Al Málaga sólo le salva un milagro

En Málaga no soplan buenos vientos deportivos para una ciudad que es de Primera y situada en un lugar privilegiado como es la Costa del Sol. Pero en la Liga de fútbol no está en esa misma posición estelar, todo lo contrario. A ocho puntos de la salvación y a la espera de un milagro en los que hace tiempo que muy pocos confían. Con tan sólo 13 puntos sumados en 27 jornadas, tres partidos ganados, cuatro empatados y 17 goles a favor, cuesta mirar el futuro inmediato con optimismo.

Gran afición. También está la otra lectura, la de que quedan por disputar 33 puntos y hasta el rabo todo es toro. Sería una pena para el club y para la ciudad y su maravillosa afición volver a vivir el infierno de la Segunda División, con todo lo que esto conlleva. Y lo sé perfectamente. Por eso lo digo, porque el dueño Al Thani (que lo es desde el 2010) no estaría dispuesto a continuar en Segunda, dejando un vacío preocupante entre los empleados y los jugadores de la entidad malaguista.

Nadie le quiere. El horizonte deportivo se ve con más sombras que luces, porque La Rosaleda siempre es fiel y leal a sus colores, pero está harta de la mala gestión deportiva que afecta al club: mucha venta y pocas incorporaciones a la altura de lo que se merece la historia de la entidad andaluza. Los últimos fichajes han sido un bajonazo para la afición boquerona. El destituido Míchel ya puso el grito en el cielo de lo que podría pasar con la marcha de futbolistas importantes, aunque nadie le escuchó en su momento. Ahora José González, el inquilino del banquillo, sufre en su piel la tensión y los problemas de una pésima planificación desde el pasado verano. El Málaga, tristemente y salvo milagro, se va al precipicio del descenso de categoría sin que el responsable de todo esto haga nada por una ciudad que tampoco le quiere. Suerte al Málaga que la va a necesitar.