Real Madrid
La cruz del «Pipita»
La final le ha servido a Gonzalo Higuaín para darse cuenta de que nadie le cerraba las puertas en el conjunto blanco, a pesar de que se marchó con esa sensación de futbolista incomprendido. El sábado en Cardiff quedó de manifiesto que en los grandes acontecimientos se convierte en un jugador muy pequeño. De hecho, fue incapaz de crear una sola ocasión de gol. Estuvo totalmente desdibujado ante su ex equipo, al que decidió abandonar por lo deportivo porque perdía su pelea con Benzema y por lo... económico aconsejado por su padre.
Sombra alargada
Higuaín es un delantero que a pesar de marcar goles en Madrid, Nápoles y Turín no deja de acompañarle una sombra alargada de errores en partidos decisivos, en sus equipos y en la Selección argentina. Los aficionados madridistas todavía tienen muy presente su tremendo fallo en los octavos de Champions ante el Lyon cuando con Lloris batido mandó el balón al poste y luego el Real cayó eliminado. Con el Nápoles falló también en momentos clave; en la final del Mundial, con 0-0 ante Alemania, erró su mano a mano ante Neuer y los germanos acabaron levantado la Copa. También tuvo en sus botas la Copa América en el último minuto de la prórroga contra Chile, pero falló. Sí, es la cruz del «Pipita».
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