Real Madrid
El PSG estalla: insultos contra Messi, Ramos y el resto: “Mercenarios sobrepagados”
El equipo francés está a punto de recibir al Real Madrid en la Champions, pero el club vive una grave crisis
Desde que los aficionados volvieron al estadio por primera vez en París desde que se acabaron las restricciones sanitarias el partido del PSG comenzó sin los ultras, que se agruparon en las distintas entradas de su tribuna. Los miembros del Collectif ultras Paris (CUP), que agrupa a varios grupos ultras del PSG, tomaron asiento en silencio en el minuto 25 y comenzaron a desplegar, entonces, varias pancartas.
“Una mitad para demostrar nuestro descontento, ¿cuántas más necesitas para demostrar tu compromiso? Los ultras también enviaron un mensaje directo a varios dirigentes del club, como el director deportivo Leonardo, preguntando si no era “el momento de que el técnico brasileño se fuera”.
Además criticaron la “formación descuidada, la mala disciplina,los mercenarios sobrepagados” y los “directivos irrespetuosos”. “Cantamos con pasión para los jugadores sin motivación. Cantamos con pasión para jugadores sin motivación. Dejen de tomarnos por tontos”, escribieron, pidiendo también más apoyo para la sección femenina.
La CUP había explicado el lunes en las redes sociales que se manifestaba contra la “incomprensible gestión deportiva a todos los niveles”, criticando los cambios regulares de entrenadores y la ausencia de un “plan de juego”. Las protestas llegan cuatro días antes del partido más importante de la temporada, contra el Real Madrid en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones.
Y es que Las grietas se multiplican en el París Saint-Germain antes de recibir el martes al Real Madrid en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones y un único pegamento sustenta al equipo más caro de la historia: Kylian Mbappé.
El joven delantero, que este verano hizo todo lo posible para pasarse al rival de los parisienses, que todavía no ha renovado su contrato con los franceses, mantiene paradójicamente en pie un edificio que hace aguas.
Su gol en el minuto 93 contra el Rennes anoche apareció como una pequeña anestesia en medio de todas las fracturas.
La más evidente, la que mantiene el club con la grada. El aficionado se aburre y no ve en el césped la promesa de lo que una plantilla tan afamada podría aportar.
La distancia entre los nombres y el fútbol ha acabado por agotar a los fans, que lo hicieron saber de forma sonora. Solo Marquinhos se salvó de sus críticas. Ni siquiera Mbappé, a quien reprochan su negativa a prolongar el contrato que acaba a finales de temporada, quedó al margen de su ira.
Tampoco Marco Verratti, que sostiene el centro del campo del equipo, convence y mucho menos Lionel Messi, que tras un buen encuentro hace una semana contra el Lille volvió a estar muy lejos de lo que se espera del único jugador que atesora siete Balones de Oro. Su asistencia en el último suspiro a Mbappé salvó, en parte, su pobre actuación.
Neymar, el jugador más caro de la historia, sigue recuperándose de la lesión y a lo más que puede aspirar el PSG es a tenerle en el banquillo y hacerle regresar tras dos meses de ausencia en caso de extrema urgencia. Messi está siendo muy irregular y Ramos apenas puede jugar.
El ambiente no es el mejor para la recepción del Real Madrid y Pochettino se apresuró a pedir "unidad" en la rueda de prensa posterior al duelo contra el Rennes.
“Es el momento de estar unidos para alcanzar nuestro objetivos. Cuando acabe la temporada podremos hacer balance”, dijo el entrenador, que tampoco goza del respaldo de los aficionados.
La prensa tampoco se muestra optimista. L’Équipe sostiene que los argumentos del PSG para afrontar el duelo contra el Madrid con opciones de victoria “están más ligados a la incertidumbre del fútbol que a las garantías que ofrece el club”.
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