Champions League

Sevilla

320 minutos sin gritar

Los de Lopetegui suman tres partidos y medio de sequía goleadora. Una racha que no se daba desde 2007 con Capello en el banquillo.

Mariano remata de cabeza un balón durante la segunda parte del partido de ayer
Mariano remata de cabeza un balón durante la segunda parte del partido de ayerlarazon

Los de Lopetegui suman tres partidos y medio de sequía goleadora. Una racha que no se daba desde 2007 con Capello en el banquillo.

Marcó Asensio en el minuto 41 del partido ante el Espanyol. Un tiro seco, cruzado, que entró pegado al palo, imposible para el portero y el defensa. Aquel, hace tres partidos y medio, fue el último grito del Real Madrid. La última celebración de gol. Desde entonces, 320 minutos de ayuno, los que quedaban para cerrar el choque ante los españolistas y los tres que han venido después: Sevilla, Atlético y CSKA. Tres hojas en blanco de muy distinto análisis, eso sí. Desde la floja actuación del Pizjuán al esfuerzo de ayer en Rusia, donde los palos evitaron que el Madrid se llevase al menos un punto en el avión de vuelta. Acabaron los de Lopetegui en el área rival, en un asedio que, milagrosamente para los locales, no tuvo recompensa. Casemiro, Benzema y Mariano se estrellaron con la madera, en otro día en el que a los blancos les costó poner a prueba al guardameta rival. Han perdido el mapa del área y no encuentran la manera de conquistarla.

Con el paso de los minutos se acercaba el Madrid al objetivo y acabó con 26 remates: 18 fuera, tres al palo y cinco bloqueados. Un saldo insuficiente, quizá porque la ansiedad por el gol empieza a notarse en los futbolistas de Lopetegui, que ha perdido a Isco y Bale, dos de los que más dinamita tienen. «No es un resultado justo, merecíamos más. No estamos acostumbrados a estar tanto tiempo sin marcar, tenemos jugadores capaces de hacerlo, pero el balón a veces no quiere entrar», decía Nacho.

Laterales debutantes

El canterano jugó ayer de central en una defensa que, cuando Carvajal se fue lesionado (molestias en el gemelo), pasó a tener a dos debutantes, uno en cada lado. Reguilón y Odriozola se bautizaban en la Liga de Campeones, confirmando aquello que dice el técnico de que va a utilizar todos los recursos de los que dispone. Los dos laterales titulares están en manos de los médicos, así que el vigente campeón se aventuró a la remontada en el Luzhniki con dos chicos de 21 y 22 años, inexpertos en el torneo de los torneos, pero descarados como el que más. El vasco dijo en su presentación que llegaba para pelear por ser titular y no sólo un recambio.

Reguilón le puso un centro perfecto a Benzema en la jugada que acabó en el segundo balón al palo de la noche. Con ese pase, templado y preciso, ya superó casi todas las prestaciones que ofreció Achraf en el pasado. «Ha sido un debut un poco amargo», decía el chaval, que colaboró en ataque en el arreón final. Un esfuerzo que no sirvió para romper una racha que no se daba desde 2007 con Capello.