El Chacho, Llull y Rudy o cuando la eternidad era esto

Recién terminado el quinto partido de la serie entre Real Madrid y Partizán y minutos antes de ser elegido por tercera vez en el quinteto ideal de la NBA, Luka Doncic tuiteaba una imagen de tres excompañeros suyos del Real Madrid. En la fotografía, de hace diez años, aparecen Sergio Rodríguez, Sergio Llull y Rudy Fernández sin canas. Era su particular homenaje a los tres jugadores que lideraron la remontada blanca en el quinto partido ante los balcánicos.

«Ellos son los que guían mucho y transmiten a los jóvenes cómo funciona esto. Chacho estuvo espectacular en ataque y sin cometer errores defensivos. Llull defendió a Punter como nadie, se lo comió al final y Rudy ha estado leyendo el partido increíble», explicaba Chus Mateo después de lograr la novena presencia en una Final Four en las últimas doce temporadas. En Kaunas, el Madrid buscará su sexta final y su tercer título en ese plazo de tiempo. Chus Mateo es el otro héroe de la eliminatoria ante el equipo de Zeljko Obradovic. Después de marchar quince abajo en el tercer partido en Belgrado y de ir -18 en el tercer cuarto del quinto partido en Madrid, el equipo se rehizo para convertirse en el primero capaz de remontar un 2-0. La defensa zonal 2-3, el uso de Hezonja como ala-pívot, la apuesta por Ndiaye de salida en el quinto partido por las bajas, la resurrección del Chacho... el cuerpo técnico del Madrid, tan cuestionado este curso, ha dado la talla en el momento más crítico de la temporada.

Lo del Chacho, Llull y Rudy es caso aparte. Su liderazgo y su aportación ha ido más allá de los números. La ascendencia del Chacho sobre el grupo ha sorprendido incluso a algunos de los que son nuevos esta temporada en la plantilla. Su protagonismo en la serie empezó en el tercer partido dando consejos desde el banquillo. En el cuarto ya fue determinante en la pista y lo del quinto (19 puntos– 13 de ellos en el último cuarto–, 3 rebotes y 6 asistencias) está a la altura del jugador que fue MVP de la competición hace nueve años. Lo de Llull y Rudy fue pura determinación a la hora de competir. El capitán vivió una pesadilla hasta el último cuarto del quinto partido. No jugó el primero y apenas sumó 24 minutos en total en los tres siguientes, pero su último cuarto el día definitivo... anotó 8 puntos, uno menos que en el resto de toda la serie y arregló un porcentaje de tres que era inferior al 20 por ciento.

Rudy repitió su papel del pasado verano en la selección. Un ejemplo de actitud y de pelea por cada pelota como si tuviera quince años menos y es que entre los tres suman 109 años.

Antecedentes en la Final Four

El de Kaunas dentro de una semana no será el primer ni el segundo Clásico en una semifinal de una Final Four. Real Madrid y Barcelona se han cruzado en cuatro ocasiones en el penúltimo partido de la competición y el ganador del duelo directo nunca ha sido capaz de levantar en el siguiente partido el título.

El precedente más lejano data de París 1996. Fue la única victoria azulgrana (76-66), aunque sirvió de poco. El tapón ilegal de Vrankovic a Montero dio el título al Panathinaikos. Hubo que esperar 17 años para el siguiente Clásico en una Final Four. Fue en Londres 2013 y el Madrid ya estaba en manos de Laso. Los blancos se impusieron por 67-74 y en la final sucumbieron ante el Olympiacos de Spanoulis (100-88). Un año después, en Milán, se repitió el duelo. El ganador volvió a ser el Madrid y por una diferencia histórica, 62-100. El Maccabi de Tyrese Rice impidió en la prórroga el título de los blancos (86-98). El último Clásico fue hace un año en el Stark Arena de Belgrado. El Barça llegaba como favorito, pero se volvió a estrellar (83-86). En la final, el Anadolu Efes dejó al Madrid sin la Undécima (57-58).