Dakar
Jorge Garbajosa: «Desde que visité la Casa España en Dakar no soy el mismo»
Su timidez contrasta con su ascendencia en una selección que busca volver a ser campeona del mundo
Jorge Garbajosa (Torrejón de Ardoz, 19-12-1977) es mucho más que un ex jugador de baloncesto. Es embajador de la Copa del Mundo que arrancará el día 30 en España, hilo directo entre los jugadores de Orenga y la Federación, responsable de la Casa España en Dakar... En el libro «Garbajosa. El líder silencioso» (Turpial) narra cómo discurrió su carrera deportiva. Los beneficios van destinados al programa estrella de la Fundación de la Federación, la Casa España en la capital de Senegal.
-El hermano mayor de la Selección, mediador entre jugadores y Federación, «pegamento», líder silencioso... ¿con qué se queda?
-Pues la verdad es que no me gusta ninguno. Yo estoy aquí para ayudar, para ayudar al equipo y para ayudar a la Federación. La Selección no es una cosa del verano y ya está, hay que estar trabajando todo el año para que ahora marche bien. Y de los apodos no me hace gracia ninguno, no van con mi forma de ser. No me gusta el protagonismo, soy tímido y me gusta estar detrás de las cámaras. Que los focos se ocupen de otros.
-La verdad es que la Selección no parece un grupo con muchos problemas...
-Es que no los hay. La buena imagen que se ve desde fuera es la que hay en realidad. Lo que hay que buscar es que los dos meses que se van a pasar los jugadores aquí sean lo más cómodos posibles, se trata de fomentar la convivencia y adelantarse a los problemas que puedan surgir. En estre grupo todo eso es fácil porque el compromiso y la dedicación que demuestran el presidente de la Federación y los líderes del vestuario es absoluto y contagioso.
-Con tantos años de convivencia como lleva la mayoría de la Selección, ¿cuál es la clave para que los egos de jugadores, que son estrellas en sus equipos, estén al servicio del grupo?
-La veteranía, la importancia y la influencia que tienen sobre el grupo Pau, Juan Carlos o Felipe son fundamentales. Aquí todos los que llegan ven a los más veteranos cómo se emplean y no hacen más que seguirlos, entrenar duro y ayudar. Los egos no existen.
-En 2007 España fue anfitriona del Eurobasket, se perdió el oro y dio la sensación de que había demasiadas cosas al margen del baloncesto.
-Lo que sucedió en 2007 es una leyenda negra de la que algunos parecen querer seguir sacando partido. Lo que sucedió fue muy sencillo: un año antes el triple de Nocioni en la semifinal del Mundial no entró y aquí sí entró el tiro de Holden. No hubo muchas cosas al margen del baloncesto, se hizo lo mismo que se está haciendo ahora. La diferencia es que un año antes, en la preparación para el Mundial de Japón y durante el Mundial, todo salió perfecto y en 2007 no.
-¿Llegan los jugadores a la Copa del Mundo en el mejor momento de sus carreras?
-Es posible. La Selección es un bloque en el que ha habido cambios naturales y todos los que están aquí están en un momento físico y mental muy bueno.
-¿Estamos ante el último torneo de la mítica generación del 80?
-A mí nadie me ha dicho que éste vaya a ser el último de gente como Juan Carlos o Pau. Nadie ha dicho que éste fuera a ser su último año.
-Lo que sí parece irrecuperable es la pocha...
-Sí. Creo que fueron entre Ricky y Llull los que empezaron a meter el póquer, la pocha quedó a un lado y con las nuevas generaciones parece que se ha perdido.
-¿En qué es diferente Orenga a los anteriores seleccionadores?
-Existe una comunicación muy directa con los jugadores. Eso es lo bueno de un seleccionador que antes ha sido jugador, y de los buenos. Juan es un gran psicólogo con el jugador y entiende los problemas que puedan surgir.
-Como hincha del Atlético, ¿espera que el Mundial sea tan inolvidable como el año de su equipo?
-La temporada del Atlético la disfruté muchísimo. Al final no es que diera igual que ganasen títulos o no, pero el disfrute ha estado por encima de eso. El destino fue cruel en la «Champions», pero la temporada fue inolvidable.
-¿Hay algún Diego Costa en la Selección?
-Yo es que como a Diego Costa sólo le veo virtudes, creo que hay muchos. Tenemos muchos jugadores duros y peleones.
-¿Y algún Simeone?
-El que vea en Simeone sólo garra o fuerza es un auténtico estúpido. Creo que tiene una gran mentalidad ganadora y es muy ágil tomando decisiones en el banquillo. Y Juan Orenga también es así.
-¿Le ha cambiado la vida con la dirección de la Casa España en Dakar?
-Desde que la visité por primera vez no soy el mismo, me impactó muchísimo y me llevó a pedir al presidente de la Federación en qué podía ser útil para ese proyecto. Ahora voy una vez cada dos meses, soy el responsable y al principio sentí un gran vértigo, pero tengo un equipo excepcional a mi lado. Sin ellos el plan de estudios, el hospital, el comedor, los entrenadores, la renovación de la cancha tras unas inundaciones, la paridad entre niños y niñas, el atender a más de 300 niños, las vacunas para familias, las charlas sobre anticonceptivos, la visita a las casas de un par de niños cada vez que vamos... Todo eso sería imposible sin toda la gente que está en el equipo.
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