Ciclismo

Arranca la Vuelta a España más espectacular

Evenepoel y Roglic prolongan su duelo del año pasado con Vingegaard, Thomas, Ayuso y Mas como algo más que espectadores

«Tenemos la mejor participación de la historia», dice con orgullo Javier Guillén, el director de la Vuelta. Y los datos le dan la razón. Están los ganadores de las cuatro últimas ediciones de la carrera, el podio completo del año pasado, tres ganadores de Tour y los ganadores de las últimas tres grandes.

Unos datos que invitan a pensar en algo más que una pelea entre Evenepoel y Roglic como sucedió el año pasado hasta que el esloveno se fue al suelo en la meta de Tomares. A Vingegaard, Geraint Thomas, Egan Bernal se le unen Juan Ayuso, la gran esperanza del ciclismo español, y Enric Mas, que siempre encuentra su mejor rendimiento en la Vuelta.

Y, por supuesto, la siempre imprevisible participación de Mikel Landa, que no parece llegar muy concienciado al comienzo de la carrera. «El equipo quiere que esté en la lucha por la general. Lo intentaré, pero si no puede ser buscaré una etapa», dice con poca fe. «Llego con ganas de hacer una buena Vuelta y de divertirme», añade.

Pero la pelea por la victoria está en otro lado. Principalmente entre Evenepoel y Roglic, que han continuado la rivalidad que comenzaron en la Vuelta del año pasado a lo largo de todo el año. Especialmente en el Giro, donde Evenepoel dio un golpe de autoridad ganando la contrarreloj justo antes de abandonar al dar positivo por Covid. Ahora tienen la oportunidad de llevar su rivalidad en una grande hasta el final. Hasta ahora siempre ha abandonado uno de los dos antes de que gane el otro.

El objetivo de Roglic va más allá. Es el único que puede igualar el récord de Roberto Heras, el único hombre que ha ganado la Vuelta en cuatro ocasiones. Evenepoel y la caída le impidieron ganar la cuarta consecutiva el año pasado. «La Vuelta es una carrera divertida. Siempre hay acción desde el principio. Además es la última gran prueba del año. Para mí es más divertido correr aquí que entrenar en casa. Es así de simple», asegura el esloveno.

En esta ocasión le toca compartir el liderato del equipo con Jonas Vingegaard, el ganador de los dos últimos Tours, la única grande que se le ha resistido a Primoz. «Ya ha funcionado bien en otras ocasiones y trabajamos juntos sin problema. Lo veremos durante esta Vuelta. Nos ayudaremos unos a otros. No estamos compitiendo contra nosotros, sino entre nosotros», explica el danés. «Para nosotros son dulces preocupaciones. Las cosas no son tan fáciles, ya que muchos rivales tienen el mismo objetivo que nosotros y están en forma, no sólo Remco Evenepoel», dice Roglic.

El belga defiende su triunfo del año pasado, pero no quiere añadirse responsabilidades. «Quiero ganar una etapa, disputar la general por un puesto en el podio y aprender», dice. «Pueden pasar muchas cosas, basta con mirar el Giro de mayo. El año pasado fui por el top 10 en la Vuelta y gané. Ahora voy por el top 3 y esa es una estimación justa. Difícilmente puedo decir que voy a ganar. Un mal día, una enfermedad o una caída, todo puede suceder rápidamente», añade. Para él no sólo vale el maillot rojo en Madrid. «Si gano 4 etapas y termino duodécimo en la clasificación, seguirá siendo una buena Vuelta», asegura.

La carrera española sólo echa de menos a Carlos Rodríguez, uno de los nombres de futuro del ciclismo español y de presente, vista su actuación en el Tour. Pero está Juan Ayuso, aún más joven y ya con un podio en la Vuelta, el del año pasado. «Por poder, espero que si que pueda aspirar a ganar. Evidentemente sería lo máximo y es lo que siempre he soñado y tras el podio del año pasado da pie para soñar un poco más alto», dice.

«La preparación hubiera sido casi perfecta de no haber tenido dos caídas que tuve. No he tenido ningún inconveniente ni ninguna enfermedad», asegura. «Ahora estoy mentalmente más fuerte para sacrificarme y estar al máximo nivel», añade.

La otra opción española es Enric Mas, que llega después de un periodo de inactividad por su caída en el Tour. «Estuve bastantes días sin poder montar porque tenía el brazo inmovilizado. Me costó bastantes días y después entrenando con Cortina pisé una línea blanca, estaban pintando y otra vez al suelo. Y eso retrasó aún más mi recuperación. Pero iremos día a día en esta Vuelta y veremos cómo llegamos», dice el ciclista de Movistar.

La Vuelta es algo más que un duelo entre Roglic y Evenepoel. Un espectáculo que empieza este sábado.

Una contrarreloj por equipos para empezar

La Vuelta no da tiempo a que los favoritos tomen contacto con la carrera antes de afrontar el terreno decisivo. Comienza con una contrarreloj por equipos por las calles de Barcelona. Un terreno no demasiado complicado y que no debería marcar muchas diferencias. Pero el lunes llega ya la etapa de Andorra y antes del primer día de descanso, la subida a Javalambre, que pueden ordenar la carrera a la espera de la contrarreloj de Valladolid que llega después de la primera jornada de reposo. El Tourmalet y la subida a Larra Belagua pueden definir la carrera antes de la última semana, en la que apenas habrá una jornada tranquila antes del paseo triunfal por las calles de Madrid. Los finales encadenados en el Angliru y en La Cruz de Linares deben dejar la carrera decidida, aunque siempre queda la oportunidad de la penúltima etapa con final en Guadarrama. La más larga de la Vuelta con 208 kilómetros y diez puertos de tercera que pueden ser una tortura para alguno.