Cara a Cara: ¿Ha empezado la campaña contra Cristiano tras su error en Córdoba?

Pirañas buscando presas; por José Luis Sánchez

¡Cúanto ha tenido que doler, Quim! Estos meses han sido una losa para vosotros. Título tras título, unanimidad mundial en torno a Cristiano, premios y más premios, la Bota de Oro, el Pichichi, el tercer Balón de Oro... Ha cometido un error y las pirañas salen a flote, buscando una presa... ¡Retratados! Hubiese sido elegante y digno esperar a otro momento, pero las garras estaban afiladas y deseosas de rasgar el escudo blanco. El inmediato arrepentimiento os ha dado igual y no queréis publicitarlo. Volverán los indignos titulares del estilo de «chulo», «prepotente» o «macarra», que tanta vergüenza provocan. «CR7» es de sangre caliente, es latino... os gustaría que fuese noruego, como Odegaard, ese futbolista, el enésimo, que dice NO al Barça, pero es temperamental, rebelde. Se equivocó, pero el ridículo lo hacen otros con sus descalificaciones.

Perdón, palabra olvidada

Las moralinas y las clases de educación, ahorráoslas: el perdón es el primer paso para reconocer un error y de eso no entendéis mucho. Ronaldo pidió perdón, le honra. Han salido telarañas esperando el perdón de Busquets por pisar la cabeza a Pepe, o el posterior ridículo de Xavi argumentando que «es un jugador muy honrado y que no tenía esa intención». Ese, sí que no es el camino. Otros perdones se quedaron en un agujero negro como el pelotazo de Messi al público del Bernabéu, el escupitajo al jugador del Málaga... Así, hasta el infinito.

Miedo al póker de oro

Habéis empezado a manchar la imagen de Cristiano. Cuando aseveró estar dispuesto a ir a por el cuarto Balón de Oro para igualar a Messi os temblaron las canillas. No lo podríais soportar, sería un golpe muy doloroso a vuestra secta messiniana. Esa mancha del luso en Córdoba os la pondréis de fondo de pantalla y cuando os pidan méritos para el próximo galardón la pondréis sin ruborizaos. En la guerra todo vale, ¿verdad? Cristiano va a volver de la sanción con varias matrículas apuntadas, y una es la tuya. Cada gol, cada exhibición, irá dedicada a vuestro rastrera campaña. Estáis señalados.

Basta de defender al portugués; por Quim Domènech

¡Ay! José Luis... Qué poco has tardado en fomentar la campaña para salvar a Cristiano, para vender que fue víctima de una tremenda provocación, para recordar que el chaval se ha arrepentido, que hay que pasar página y... milongas. Ronaldo merece una sanción ejemplar, por ser reincidente no sólo en el mismo partido (minutos antes ya había agredido a un rival sin que el árbitro lo viera), sino que hace un año fue expulsado en San Mamés y con ésta ya van cinco veces que ha tenido que abandonar el terreno de juego antes de tiempo. Entiendo que quieras justificar lo injustificable, que creas que un tuit de arrepentimiento ya basta para perdonarle todo. Pregunta a Mtiliga qué tal está de su nariz. ¿O es que ya has olvidado esa agresión? Cristiano Ronaldo no controla sus impulsos en el campo y debe escarmentar con un buen castigo.

Sin perdón

Basta ya de querer taparle todo, de defenderle incluso cuando no tiene perdón lo que hace en el césped. Ya habéis iniciado la propaganda para que salga de rositas una vez más. Date cuenta, Cristiano Ronaldo no soporta la presión de ver que el azulgrana Leo Messi ha recuperado su mejor versión y cuando no le sale nada pierde los papeles como hizo el pasado sábado en el Nuevo Arcángel de Córdoba. Está muy nervioso y en lugar de hacer esfuerzos para lavar su imagen deberías preguntarte qué le pasa y por qué no levanta cabeza en las últimas semanas. Te contesto yo, la presión le puede y, además, sabe que ha empezado su declive. Su carácter agrio reluce partido tras partido.

Pésimo ejemplo

El único que queda retratado eres tú justificando la violencia. A ver si te das cuenta: los Balones de Oro no disculpan nada. Es más, sólo por el hecho de haber ganado el premio debería ser el primero en dar ejemplo y lo que ha conseguido es que esa imagen lamentable repartiendo patadas y puñetazos dé la vuelta al mundo. La prueba de que estás desquiciado es que buscas otros ejemplos en el Barcelona. Déjate de lloros y empieza a reconocer que Cristiano Ronaldo ha vuelto a perder la cabeza. Una vez más...