Real Madrid Baloncesto
100-103. Llull ejecuta al Valencia
Llull lo volvió a hacer. Un triple del base en el último segundo de la prórroga permitió al Real Madrid retomar el mando de la serie después de verse contra las cuerdas durante muchos minutos del tercer partido. El Madrid sobrevivió a un clima infernal y se sobrepuso a varias situaciones límite. Llegó al tiempo extra porque una canasta imposible de Harangody a falta de 1.2 segundos fue anulada. La decisión de los árbitros fue la correcta. El Valencia había consumido el tiempo de posesión. No fue el único momento crítico. El Madrid se encontró a seis minutos para el final con una desventaja (79-69) que los locales no supieron administrar. La remontada de los blancos y la victoria lograda en la prórroga tuvo ADN español. Felipe Reyes, con ocho tiros libres anotados sin fallo, fue el encargado de llevar a los suyos al tiempo de propina. En los minutos añadidos el protagonismo se lo repartieron Llull y Sergio Rodríguez. Todo lo que no habían hecho en los 40 minutos anteriores fueron capaces de demostrarlo en los últimos cinco. El notable partido de Van Rossom y el soberbio de Vives –Scariolo tiene ahí al tercer base para la Selección– permitieron al Valencia controlar la situación salvo en el primer cuarto.
Los dos bases locales fueron los héroes de un equipo que le está haciendo la vida imposible al Madrid. Es un grupo muy físico que, además, cuenta con el talento suficiente para que muchos jugadores sumen. El director belga y Vives dirigieron, anotaron y contaron con la aportación de Harangody y Dubljevic. El equipo de Laso se encontró con problemas por dentro y por fuera y no fue nunca capaz de responder de forma colectiva. En algunos tramos apareció Rudy; hubo también tiempo para Ayón, Nocioni e incluso Slaughter, pero el grupo no tuvo continuidad en lo colectivo. Por eso, el Valencia fue capaz de dominar con relativa autoridad hasta los instantes finales, pero... en los momentos decisivos volvió a aparecer uno de los que no fallan nunca: Felipe Reyes. Su arranque ya fue explosivo. Pidió el cambio a los seis minutos y le había dado tiempo a sumar 12 puntos con dos triples sin fallo. Su final fue intachable. Cuando el equipo necesitaba un referente, los compañeros le buscaron y le encontraron. Se fue cuatro veces a la línea de tiros libres y no falló ninguno de los ocho lanzamientos. La canasta fuera de tiempo de Harangody –consultada en el «Instant Replay» por los árbitros– antecedió a una prórroga en la que Llull y el «Chacho» presumieron de galones. Llull, que hasta la final de Copa de 2014 que se resolvió con una canasta suya, decía que siempre fallaba los tiros decisivos decisivas lo volvió a hacer. Su triple mató al Valencia.
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