F.C. Barcelona

Koeman, Messi... El barcelonismo en vilo

El nuevo entrenador cuenta con el "10" "porque es el mejor", pero también dice que sólo quiere a los jugadores que deseen seguir En el Barça. El argentino no ha dicho nada desde Lisboa

Koeman, durante su presentación como nuevo entrenador del Barcelona
Koeman, durante su presentación como nuevo entrenador del BarcelonaALBERT GEAREUTERS

«Ojalá» es una interjección «que denota el vivo deseo o la esperanza de que suceda algo». Y Ronald Koeman lo tiene claro: «Ojalá que Messi siga muchos años aquí». El nuevo entrenador del Barcelona también sabe otras cosas. «No me gusta hablar individualmente de jugadores. Messi es diferente porque es el capitán». Y, por tanto, de Messi, como no es uno más, sí habló. «Tiene contrato», dijo hasta en un par de ocasiones. «Es el mejor jugador del mundo y el mejor lo quieres tener en tu equipo. Por mi parte como entrenador me encanta trabajar con Messi porque Messi te gana partidos», opinó. Si le queda un año de contrato y el entrenador lo quiere podría parece claro lo que va a suceder: el «10» barcelonista será la base de su proyecto. Pero ese «ojalá» indica que hay una conversación pendiente. Una duda, al menos. «No sé si tengo que convencer a Messi. Hablaré con él de lo que piensa del Barcelona y de cómo quiere seguir, y después yo soy el entrenador para tomar decisiones», aseguró el rubio ex defensa. Desde la debacle en la Champions, la estrella del Camp Nou no ha dicho ni «mu». Pero se sabe que está enfadado. Muy enfadado incluso, en palabras del propio presidente Josep Maria Bartomeu. También que en mayo podría haber decidido irse gratis, pero no lo hizo por lo que ahora tendría que negociar una posible salida, al tener contrato hasta verano de 2021. Su cláusula de rescisión, de 700 millones, no podría afrontarla nadie. Pero el argentino, que también tiene montada su vida en la Ciudad Condal, mantiene en ascuas a la afición culé con su silencio. «Sólo quiero trabajar con gente que quiera estar aquí», afirmó Koeman sobre la continuidad de los veteranos. La pregunta es: ¿y si Messi le dice que no quiere seguir? No sería un buen comienzo, desde luego.

«Un jugador cuando tiene 31 años o 32 no está acabado. Es el hambre que tenga el futbolista por estar aquí. También a gente con 20 años le falta hambre», expresó el preparador «oranje» antes de lo de que sólo contará con los que desean estar, y sin querer mojarse mucho sobre la situación de jugadores como Jordi Alba, Busquets, Piqué o Luis Suárez. Se espera de él que haga una renovación del vestuario que implique a muchos de estos nombres, que lo han ganado todo con el equipo. No se lo puso fácil Bartomeu cuando habló de los intocables de la plantilla, hablando de jugadores concretos entre los que no estaba ninguno de los citados antes. Todos tienen contrato así que en realidad su futuro depende de ellos. Koeman tendrá una charla con todos ellos de forma individual, aunque está acostumbrado a ello, porque en el Valencia hizo algo parecido, incluso con la selección holandesa, que logró reactivar tras años de oscuridad. «Es un momento de dar posibilidades a los jóvenes cuando lo merezcan. Los holandeses no tenemos miedo de poner a los jóvenes. Hay que tener equilibrio entre jóvenes y veteranos», desveló antes de señalar qué es lo que le falta al equipo los últimos tiempos. «Lo que creo que hay que cambiar es jugar con más intensidad».

Koeman firma por dos temporadas, pero todo está condicionado por lo que suceda en marzo de 2021, fecha en la que el club celebra elecciones. Víctor Font, uno de los candidatos, ya ha asegurado en una entrevista en la «Ser» que, aunque el nuevo entrenador lo gane todo, no seguirá si él sale elegido en los comicios. Su técnico es Xavi y su proyecto implica «montar una estructura para seguir ganando en 2030». «Sí, sé que hay elecciones, pero ya veremos», piensa Koeman al respecto. «Hay que poner energía en las cosas que tienes en tus manos. Lo único que yo puedo hacer es sacar buenos resultados con el Barcelona. Habrá un presidente nuevo, pero yo lo que tengo que hacer es mi trabajo. Si yo gano, el próximo presidente puede tener más dudas», añadió.

«Te agradezco el reto que aceptas, porque no son momentos fáciles», señaló Bartomeu antes de dar paso a la intervención de Koeman. Con el héroe de Wembley se calman un poco las aguas tras la tormenta del Bayern. Ahora es época de fichajes y de ver cómo funciona el equipo porque si no va bien el presidente tendrá que aguantar un chaparrón hasta las elecciones, o dimitir. El 2-8 sufrido en los cuartos de la Champions también salió en la presentación del héroe azulgrana de la primera Copa de Europa. «La imagen del otro día no es la que queremos. Hay que trabajar mucho para recuperar el prestigio. El Barcelona es todavía el club más grande del mundo. Un resultado así no puede ser, ni ante un Bayern tan bueno. Fue un día triste», admitió Koeman, que tiene por delante la labor de dar la vuelta a eso. Como en todo comienzo tras un chasco así, lo primero que hay son dudas. Empezando por la de Messi.