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Maradona cumple 60 años acechado por el coronavirus

El ídolo albiceleste es persona de riesgo por su edad y su débil salud y ha vivido con angustia el confinamiento

Diego Armando Maradona, en su presentación como entrenador de Gimnasia
Diego Armando Maradona, en su presentación como entrenador de GimnasiaAGUSTIN MARCARIANREUTERS

Después de tres meses sin fútbol, la Liga argentina vuelve hoy, justo en el día que cumple sesenta años Diego Armando Maradona. Para que la fiesta fuera completa, la AFA había planificado que el primer partido en arrancar fuese el Gimnasia-Patronato, para poder cantarle el cumpleaños feliz al mito, que es el entrenador de los de La Plata.

Pero se teme que el único que falte a la celebración sea el «10», al que el coronavirus tiene muy preocupado y que se mantiene en aislamiento por el posible positivo de uno de sus asistentes personales. Si las pruebas confirman el contagio, el Diego tendrá que hacerse un nuevo PCR y ni siquiera podría soplar las velas con sus nietos, «algo por lo que se muere de ganas», según dijo ayer su hija Dalma.

Aseguró también que su papá no tiene síntomas y se encuentra bien, aunque es claramente persona de riesgo por su edad, sus problemas cardiacos y el sobrepeso que no consigue quitarse desde que dejó el fútbol. La hija mayor de Maradona reflexionaba sobre lo que supone que su padre llegue a los 60, después de tantas veces que pareció que la vida de su padre estaba en el filo por sus problemas de salud.

«Pienso que podría no haber sido un montón de veces, y no es una manera de hablar. Fue literal. Hubo gente que nos dijo ''no hay nada que hacer, hay que esperar a ver qué pasa''», comentaba Dalma en el Canal 13.

Diego ha vivido con ansiedad el confinamiento y no ha podido estar tan cerca de su equipo como le hubiese gustado en la vuelta a los entrenamientos. Seguía desde casa los movimientos de fichajes de Gimnasia, pero ni siquiera ha podido sentarse en el banquillo en los amistosos previos al comienzo de la competición tras la pandemia.

Se le vio en la cancha de San Lorenzo con su hijo pequeño, Dieguito, y su talante era algo triste, por lo que no parece que el número sesenta vaya a ser su cumpleaños más feliz. «Echo de menos el fútbol, como todo los aficionados. No hay ningún argentino que no quiera que se juegue», reconocía Maradona, que no puede ser feliz si no tiene una pelota cerca.

Ha entendido que debe tener mucho cuidado y sigue el consejo de los médicos al pie de la letra, algo que no siempre ha hecho a lo largo de su vida. Ha aprendido a vivir con la salud delicada, pero siempre ha sabido salir airoso. Su homenaje en La Bombonera, cuando la selección argentina jugó contra Boca en su honor y él disputó una parte con cada camiseta, sus más cercanos se preocuparon de que debajo de una de las gradas hubiese una UVI por si su corazón no aguantaba tantas emociones.

Ahora lo que le acecha es un posible positivo y por eso aparece siempre en público con una pantalla protectora que dio lugar a que los memes le comparasen con el protagonista de Toy Story. Pero él sólo fue cósmico, un barrilete, en el gol a los ingleses.