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Alfonso Reyes: «Pablo Iglesias es el americano que mete muchos puntos y hunde al equipo»

El Presidente de la Asociación de Baloncestistas Profesionales es además responsable del sindicato de jugadores, ex internacional, hermano de Felipe Reyes, e ingeniero de caminos.

Alfonso Reyes lleva once días peleando contra el coronavirus
Alfonso Reyes lleva once días peleando contra el coronaviruslarazon

El Presidente de la Asociación de Baloncestistas Profesionales es además responsable del sindicato de jugadores, ex internacional, hermano de Felipe Reyes e ingeniero de caminos.

Cuando era jugador se peleaba dentro de la zona con rivales que le sacaban la cabeza. Como presidente del sindicato de jugadores (ABP) no ha abandonado el espíritu combativo.

–¿Coincidió con Pedro Sánchez en el Estudiantes?

–No. Coincidimos por los pasillos del Magariños y la Nevera, pero no jugamos en el mismo equipo. Da impresión de que es majete.

–El bipartidismo parece amenazado el 20-D y en la ACB cada vez está más marcado...

–Eso está bien traído y se debe a las diferencias económicas. Parece que si no juegan Madrid y Barcelona no hay chicha. Y no es así.

–¿Y qué se puede hacer para que en el baloncesto español no dé la sensación de que cada uno va a lo suyo?

–Que haya más identificación del aficionado con su equipo y no únicamente eso, también con el resto. Hace años no sólo conocíamos a nuestros jugadores, había más reconocibles. Hay que apostar por la cantera para que esto vuelva a bullir como antes y que haya ascensos y descensos para revitalizar la competición, porque si no esto se muere. No se trata de ser chovinistas, pero los clubes no lo entienden.

–¿Ha habido burbuja en el baloncesto español?

–En el baloncesto estamos iniciando la crisis. Estamos como en 2007. Ahora hay que aprovechar el tirón de la Selección y esa presencia latente debemos sacarla durante toda la temporada. El problema es que no hay consenso y no es tan difícil lograrlo. Todo el mundo creo que tiene unas ideas similares. El motor del baloncesto es la Selección y, ¿qué hay ahí? Gente que no paras de ver durante muchos años y que, claro, tiene mucho talento. Se puede vender un buen producto porque existex.

–¿Vive el jugador mejor que cuando llegó a la presidencia de la ABP hace año y medio?

–El problema principal es el de los impagos, porque los sigue habiendo. Tenemos una herramienta muy importante que es el Fondo de Garantía Salarial con el que estamos solventando ese problema. Los jugadores cobran, pero no cuando deben, y eso no se puede tolerar. En cualquier empresa si un trabajador no cobra, dices, ¿qué pasa? Y aquí pueden transcurrir meses sin cobrar. El jugador es inocente o bondadoso, confía en el club, espera... Y este año ha habido más de 30 que han pasado por esa situación, españoles y no españoles. Hablamos de un 18 por ciento de jugadores de la ACB.

–Puede sonar raro que un deportista de élite mayor de 26 años tenga como salario mínimo 60.000 euros...

–Y se puede rebajar a 30.000, pero al menos no hay ningún jugador por debajo de ese salario mínimo. No tenemos un mal convenio, aunque se podría mejorar. Hay que negociar con la ACB, con la Federación, con el CSD... con todo el mundo, y es complicado. De aquí hasta 2017 me tendré que pelear con mucha gente, pero no voy a rendirme. Y cuando ves que otras instituciones, que tenían que estar contigo y que velan por el deporte español no están con los deportistas, puede ser frustrante. Las guerras internas de nuestro deporte no las entiendo. Yo venía con la mente limpia y ya se me está ensuciando un poco. Hay muchos egos.

–¿Por qué llega a la ABP cuando encontró trabajo en una constructora cuatro meses después de retirarse?

–Bueno, tener dos profesiones conlleva estas cosas. Recibí la llamada de los jugadores y me lancé. Pedí el finiquito en la constructora un viernes y estaba aquí el lunes siguiente. Es difícil porque existen estamentos que crees que tendrían que pensar como tú sobre lo que es bueno para los jugadores y se ve que no es así. De momento estoy contento, con alguna que otra frustración, pero contento y con ganas de seguir luchando.

–Su evolución desde que se retira no es muy normal...

–Es que no soy un tío normal... Espero que para bien. Me retiro en junio de 2007 y empiezo a trabajar en una constructora en octubre. No fue nada traumático el paso a la vida normal y eso es algo que me preocupaba. Sé que soy un pesado con este tema, pero es que me preocupa muchísimo el presente de los jugadores y el futuro. Hay que tener un buen entorno, una buena formación desde que se empieza a jugar y prepararse para cuando se deje de hacerlo, porque esto son 10-15 años como mucho y luego hay 40 de vida laboral. Aunque hayas podido hacer dinero, que cada vez son menos, y puedas vivir de las rentas, debes ocupar tu tiempo... El deportista por lo general sale con valores muy buenos, pero en las empresas muchas veces esos valores no se tienen en cuenta y llegas sin experiencia laboral, pero habiendo trabajado mucho. De hecho, cuando empiezo en la constructora mis compañeros me decía ahora sí que vas a trabajar, y yo les dije que no. He estado trabajando 17 años y ahora tendré mis fines de semana libres y el viernes por la tarde me olvido del trabajo o lo intento... Y en la alta competición eso era imposible.

–¿Cuándo vio que su hermano Felipe iba para estrella?

–Desde que empezó, y ya cuando se juntó con Pau, Navarro y Raúl López en aquella selección júnior se veía que tenían un potencial increíble.

–¿Qué aprendieron de su generación?

–Llegaron a la Selección y vieron que había buen ambiente y eso ayudaba al juego colectivo. Se empaparon de ese espíritu y sumaron un talento que no hemos tenido y que veo difícil que volvamos a tener.

–¿Quién sería el Mariano Rajoy del baloncesto español?

–El entrenador que en los tiempos muertos no dice demasiado, pero lleva al equipo a buen puerto o eso parece...

–¿Pedro Sánchez?

– Es un júnior que está empezando y se le nota.

–¿Albert Rivera?

–El americano que llega nuevo, con ganas de hacerlo bien y con posibilidades de ser la estrella del campeonato

–¿Pablo Iglesias?

–El típico americano que mete muchos puntos, pero hunde al equipo.

–¿Y Miguel Cardenal?

–Según él, le quedan dos meses.