Análisis

Bondadoso, empático y tímido: hablan los gestos del Papa León XIV

Estamos ante un hombre cercano pero contenido en sus emociones, se mostró embargado por la responsabilidad que han puesto sobre sus hombros

Cónclave.-AMP.- La Diócesis de Huelva destaca la visita del Papa León XIV a Huelva y le pide que sea "signo de unidad"
Cónclave.-AMP.- La Diócesis de Huelva destaca la visita del Papa León XIV a Huelva y le pide que sea "signo de unidad"Europa Press

En el balcón central de la basílica de San Pedro hemos conocido al cardenal Robert F. Prevost, nuevo Sumo Pontífice de nuestra Iglesia Católica. Eligió como nombre Papa León XIV. Nacido un 14 de septiembre de 1955 en Chicago, con 69 años de edad se ha convertido en el Pontífice 267. Esto ya se lo saben, vamos a adentrarnos en lo que el nuevo líder espiritual nos dice con sus gestos y la manera de expresar sus palabras. Si hacemos caso a los que sostienen que la primera impresión condiciona la imagen que tenemos de una persona, podemos decir que León XIV ha superado con nota su presentación.

Sus gestos

Vamos a fijarnos en todo lo que hizo y en cómo lo hizo. Con un paso lento, pero firme, avanzó hacia el borde del balcón con las manos entrelazadas por los dedos, es una señal de «microdefensa» ante la gran responsabilidad de presentarse ante el mundo, y refleja su humildad porque se acompaña de una barbilla ligeramente descendente. Con un sonrisa contenida, de gratitud, que refleja esa sensación de agradecimiento y bondad por el honor que el Espíritu Santo le ha concedido. Prevost es un hombre cercano en su mirada pero contenido, como analizaremos más tarde, avanza hacia el borde del balcón donde comienza con un gesto de gran apertura hacia todas las personas que le reciben en la plaza.

León XIV, nuevo Papa, en directo: las primeras palabras de Robert Francis Prevost, reacciones y última hora
León XIV, nuevo Papa, en directo: las primeras palabras de Robert Francis Prevost, reacciones y última horaLa Razón

Sus brazos se abren en señal de saludo pero mostrando las palmas de las manos, lo que nos refleja su carácter transparente, esto nos muestra la limpieza en sus intenciones, todo ello acompañado de una sonrisa, lo que produce calidez a ese abrazo imaginario que transmite a todas las personas que le aclaman desde la Plaza de San Pedro y que le esperan, pero mantiene los labios presionados, lo que nos habla de la emoción contenida, del control de los nervios del momento.

En varias ocasiones traga saliva, lo que es una forma de contener la palpitación del momento transcendental que está viviendo, está visiblemente embargado por lo que está sucediendo. Durante todo su discurso, el nuevo Obispo de Roma ha ladeado su cabeza levemente en muchas ocasiones, lo que nos habla de emocionalidad, de empatía, no es un hombre frío o distante, es cercano a la persona, poniéndola en el centro, este gesto se refuerza por su mano izquierda situada en el diafragma, cerca del corazón.

Primeras palabras sobre la paz

Sus primeras palabras las ha centrado en la paz, en la concordia y en el encuentro entre las personas, lo mismo que en el cierre de su presentación al mundo.

Todo su cuerpo refleja donación, lo que genera una primera impresión tremendamente positiva hacia él, por la humildad de su barbilla, su cercanía en la mirada y su sonrisa contenida. Es un hombre reflexivo, de lógica, pero hace caso a su intuición, de decisiones meditadas y verbalizaciones pausadas. Durante las largas ovaciones ha descendido su cabeza, como sintiéndose honrado con el cariño mostrado. Apoyado en un cuaderno ha centrado en su verbalización la paz, la cordialidad, el diálogo, el encuentro de un solo pueblo, una paz desarmada, humilde y perseverante, del amor incondicional de Dios, pero mientras verbalizaba su mensaje de amor y de paz nos hablaba de verdad, de un sentimiento totalmente real, hablaba con sinceridad en sus palabras, cree de corazón en el mensaje que transmite.

Buscando el encuentro, hace gestos de acompañamiento que dan veracidad a su mensaje como el pequeño gesto de unión mientras sostiene sus papeles. El silencio de respeto tras nombrar a su antecesor, el Papa Francisco, refleja su profundo respeto y cariño hacia su persona, cómo abre los brazos en señal de reconocimiento y de opinión encontrada con las personas que le acompañan en la plaza cuando ovacionan a su antecesor. Refleja el magnífico vínculo que compartía con él, esto nos muestra un espíritu continuista del enfoque del Papa Francisco, nombrado también el concilio agustiniano.

El Papa León XIV tras su elección como Sumo Pontífice
El Papa León XIV tras su elección como Sumo PontíficeGtres

Además del inglés, su idioma materno, ha realizado su discurso en italiano buscando la unión con la ciudad que le ha acogido, y ha tenido la inteligencia, la deferencia, de saludar recordando su estancia en Perú, enseñando derecho canónico, y siendo párroco de uno de los barrios pobres de la ciudad de Chulucanas al norte de Lima, hablando en español. Además de mostrar su facilidad de idiomas ha mostrado una gran inteligencia emocional al unir diferentes culturas, pueblos e idiomas del mundo poniendo como centro la paz y la caridad hacia las personas que sufren, descendiendo levemente la cabeza mientras lo verbaliza, lo que refuerza su mensaje de unión y encuentro creando un solo pueblo de Dios.

Amparado por nuestra madre María, busca la unión en la oración, en la unión en las creencias. Ha mostrado pequeños tics de emoción como el tragar saliva, ascender levemente la mejilla, humedecerse los labios o presionar los dedos entrelazados son gestos para canalizar la emocionalidad del momento, algo normal para una persona de caractar tímido, cercano y contenido.

Esta primera presentación nos ha mostrado a un Papa que, desde mi mirada y el estudio psicológico, considero que será una bendición para esta nueva etapa de la Iglesia Católica en el mundo.