Champions League

Real Madrid

Al fondo, la Historia

El Madrid busca ante el Bayern su tercera final consecutiva para acercarse a los equipos que marcaron época en Europa. Nadie quiere confianzas pese al 1-2 de la ida.

Aficionados del Bayern Múnich se fotografían en la madrileña Plaza Mayor. EFE/Luca Piergiovanni
Aficionados del Bayern Múnich se fotografían en la madrileña Plaza Mayor. EFE/Luca Piergiovannilarazon

El Madrid busca ante el Bayern su tercera final consecutiva para acercarse a los equipos que marcaron época en Europa. Nadie quiere confianzas pese al 1-2 de la ida.

El Real Madrid ganó hace menos de una semana el partido de Múnich pero desde el primer momento, en el vestuario blanco se tomaron el choque de vuelta de hoy como si esa victoria no les concediese ninguna ventaja. El año pasado, el Bayern igualó un resultado idéntico y el sufrimiento contra la Juve de los cuartos ha dejado cicatriz en el Madrid. «Hay que salir a ganar, a marcar cuanto antes, sin especular, sin recular, sin hacer nada raro», explicaba Zidane. Ni una confianza ni un solo momento de relajación.

El fútbol cambia poco en cuanto a las normas, pero sí que se va transformando, con lentitud, en otros asuntos. Por ejemplo en cómo se considera el partido de vuelta en casa. Antes eso se tomaba como una ventaja. Ahora hay muchos entrenadores reputados que prefieren empezar las eliminatorias como locales para acabarlas en campo rival y tener a favor los goles que valen doble.

«Si me dieran a elegir, siempre quiero jugar en el Bernabéu», respondía sin dudas, el entrenador madridista, que fue el primero en pedir la ayuda del público para crear hoy un ambiente tenso y emocionante a la vez, un ambiente que haga sentir al Madrid como en casa y corte la ambición del Bayern.

Un ambiente, en fin, que conduzca al equipo blanco a su tercera final consecutiva, un hecho que no se repite desde hace 20 años, cuando la Juve disputó durante tres años el último encuentro de la Copa de Europa, pero sólo fue capaz de ganar uno, el primero. En el Madrid son conscientes que el partido de hoy casi vale por una temporada, que llegar a la final de la Champions justifica casi todo y que ganarla ya transforma una campaña negativa en una legendaria. Para el partido de hoy contra el Bayern, el Madrid se fija más en la historia que en otra cosa: en el Real Madrid las cinco primeras Copas de Europa y en el Ajax o el mismo Bayern de las tres consecutivas. Si gana esta noche, tendrá opción de ser como ellos: conjuntos que han pasado a la historia del fútbol.

En el Bernabéu son conscientes de que después de una Liga demasiado irregular sin explicación, una Copa decepcionante y con una Champions llena de grandes y hermosas batallas, el paso de hoy no es que lo cambie todo, es que lleva a este grupo de jugadores a otra dimensión.

Sin embargo, nadie quiere optimismos antes de tiempo. Si el Madrid no se ha confiado nada con lo conseguido en la ida es porque conoce muy bien al rival de esta noche. Orgulloso como pocos, el campeón alemán sabe que tiene desventaja en el marcador, pero también que es subsanable. «La Juve mostró que el rival también es vulnerable. El Real Madrid sabe muy bien que va a ser el partido del año y necesitan una gran actuación», explicaba Heynckes, que conoce muy bien el escenario. Desde Alemania se ha estado vendiendo que la victoria del Madrid en Múnich fue más casualidad que otra cosa, que si el Bayern hubiese tenido más puntería el resultado y, por tanto, la eliminatoria, hubieran sido distintos. «Tenemos que jugar como estamos acostumbrados. En Liga hemos marcado 88 goles. También hemos marcado muchos en las otras competiciones. Tenemos que ser muy eficaces, será muy importante», continuaba el entrenador alemán desde el Santiago Bernabéu.

Sin Robben, pero con Alaba para fortalecer la banda izquierda, el plan de Heynckes pasa por no cambiar de plan. Desde que cogió al conjunto alemán su idea fue hacerlo lo más reconocible posible y en el encuentro de ida lo consiguió: un equipo que sin necesidad de ser brillante acorrala al rival y tiene suficientes oportunidades para superarlo. El resultado apenas va a variar el juego del Bayern.

A falta de a quién elija para la banda derecha, Zidane ha pedido personalidad a los suyos. Nunca habían estado tan cerca de un hito como el que les espera.