Eurocopa

¿Y quién hace de Sergio Ramos?

Con la ausencia del capitán España ha perdido un defensa central, pero también un líder en el vestuario y en el campo

Luis Enrique, durante el primer entrenamiento de la selección en Las Rozas
Luis Enrique, durante el primer entrenamiento de la selección en Las RozasRuben MóndeloLa Razón

La selección española vive su primer día sin Sergio Ramos. Desde 2006 siempre que España había disputado la fase final de un gran torneo estaba en la lista. Quince años de presencia constante en la Roja que ahora dejan un agujero en la alineación y en el alma del equipo.

Ramos no es sólo el capitán, es la referencia del grupo, el único superviviente que queda que completó el ciclo ganador de la selección entre 2008 y 2012, con el triunfo en dos Eurocopas y un Mundial. Un éxito que nunca antes había conseguido una selección y del que Ramos es el único testigo.

Busquets se incorporó en el Mundial de 2010 y Jordi Alba, dos años más tarde, para la Eurocopa. Por el camino se quedó también Jesús Navas, que llegó a la selección –como Busquets– para ser campeón del mundo. España ha perdido con la ausencia de Sergio Ramos un central y un líder. Busquets y Alba heredarán el brazalete, pero el carácter del «15» de España no se traslada de una manera tan sencilla.

En la selección de Luis Enrique hay 17 debutantes en la fase final de un gran torneo. Y sólo cinco jugadores han disputado más de 40 partidos con la selección: Busquets, Jordi Alba, De Gea, Koke y Thiago. El sexto será Morata, que ha jugado 39 hasta el momento. Y De Gea parte en principio como suplente. La última vez que Thiago jugó como titular fue en septiembre. Y el último partido de De Gea fue en octubre, en la derrota contra Ucrania en Kiev.

Han sido 180 partidos de Ramos que se han cortado de manera repentina, igual que sucedió con los capitanes anteriores, Raúl y Casillas. La ausencia del «7» en la lista de Luis Aragonés fue motivo de debate nacional, pero nada hizo cambiar de opinión al «Sabio», que dejó de contar con él de un día para otro. Hasta Jordi Évole, cuando era conocido todavía como el Follonero grabó una conversación de Luis con unos aficionados. «¿Tú sabes a cuántos Mundiales ha ido Raúl? A tres. ¿Sabes a cuántas Eurocopas ha ido? A dos», trataba de explicar el seleccionador. «¿Y cuántas hemos ganado», añadía. «Ninguna».

La marcha de Casillas fue gradual. Del Bosque habló de la «transición dulce» para referirse al relevo en la portería de España entre Iker y De Gea. Hasta que llegó la Eurocopa de Francia en 2016 que Casillas vivió desde el banquillo. Aquella transición nunca fue dulce, como imaginaba Vicente del Bosque y el debate público nunca se ha cerrado para David de Gea, que ha cargado desde entonces con el peso de ser el «asesino» deportivo de Iker.

La ausencia de Sergio Ramos no tiene por qué ser definitiva. No está en la lista de Luis Enrique por causa justificada, la lesión que sólo le ha permitido jugar cuatro partidos con el Real Madrid en 2021, además de una parte del partido contra Grecia con la selección y los fatídicos cinco minutos contra Kosovo que lo enredaron todo.

La selección de Luis Enrique recuerda en parte a la que confeccionó Luis Aragonés para el Mundial 2006. Se trataba, como ahora, del primer gran campeonato para el seleccionador, que renovó el grupo de manera profunda. Once jugadores se estrenaban en una fase final. Algunos de ellos fueron determinantes para los éxitos posteriores de la Roja, como Villa, Iniesta, Cesc y el propio Sergio Ramos. Dos años después, en la Eurocopa, y convocó a cinco jugadores que ni siquiera habían debutado con la selección. Casi todos tuvieron un paso fugaz por la Roja, excepto Cazorla, que ya fue un jugador importante en el torneo que abrió las puertas de la gloria para la selección.

Luis Enrique cuenta con jugadores jóvenes, doce menores de 25 años y cuatro de la sub’21, con la esperanza de formar una selección de futuro, como hizo Luis en 2006. Lo que no tienen de experiencia lo suplen con ilusión y motivación. «Muy contento por poder estar aquí representando a mi país y muy ilusionado por lo que viene. Vamos a trabajar desde el minuto uno para tratar de hacer el mejor papel posible», decía Sarabia a su llegada a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. «Agradecido y con ganas de aprender de esta experiencia», reconocía Adama Traoré.