El avión está destrozado, con las piezas esparcidas por cualquier sitio. Eso es lo que vio el ciclista Michale Dryer cuando se acercó al lugar donde había caído el helicóptero de Kobe Bryant y su hija y siete ocupantes más “Pensé que nos habíamos equivocado y estábamos cerca de la autopista... o de un incendio forestal. Dimos la vuelta a la esquina y vimos una devastación total”, asegura que pensó al ver un helicóptero volando tan bajo: “Había otros dos ciclistas en el camino al otro lado del accidente. Gritamos: “¿Alguien está vivo?” y dijeron que no lo creían. Nos acercamos y comenzamos a ver cosas demasiado horribles como para contarlas”.

Dice que le han ofrecido mucho dinero por este vídeo pero que no lo ha aceptado.