La máquina del «Txingurri»

A este Barcelona de Valverde le da igual que sea lunes, domingo, martes o fiesta de guardar. Desde el aterrizaje del técnico vasco el equipo mantiene el mismo nivel competitivo e idéntica seriedad, demostrando siempre un posicionamiento casi perfecto sobre el terreno de juego. El «Txingurri» le da naturalidad y sentido común a absolutamente todo lo que hace. Y si a esto le sumamos el descubrimiento de Vermaelen, la fuerza de Paulinho, la mejor versión de Jordi Alba, mi «rubio guapo» Rakitic sacando la escuadra y el cartabón o el hambre de gol que ha vuelto a tener Luis Suárez... pues no hay Liga. Y ya si añadimos que el «Shiquetito» empieza a oler el Mundial y está mejor que nunca, hace que desde la capital de España las esperanzas de ganar la Liga se acabaran casi en Navidades.

A la cama calentitos

Un espectáculo fue el partido del Barça ayer en Sevilla para los que somos amantes de este deporte. El Betis de Setién prioriza el buen trato al balón y, debo confesaros, que me gusta mucho la apuesta ofensiva que pone en escena. Pero si te encuentras a una maquinaria perfectamente engrasada como es este Barça lo más fácil es que te vayas calentito a la cama, como le pasó ayer a Joaquín y los suyos

Siete para nada

Los siete goles del «Real de Madrid» al Dépor más flojo de los últimos cincuenta años, un equipo que está en puestos de descenso, no valen para nada. Los dobletes de un omnipresente Nacho o de un voluntarioso «Serresiete» no cambian la diferencia de puntos con respecto al líder: 20 contando el gol average. Bien le vendría a la vikingada dejar de mirar ya al Barcelona y centrarse en ese cuarto puesto que mi Sevilla Fútbol Club, ahora sí, resurgiendo de la mano de Montella, le va a poner muy, pero que muy difícil, al equipo de Zizou y «Casimiro».