico, al equipo de ojeadores y a la cantera. Precisamente, el conjunto salmantino está muy comprometido con sus categorías inferiores. «Lo habitual es que las cuotas de los equipos de formación ayuden a financiar los gastos de la primera plantilla, pero aquí la prioridad se invierte. Para nosotros la cantera es una inversión, no una fuente de ingresos», asegura Gorka. Él, lejos del mundo del fútbol, es el encargado de una pizzería y su presidente trabaja en una empresa de informática. Pero a pesar de que no se remunere económicamente el trabajo de estos voluntarios, siempre hay otras formas de agradecerlo. «Cuando no se vende toda la pizza en algún partido se la regalo a los compañeros que han montado las instalaciones», confiesa Gorka. A pesar de no tener por qué hacerlo, estos voluntarios, además, no tienen reparo en dedicar cualquier gesto al equipo blanquinegro. «En cada desplazamiento, el equipo local nos regala 15 entradas de cortesía. Nosotros, por norma, ingresamos en el Unionistas el valor de esas invitaciones como un donativo» reconoce Gorka.

El impacto del cruce con el Real Madrid se ha notado en todas las áreas del club. Los jugadores, que no empezaron bien la temporada, están más motivados que nunca y en la directiva no dan abasto entre permisos y contratos de iluminación. Pero ellos están encantados y se ha despertado un repentino incremento de socios, que, aunque pueda interpretarse como una «subida al carro» puntual, no deja de beneficiar a Unionistas. La afición es su esencia. La última jornada se desplazaron cincuenta hinchas a San Sebastián para ver la jornada 21 del Grupo II de Segunda B, en el empate (0-0) ante la Real Sociedad B. «Somos un club muy especial, aquí la afición elige desde el escudo hasta la equipación. Si el fútbol no es para los aficionados lo hemos entendido mal», apunta el directivo.

El apoyo masivo al club en esta cita y la incapacidad de instalar gradas supletorias que aumentaran el aforo –por haberse superado los plazos para solicitarlo–, hacían cerrar la inscripción de nuevos socios. El «boom» de nuevos unionistas, que han alcanzado los 3.000, amenazaba con copar las 4.000 localidades con las que cuenta Las Pistas. Ayer, las colas para adquirir las pocas entradas libres que salían a la venta por un precio de hasta 60 euros para los no socios, eran infinitas. Gorka transmite la postura oficial del club sobre esta inesperado desborde: «Hemos tenido que tomar la medida para poder contentar a todos los socios con sólo 4.000 localidades».

Unionistas vive dos realidades muy distintas: el sueño «copero» y las dificultades de Segunda B. El club tomaba la decisión de destituir al entrenador tras un decepcionante inicio de temporada, un cambio que parece haber provocado una dinámica positiva. El equipo, fundado hace sólo seis años, acumula nueve partidos sin perder entre Liga y Copa, lo que les ha permitido llegar a dieciseisavos en este torneo y salir de los puestos de descenso directo a Tercera. Son decimosextos en el Grupo II. Sin embargo, los blancos medirán la capacidad de adaptación a los cambios que Unionistas ha experimentado en el mercado invernal, con las salidas de dos de sus máximos goleadores. En principio, el temporal que amenaza la península dará tregua.