El clásico del siglo XXI

Los Warriors de Curry y Durant se medirán a los Cavaliers de LeBron en la lucha por el anillo por cuarta temporada consecutiva.

El mejor jugador del mundo, LeBron James, contra el mejor equipo del mundo, los Warriors de Golden State. La final de la NBA, que arranca en la madrugada del viernes (03:00, Movistar +) repite protagonistas por cuarta temporada consecutiva. El Warriors-Cavaliers se ha convertido en el clásico del siglo XXI. Sólo los Celtics de finales de los 50 y principios de los 60 alcanzaron más finales seguidas (10) que los equipos liderados por Curry y James.

En los tres precedentes hay dos victorias de los de San Francisco (4-1 en 2015 y 4-2 en 2017) y una de los Cavaliers (4-3 en 2016 con el mítico tapón de LeBron y el triple de Irving). Ahora las casas de apuestas lo tienen clarísimo. El triunfo de los Warriors se paga a 1,12; el de los Cavs, a 6 dólares. El motivo es que LeBron está más solo que nunca, aunque Curry no lo vea así. «Odio a la gente que dice cosas como que es el único que aporta en los Cavs. Sus compañeros son jugadores de la NBA. ''Bron'' es sorprendente y ha estado a un nivel increíble toda la serie contra Boston. Tiene mucho mérito, sobre todo pensando en su consistencia, su longevidad –33 años y 48 minutos en el séptimo partido– y la grandeza que ha demostrado. No faltemos al respeto al resto de los jugadores. Lucharon y trabajaron duro». La realidad es que los Cavs empiezan y terminan en él. En las últimas horas el «meme» que más circula por Estados Unidos refleja a LeBron llevando a hombros a sus compañeros y al entrenador de los Cavs. Y si su mejor escudero, Kevin Love, sigue siendo baja en el arranque de la final... Él es el mejor anotador, reboteador, pasador y taponador de los Cavs. Si sus compañeros están intensos atrás y ayudan en el lanzamiento exterior habría eliminatoria. Si no, la misión será imposible para «King» James. Él, por si acaso, ya ha revelado lo único que le inquieta hasta el primer partido: «Sólo me preocupa dormir».

Los Warriors han vivido amenazados la serie contra los Rockets. La resolvieron en el séptimo partido (93-102) después de una eliminatoria en la que han sufrido el mismo número de derrotas que en todas las series de «playoffs» desde 2016, tres. Houston, el mejor equipo de la primera fase, echó mucho de menos a Chris Paul. La lesión le apartó los dos últimos partidos y en Estados Unidos hay quien habla de la fortuna de los Warriors con las lesiones de las estrellas rivales: en 2015 fue Kyrie Irving (Cavaliers); en 2017, Leonard (Spurs) y este año Paul. Pero lo que de verdad mató a los Rockets fue un récord negativo: fallaron 27 tiros de tres seguidos.

Calderón será el tercer jugador español que dispute la final de la NBA después de Pau Gasol (2008, 2009 y 2010 con dos anillos) e Ibaka (2012 derrota con los Thunder ante los Heat de LeBron). Su papel contra los Celtics fue testimonial: poco más de tres minutos de promedio y tres partidos en blanco. Pero el extremeño después de 13 temporadas está en el lugar que quería.