MotoGP

Bezzecchi gana, a Márquez le vuelve a salir cruz y Bagnaia y Viñales casi llegan a las manos

Bagnaia se cayó en una acción polémica con Maverick Viñales y pierde la ventaja que tenía en la general del Mundial. El GP 1.000 fue de locos en Le Mans

Márquez, en un momento de su lucha con Jorge Martín
Márquez, en un momento de su lucha con Jorge MartínAgencia EFE

En las 27 vueltas de la carrera de MotoGP en el Gran Premio 1.000 de la historia pasó de todo y no es una forma de hablar. Un carrerón que no ha permitido pestañear y que ha terminado con el triunfo de Bezzecchi, que consigue su segundo triunfo del curso después del de Argentina y se queda a un punto del liderato. Está rebañando todo lo que se pone a tiro el italiano del VR46, que desde ya es el gran opositor a Bagnaia en la lucha por el título.

Y lo es, en parte, porque Pecco no es capaz de enlazar dos buenos resultados de manera consecutiva. Se fue de Jerez con un triunfo que le disparaba en el campeonato y confirmaba la sensación de que es el más fuerte, pero en Le Mans se fue al suelo en una acción con Viñales que va a traer mucha cola y vuelve a la casilla de salida. Los dos se tocaron por no ceder ni un milímetro en el adelantamiento, a Maverick se le descontroló la moto y los dos acabaron en el suelo y casi llegan a las manos al levantarse. Habrá sanción por esos empujones y toquecitos macarras en el casco y a ver quién decide dirección de carrera que tiene la culpa si es que la tiene alguien.

En MotoGP saltan chispas y es curioso que el que se queja de que le han tocado o que la gente va muy pasada, al poco tiempo protagoniza una acción similar. Nadie puede hablar, porque todos van al límite y estas cosas suceden sin más.

La caía de Bagnaia es su tercer cero en seis carreras, y un rayo de esperanza para Marc Márquez, que salió muy bien, se colocó en cabeza y empezó a tirar como un loco en busca de un poco de ventaja y de que alguien cometiese un error. No se le puede reprochar nada al "93", que después de un mes y medio fuera por lesión volvió a darlo todo, sin guardarse nada, consciente de que es la única forma de volver a donde le corresponde. Hizo un carrerón en las 25 vueltas que estuvo en pie, pero otra vez la salió cruz y se fue al suelo a falta de poco para el final. Estaba luchando con Jorge Martín por el segundo puesto y ya se habían pasado y repasado varias veces hasta que el tren delantero de la Honda dijo basta. Una vez más, Marc rodando por el suelo, arriesgando al todo o nada, por mucho que un tercero o un cuarto le hubiese dado un empujoncito en la clasificación.

No sumó, pero el mensaje está lanzado: soy capaz de ser rápido a pesar de que la moto no me ayuda y de que no tengo ritmo por la inactividad. Bagnaia luchó con él en el Sprint del sábado y le negó la "pole" en la Q2, consciente de que es mejor atarlo en corto. Márquez decía que tendría problemas físicos por la acumulación de esfuerzos del fin de semana, pero no se le hizo larga la carrera y se quedó sin nada apostando al máximo. Ahora tiene tres semanas para recuperar tono físico y antes de un triplete en 20 días (Mugello, Alemania y Assen) en el que puede comprobar hasta dónde puede llegar este curso.

La caída de Marc fue en la pelea con Jorge Martín, que cierra tres días maravillosos con su primer triunfo en el Sprint y un segundo puesto valiosísimo que le permite sumar 32 de 37 puntos posibles y firmar un gran mano a mano con Márquez.

Gran cuarto de Augusto Fernández

El podio lo cerró Zarco, aunque la noticia estuvo justo detrás, en el cuarto lugar de Augusto Fernández, que es el único "rookie" de la categoría y no tiene a su jefe de filas, Pol Espargaró, en el otro lado del box de Gas Gas. A pesar de todo eso, y de que sólo tiene este año de contrato y eso genera presión, el español rozó el podio y fue el primer motor KTM en meta, todo un mensaje para la marca y una hazaña para el campeón de Moto2 el curso pasado.