Selección Española

El chiringuito de Pedrerol: Con Piqué empezó la Eurocopa

Su gol fue el de todos los españoles y, tras el partido, cerró el debate sobre su compromiso: «Mi niño estaba en la grada con la camiseta de España».

Piqué con su hijo Milan sobre el césped al terminar un partido de España
Piqué con su hijo Milan sobre el césped al terminar un partido de Españalarazon

Su gol fue el de todos los españoles y, tras el partido, cerró el debate sobre su compromiso: «Mi niño estaba en la grada con la camiseta de España».

«Mi niño estaba en la grada con la camiseta de España». Lo dijo Piqué tras marcar el gol de la victoria ante la República Checa, unas palabras para terminar con las dudas, si es que había alguna, sobre su compromiso con España. Porque la implicación y la profesionalidad se demuestran principalmente en el campo, cuando rueda el balón, y no sólo en sala de prensa o en zona mixta. Y a Piqué, donde más le gusta hablar es sobre el terreno de juego. Ayer lo hizo.

Un gol de todos

Seguramente es un tipo políticamente incorrecto. Y posiblemente su discurso chirría a una parte de este país. Pero, digan lo que digan, Piqué nunca se ha manifestado abiertamente independentista. Sí ha proclamado el derecho a decidir. Sí le gusta tener protagonismo en la Diada, el día de todos los catalanes. Pero su gol es el gol de todos los españoles. También de su pequeño Milan, orgulloso con su camisetita de España. Qué bonita imagen nos dejaron padre e hijo jugando sobre el césped del Municipal de Toulouse una vez finalizado el estreno de España. Con Piqué empezó la Eurocopa.

La Selección nos une

España es un país muy especial, con su diversidad, con sus fantásticas diferencias, con su riqueza cultural, con sus múltiples lenguas. Son los políticos los que se encargan de enfrentarnos permanentemente. Y no podemos caer en esa trampa con la Selección. Este equipo es una de las cosas que nos unen a todos. Cuando juega el equipo de Del Bosque, somos todos nosotros los que jugamos. El gol de Piqué lo celebramos catalanes, vascos, valencianos, andaluces o madrileños por igual. Con ese cabezazo gritamos, saltamos, levantamos los brazos y nos salió lo que llevamos dentro, sin postureo de ningún tipo. Los sentimientos no se pueden fingir ni teatralizar.

Habla demasiado claro

Piqué habla claro. A veces, demasiado claro. Dice lo que piensa y no se guarda nada ni se preocupa de las consecuencias que puedan tener sus palabras. Hay que aplaudirle eso, aunque es cierto que a veces mete la pata. Eso le ha acarreado algunos pitos por varios campos de España, muchos de ellos injustos. Pero otros se los ha ganado a pulso. Sus alusiones a Kevin Roldán en la fiesta de celebración del triplete del Barça incendiaron a muchos madridistas. Reírse de un compañero como Arbeloa tampoco ha ayudado a su imagen ante muchos aficionados. Han sido algunos de sus grandes errores.

Abrazo

Pero Piqué, en un día tan importante como el estreno de España en la Eurocopa, que pretende conquistar por tercera vez consecutiva, con ese soberbio cabezazo que superó a Peter Cech y con su reivindicación posterior, cerró un debate: el de su compromiso con la Selección española. Es catalán y catalanista, sí. Pero ayer con su gol se abrazó a todos los españoles.