Baloncesto

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68-70. Spanoulis hace milagros

Vassilis Spanoulis.
Vassilis Spanoulis.larazon

Tres triples del griego en los últimos instantes del partido llevaron a la remontada ante un CSKA que no supo gestionar el marcador y que demostró que el dinero no lo es todo.

A 3:39 para el final, Spanoulis lucía en su cuenta de resultados dos raquíticos tiros libres. Había fallado seis lanzamientos de dos, todos los que había intentado. Había fallado cinco triples, todos los que había intentado. ¡No había metido una! Y los rusos, los que eran grandes favoritos del torneo, divisaban la final, 63-54... No fue la recordada remontada de la final de 2012 entre idénticos protagonistas. No fueron aquellos 19 puntos en 12 minutos. Fue algo más intenso, mucho más dramático todavía para el CSKA. Habían manejado el choque con relativa autoridad. Habían dado un pequeño tirón en cada cuarto. De seis puntos en el primero; de siete en el segundo; de ocho en el tercero y en el último se dispararon hasta nueve, pero apareció Spanoulis para meter a los griegos en una nueva final, la tercera que disputan en los últimos cuatro años. Las dos anteriores (2012 y 2014) las ganaron ante CSKA y Real Madrid.

Spanoulis se encaminaba resignado a sufrir la primera derrota de su vida en una «Final Four». La misión esta vez era remontar nueve puntos en poco más de tres minutos después de haber vivido una pesadilla. Todo lo que pasó antes, todos sus errores, todas las pérdidas no importaron. En ese tiempo le dio tiempo a anotar once puntos: tres triples y una canasta de dos sin error. Y eso que cada acción era más complicada que la anterior. Cuando anotó el primer triple, la grada griega estalló. Sabían lo que se avecinaba. Tardó un minuto en conectar el segundo triple y poner a los suyos por delante (63-64). El tembleque que asaltó a los rusos fue monumental. A Itoudis, el técnico, el primero. Comenzó a hacer cambios de balonmano que acabaron por desquiciar a su equipo. Y Spanoulis, a lo suyo. Dos ataques después anotó desde cuatro metros en una acción imposible y cuando el CSKA todavía se veía capaz de pelear por la final (66-66), el héroe griego se inventó un triple en los morros de De Colo a siete segundos del final. Sus once puntos en los 3:39 finales contaron con la inestimable ayuda de Sloukas. El base fue el complemento perfecto para la inspiración de Spanoulis. Aun así, el CSKA dispuso de la última posesión para forzar la prórroga. Fueron cinco segundos tan lastimosamente utilizados como los minutos finales. Mientras, el hijo de Spanoulis dormía en la grada en brazos de su madre. La celebración griega le despertó, su padre se acercó y le dijo: «¿Has visto como papá no es tan malo?». El héroe griego lo volvió a hacer.

Ficha técnica

68 - CSKA Moscú (20+16+15+17): Teodosic (8), Weems (9), Vorontsevich (5), Kaun (11) y Kirilenko (5) -equipo inicial-, De Colo (18), Nichols, Jackson (9), Markoishvili, Khryapa (2) y Hynes (1).

70 - Olympiacos (17+18+12+23): Dunston (5), Spanoulis (13), Printezis (14), Mantzaris (5) y Darden -equipo inicial-, Petway (5), Hunter (2), Papapetrou (9), Sloukas (10), Agravanis (2), Lafayette (3) y Lojeski (2).

Árbitros: Ilija Belosevic (SRB), Borys Ryzhyk (UKR) y Daniel Hierrezuelo (ESP). Sin eliminados.

Incidencias: Primer partido de semifinales de la Final a cuatro de la Euroliga disputado en el Palacio de Deportes de Madrid (Barclaycard Center) ante unos 13.000 espectadores.